La muerte de Navalny: la macabra lista de los opositores de Putin que murieron en extrañas circunstancias
PARIS.- La muerte del líder opositor Alexei Navalny, que muchos expertos independientes consideran como una eliminación indirecta perpetrada por el Kremlin, se agrega a la extensa lista de víctimas atribuidas al presidente ruso Vladimir Putin desde que asumió el poder, hace 23 años. La última de las personalidades importantes eliminada en extrañas circunstancias fue el creador la milicia paramilitar Wagner, Yevgueni Prigozhin, muerto con otras cinco personas en un sospechoso accidente aéreo el 28 de agosto 2023, ocurrido pocos días después de una sublevación contra el Kremlin.
Esa lista macabra —no exhaustiva— incluye principalmente a Anna Politkovskaya, periodista del diario opositor de Novaïa Gazeta, acribillada a balazos en el hall del edificio donde vivía, el 7 de octubre de 2006, día del cumpleaños del líder ruso. Pocas semanas después, en diciembre de 2006, el exespía Alexandre Litvinenko fue envenenado en Londres con polonio 210.
El 19 de enero de 2009 el abogado de derechos humanos Stanislav Markelov y la periodista Anastassia Baborova fueron asesinados a balazos en el corazón de Moscú.
El opositor Serguei Magnitsky, famoso por sus denuncias de importantes casos de corrupción implicando a altos funcionarios del régimen, falleció en prisión en 2009 tras haber vivido los últimos meses privado de cuidados médicos para atender su cáncer de páncreas.
La militante chechena Natalia Estemirova fue secuestrada en la ciudad de Grozny —capital de Chechenia— el 15 de julio de 2009 y hallada muerta poco después, acribillada a balazos.
El periodista moscovita Mikhail Beketov también murió tras haber sido salvajemente torturado. Luego de varios meses en coma y la amputación de una pierna, falleció en un hospital de Moscú el 8 de abril de 2013.
Otro crimen político emblemático, que tuvo repercusión mundial, fue la muerte del principal líder opositor, Boris Nemtsov, asesinado a balazos en la noche del 27 de febrero de 2015 mientras cruzaba a pie un puente ubicado a pasos de la Plaza Roja y el Kremlin.
El militante pro-democrático Vladimir Kara-Murza, que había sido condenado a 25 años de prisión en abril de 2023, fue dos veces envenenado, en 2015 y 2017. El primer intento de asesinato ocurrió apenas dos meses después de la muerte de Nemtsov. Colocado en coma artificial, fue trasladado a Estados Unidos. Luego de su regreso a Moscú fue nuevamente encarcelado en 2022 por haber denunciado públicamente la guerra en Ucrania y aún se encuentra sometido a un régimen carcelario de extrema severidad.
El ex espía Serguei Skripal y su hija escaparon milagrosamente con vida tras haber sido envenenados en Salisbury (Gran Bretaña) con gas Navichok.
Se trata del mismo veneno con el cual el servicio de inteligencia ruso FSB intentó asesinar a Navalny en 2020. El dirigente opositor, célebre por sus denuncias acerca de la corrupción de Putin y de otros altos dirigentes del Kremlin, consiguió sobrevivir en ese momento gracias a su rápido traslado a Alemania, donde pudo recuperarse. Pero ni su mujer ni sus amigos lograron convencerlo de que permaneciera en ese país para no caer nuevamente en las garras del régimen ruso. Apenas regresó a Rusia, fue encarcelado, enjuiciado y detenido en una cárcel de Moscú hasta que recientemente su pena fue ampliada a 19 años. Hace un mes fue trasladado a la prisión de máxima seguridad “Lobo Polar”, ubicada en la región del Ártico ruso.
Además de esos opositores, la lista de víctimas de Putin incluye otras 39 personalidades de diverso origen —oligarcas, funcionarios, espías, militares o empresarios— que murieron en extrañas circunstancias en los últimos dos años después de haber criticado la intervención rusa en Ucrania.