La multitudinaria procesión del Nazareno Negro vuelve a Manila tras el parón por la pandemia

Bangkok, 9 ene (EFE).- Más de tres millón de personas participaron este martes en la procesión del Nazareno Negro por las calles de Manila, la primera vez que se celebra este multitudinario evento tras la pandemia y en la que más de 600 devotos tuvieron que ser atendidos por los servicios médicos.

Ríos de persona acompañaron desde la madrugada por las calles de la capital filipina el largo peregrinar de la talla de Cristo, subida en una carroza y protegida -por primera vez- por una vitrina, en una de las mayores muestras de devoción religiosa del mundo.

Una procesión caótica y claustrofóbica que duró 15 horas y donde muchos de los fieles acuden descalzos y tratan de tocar la figura o frotar una toalla sobre esta debido a la creencia de que concede buena suerte o puede curar enfermedades.

El tumulto en muchas ocasiones resulta peligroso y durante el recorrido de unos 7 kilómetros unas 644 personas tuvieron que ser atendidas por los servicios médicos, según la Cruz Roja.

La procesión de este año concluyó a las 19. 44 hora local (GMT+8) y se convirtió en una de las más cortas, con una duración de 15 horas, ya que normalmente se alargan entre 18 y 22 horas.

La Policía Nacional de Filipinas estimó dos horas antes de que terminara que unos 3,5 millones devotos habían participado en el recorrido que comenzó a las 4 de la madrugada.

Las autoridades desplegaron este año unos 15.200 policías para tratar de velar por la seguridad y puestos de atención sanitaria a lo largo del recorrido, que se alarga durante horas debido al lento avance de la figura religiosa entre la riada de gente a su alrededor.

La talla, que data del siglo XVI, el primero de los más de tres siglos de la colonización española de Filipinas, llegó a Manila el 31 de mayo de 1606 en un galeón procedente de Acapulco y, según la leyenda, se incendió cerca del archipiélago.

El calor de las llamas otorgó al Cristo su característico color oscuro, según la creencia popular en el país, aunque otra versión atribuye este distintivo a que el autor, un artesano mexicano, quiso imprimir a la obra su misma tonalidad de piel.

La procesión fue cancelada entre 2021 y 2023 por la pandemia de la covid-19, aunque el año pasado ya se registraron grandes aglomeraciones durante la misa celebrada para la conmemoración.

Filipinas es, junto con Timor Oriental, el único país en Asia donde la mayoría de sus habitantes profesan el catolicismo.

(c) Agencia EFE