La muerte de un joven negro en Cuba desata críticas a la brutalidad policial y el racismo

La reciente muerte de un adolescente negro a manos de la policía en Cuba y los inquietantes detalles captados en video han llamado la atención sobre la brutalidad policial y la discriminación racial en la isla.

El Ministerio del Interior de Cuba (MININT), a cargo de la Policía Revolucionaria, admitió en un comunicado haber dado muerte a una persona no identificada cuando los agentes abrieron fuego el pasado viernes en la escena de una pelea en el barrio Condado Sur de Santa Clara.

El comunicado publicado el sábado no nombra al fallecido, pero medios independientes cubanos y su padre, Yosvany Batista Gómez, lo identificaron como Zidan Batista Álvarez, de 17 años.

Una segunda persona “ajena al altercado” también resultó herida, según el comunicado.

Hay poca claridad sobre lo sucedido el viernes.

Según la versión oficial, el homicidio fue en defensa propia porque el joven estaba armado con un cuchillo y un machete y presuntamente intentó agredir a uno de los agentes.

“Ante el peligro inminente de la vida del oficial, sus compañeros hicieron uso del arma reglamentaria, en defensa de su integridad física,” señala el comunicado publicado en medios estatales. “En el lamentable incidente, falleció el agresor principal, caracterizado por una conducta violenta, con múltiples antecedentes delictivos”.

En una publicación de Facebook, su padre, un pastor, dijo que él y su hijo estaban en una pelea con un grupo de personas cuando llegó la policía, y los oficiales se abalanzaron sobre ellos y comenzaron a golpearlos “sin hacer preguntas”.

Batista Gómez no negó que su hijo tuviera un machete, pero dijo que el uso de armas de fuego constituyó un empleo “innecesario” de fuerza y que había otras formas de desarmarlo. En cambio, dijo, le dispararon dos veces, en el muslo y en el pecho.

El padre dijo que previamente había presentado informes a la policía varias veces quejándose de las otras personas involucradas en el incidente del viernes, quienes, dijo, habían amenazado a su hijo y a su novia. El adolescente era padre de una niña de un año.

Batista Gómez también cuestionó la versión policial de que su hijo era un “antisocial” porque participó en las manifestaciones antigubernamentales de julio del año pasado.

No está claro dónde ocurrió el tiroteo, pero un video publicado en las redes sociales muestra cuando una multitud comienza a correr en las calles después de que se escuchan dos disparos.

Para cuando el MININT emitió su comunicado, ya habían circulado en las redes sociales varios videos del hecho, lo que provocó una avalancha de críticas a la actuación policial.

Algunos videos muestran a un hombre, supuestamente Batista Álvarez, retenido en el suelo en la calle, rodeado por varios policías y una multitud de transeúntes mirando a cierta distancia.

En uno de los videos, se lo ve en el suelo, esposado y sangrando pero aún moviéndose, momentos después de que supuestamente le dispararon, según la persona que grabó.

“A tiros, a tiros, no pude grabar los disparos.... Lleno de sangre”, dice el hombre no identificado.

En un perturbador momento captado en video y ampliamente difundido en las redes sociales, un oficial de policía lo pateó y apuntó con un arma mientras él joven se retorcía en el suelo. En otro video aparentemente filmado momentos después, la persona que se cree que es Batista Álvarez no se mueve. No está claro si estaba vivo en ese momento. Un hombre se acerca e intenta levantarlo, pero un policía lo golpea con su porra para impedir que ayude al adolescente.

Una mujer grita en el video, “¿Por qué dejan a ese tipo ahí?”. Otro dice: “Se va a morir”.

En ningún momento los videos muestran esfuerzos para brindarle atención de emergencia. La escena se desarrolló frente a una multitud de vecinos y transeúntes.

El tema racial en Cuba

Muchos cubanos en las redes sociales condenaron el asesinato, compartiendo la etiqueta #JusticiaparaZidan Algunos hicieron comparaciones con los eventos de brutalidad policial contra los afroamericanos en Estados Unidos.

“Resulta que hay un país donde la policía te puede matar impunemente solo por ser un joven negro y luego los medios de comunicación se encargan de presentarte como delincuente,” dijo Roberto Garcés Marrero, antropólogo cubano residente en México. “No, no hablo de Estados Unidos, hablo de Cuba”.

La violencia policial racializada no es un problema exclusivo de Estados Unidos, dice Alejandro de la Fuente, profesor de Estudios Africanos y Afroamericanos y director del Instituto de Investigación Afrolatinoamericano de la Universidad de Harvard.

“De hecho, el país de las Américas donde el mayor número de personas afrodescendientes muere a manos de la policía cada año es Brasil,” dijo. “Cuba no es ajena a estas dinámicas, que ahora son crecientemente visibles. El racismo estructural no tiene fronteras y, en este, como en muchos otros temas, ya no es posible pensar a Cuba desde una narrativa de excepcionalidad”.

Desde 2020, la sociedad civil independiente cubana ha documentado al menos cuatro ejecuciones extrajudiciales de jóvenes negros a manos de la policía, incluida la de Diubis Laurencio Tejeda, baleado por un agente durante la protesta del 11 de julio del año pasado.

Las “escalada” de violencia policial sigue un mismo “patrón alarmante”, dijo el historiador cubano Leonardo Fernández Otaño, quien también fue arrestado por participar en las protestas de julio del año pasado. Todos los incidentes involucraron a afrodescendientes de barrios pobres y policías usando sus armas de fuego; fueron justificados por las autoridades cubanas y no provocaron procesos legales contra los oficiales, dijo en Twitter después del asesinato del adolescente el viernes.

“Estas ejecuciones extrajudiciales están alineadas con lo que estoy viendo ahora con esta más reciente”, dijo Amalia Z. Daché, académica afrocubana estadounidense y profesora asociada de educación superior en la Universidad de Pensilvania. “Aquí hay un joven negro que fue asesinado, y la policía le disparó, estaba en el suelo, y no hay respeto por la humanidad de este joven”.

“Hay una dinámica racial ligada a esto”, dijo.

El descontento entre los afrocubanos ha aumentado y muchos se unieron a las protestas antigubernamentales en toda la isla el 11 de julio del año pasado.

A pesar de las promesas tempranas de Fidel Castro de eliminar el racismo, las desigualdades raciales persistieron y se han vuelto más flagrantes en los últimos 30 años, en los que se han profundizado las diferencias económicas entre las poblaciones blanca y negra de la isla. Los académicos han descubierto que es menos probable que los negros reciban remesas del exterior o encuentren trabajo en sectores lucrativos como el turismo o el sector privado. La discriminación racial de los jóvenes negros por parte de la policía ha sido un tema central en el movimiento hip-hop de Cuba durante años.

Debido a la propaganda del gobierno cubano sobre el igualitarismo, existe este “punto ciego” y “vacilación” sobre Cuba entre las personas de color y las personas que siguen los movimientos de justicia social en Estados Unidos, dijo Daché. Mucho se ha dicho sobre el apoyo de Castro al movimiento por los derechos civiles, pero “simplemente usó el movimiento por los derechos civiles como una cortina para ocultar cómo estaba oprimiendo a los negros en Cuba, cómo estaba disminuyendo el activismo de los negros en Cuba”.

Daché dijo que es poco probable que la familia de Batista Álvarez, el adolescente asesinado el viernes, encuentre justicia.

“Mira cuál fue su respuesta; su respuesta fue, criminalicemos. Hagámoslo como si esta persona fuera una desviada”, dijo. “Pero adivina qué, sabemos esto. Cuando se trata de las herramientas de represión del estado en sociedades dictatoriales, siempre van a racionalizarlo criminalizando a los sujetos. Y esos tienden a ser personas de piel más oscura”.