Mujer fue violada y asesinada hace cuatro décadas. Ahora un hombre está tras las rejas en Broward

A los 32 años, Evelyn Marie Fisher-Bamforth fue agredida sexualmente y asesinada en su casa móvil de Miramar. Después de más de 40 años de búsqueda, la Policía finalmente tiene a alguien tras las rejas en relación con el caso más antiguo de la Policía de Miramar.

Ronald Eugene Richards fue fichado el martes en la cárcel de Broward por cargos de homicidio en primer grado y agresión sexual después de ser acusado por un jurado de instrucción en diciembre. El hombre de 75 años ya estaba encerrado en Ohio cuando fue extraditado al sur de la Florida.

Richards, que vivía en la misma comunidad de casas móviles que Fisher-Bamforth, fue originalmente sospechoso en el asesinato de 1980, dijo el detective de homicidios de Miramar Jonathan Zeller al Miami Herald. Sin embargo, en aquel momento no había evidencia suficiente para proceder a su arresto.

Los detectives se centraron en Richards en los años 80, cuando los investigadores del Condado Volusia los llamaron para informarles que Richards era sospechoso de una brutal violación e intento de asesinato. Al ser interrogado por los detectives de Miramar, Richards negó conocer a Fisher-Bamforth o haberla visitado nunca.

Finalmente fue condenado por el intento de homicidio y agresión sexual del Condado Volusia en 1981. Richards estuvo recluido en una prisión de la Florida hasta 2020, cuando fue trasladado a Ohio, donde había sido condenado en 1975 por un homicidio involuntario. En el momento del asesinato de Fisher-Bamforth, estaba en libertad condicional por el cargo de Ohio.

En 2021, las nuevas tecnologías de ADN ayudaron a resolver el caso sin resolver y a relacionar a Richards con el crimen, según Zeller. Los avances mostraron que hay una probabilidad de una en 5,500 millones de que el autor no comparta el mismo perfil de ADN que Richards.

Zeller declaró al Miami Herald que se alegra que este caso se abra camino en el sistema judicial.

“No importa si ocurrió en 1980”, añadió. “Ya nadie puede esconderse con la tecnología del ADN”.

El caso también demuestra que, por mucho que pasara el tiempo, Fisher-Bamforth no cayó en el olvido.

El viudo John Bamforth, de 77 años, relató su vida con “Ev” o “Evie”, como llamaba a Fisher-Bamforth, tras el encausamiento en diciembre. Contó a reporteros cómo se conocieron en un bar de Canadá, cerca de un hospital en que Fisher-Bamforth trabajaba. La pareja se trasladó a las Islas Caimán y más tarde al sur de la Florida.

A Bamforth se le quebró la voz cuando habló de su esposa mientras lloraba. La muerte de su esposa, dijo, cambió su forma de ver la vida. Ya no es la persona confiada que solía ser.

“No creo en eso del cierre”, dijo Bamforth a los reporteros. “Uno nunca tiene un cierre... Pero sin duda la justicia para Evelyn es lo más importante”.