Murió Frank Borman, el comandante de la primera misión Apolo a la Luna
Frank Borman, el astronauta de la la agencia espacial estadounidense NASA que dirigió en 1968 la misión Apolo 8, el primer vuelo espacial tripulado alrededor de la Luna, murió a los 95 años en la ciudad de Billings del estado de Montana, en Estados Unidos, según informó este jueves la NASA.
La muerte de Borman, no obstante, se produjo el martes, hace dos días, pero recién este jueves la agencia espacial lo comunicó. “Hoy recordamos a uno de los mejores de la NASA”, afirmó el titular de la agencia espacial, Bill Nelson. “Su amor de toda la vida por la aviación y la exploración solo fue superado por el amor a su esposa Susan”, subrayó Nelson.
Nacido el 14 de marzo de 1928 en la ciudad de Gary, estado de Indiana, Borman comenzó su carrera en las fuerza aérea estadounidense, donde voló como piloto de caza y de pruebas y llegó a ser profesor adjunto de termodinámica en la academia militar de West Point.
En 1965 estableció el récord de 14 días en el espacio durante la misión Gemini 7 junto a James Lovell. En ese viaje se produjo el primer encuentro espacial con la nave Gemini 6.
Luego, Borman pasó a comandar el Apolo 8, con el que se convirtió en uno de los tres primeros seres humanos, junto a sus compañeros Lovell y William Anders, en ver y fotografiar la cara oculta de la Luna. El Apolo 8 también fue famoso por lograr la “Earthrise”, una imagen icónica del planeta y parte de la superficie lunar, tomada por Anders el 4 de diciembre de 1968.
“Frank sabía el poder que tenía la exploración para unir a la humanidad cuando dijo ‘la exploración es realmente la esencia del espíritu humano’”, recordó Nelson. “Su servicio a la NASA y a nuestra nación [EE.UU.] impulsará sin duda a la Generación Artemis a alcanzar nuevas costas cósmicas”, subrayó el titular de la NASA, en referencia al programa espacial que espera volver a explorar la Luna y llevar a la primera mujer y al satélite natural en 2025.
Su rol como ejecutivo
Borman se retiró en 1970 de la NASA y se convirtió en asesor de la compañía aérea Eastern Airlines. En 1975 llegó a ser el CEO. Según recoge el diario español El Mundo, el astronauta se refirió a su nuevo rol: “No quería montarme el resto de mi vida en la publicidad que había recibido de la NASA y convertirme en un oso bailarín”.
“Sabía que Eastern Airlines tenía algunos problemas y pensé que podía contribuir”, había dicho Borman, quien implementó duras medidas, como establecer la primera congelación salarial de la historia en una industria acostumbrada a los sueldos altos, aunque intentó suavizar la medida con el ofrecimiento a los empleados de participación en los beneficios de la empresa.
En 1984 Eastern registró unas pérdidas de 380 millones de dólares en cinco años y Borman fue criticado por seguir adelante con un costoso programa de modernización de la flota a pesar del flujo de números rojos, según el diario español.
Los problemas financieros continuaron y un año después Eastern aceptó ser absorbida por la, en ese momento, pequeña Texas Air Corporation, que luego se convirtió en un importante mayor holding de aerolíneas de EE.UU.
Con información de la Agencia France Press