Muere el político de extrema derecha Jean-Marie Le Pen, "el diablo de la República" de Francia
El político francés de extrema derecha Jean-Marie Le Pen murió a los 96 años, según informó su familia este martes.
Le Pen, que se encontraba internado desde hacía varias semanas en un centro asistencial, falleció el martes al mediodía "rodeado de sus seres queridos", indicó la familia.
Negacionista del Holocausto y extremista impenitente en cuestiones de raza, género e inmigración, Le Pen fundó el partido francés de extrema derecha Frente Nacional en 1972.
Llegó a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales contra Jacques Chirac en 2002.
La más joven de las tres hijas de Le Pen, Marine, asumió la jefatura del partido en 2011. Desde entonces, rebautizó el partido como Agrupación Nacional, convirtiéndolo en una de las principales fuerzas políticas de Francia.
Jordan Bardella, quien sucedió a Marine Le Pen como presidente del partido en 2022, afirmó que Jean-Marie "siempre sirvió a Francia" y "defendió su identidad y soberanía".
Por su parte, el nacionalista de extrema derecha Eric Zemmour dijo en X que "más allá de las controversias y los escándalos", Le Pen será recordado por ser "uno de los primeros en alertar a Francia de las amenazas existenciales que acechan".
El primer ministro francés, François Bayrou, afirmó que cualquiera que se enfrentó a Le Pen "sabía qué luchador era", mientras que el ministro del Interior, Bruno Retailleau, ofreció sus condolencias a la familia de Le Pen y dijo que "se pasó una página de la historia francesa".
En el otro extremo del espectro político, Jean-Luc Mélenchon, líder del partido de izquierda radical La Francia Insumisa (LFI), señaló que el respeto a la dignidad de los muertos y el dolor de sus familiares "no anula el derecho a juzgar sus actos. Los de Jean-Marie Le Pen son insoportables".
"La lucha contra este hombre ha terminado. La lucha contra el odio, el racismo, la islamofobia y el antisemitismo que difundió continúa".
Figura controvertida
Durante varias décadas, Le Pen fue la figura política más controvertida de Francia.
Sus críticos lo denunciaron como un intolerante de extrema derecha y los tribunales lo condenaron varias veces por sus comentarios radicales.
En una famosa entrevista de 1987, restó importancia al Holocausto, el asesinato de seis millones de judíos por parte de la Alemania nazi.
"No digo que las cámaras de gas no existieran. Nunca las vi personalmente", le dijo a un entrevistador. "Nunca he estudiado particularmente el tema, pero creo que son un detalle de la historia de la Segunda Guerra Mundial".
Francia tiene leyes estrictas contra la negación del Holocausto y Le Pen fue condenado por negar crímenes contra la humanidad y multado con 30.000 euros (US$31.180).
El exlíder del Frente Nacional fue condenado por el mismo delito en 2012 después de decir que la ocupación nazi de Francia "no había sido particularmente inhumana".
Aun así, las estridentes políticas antiinmigratorias de Le Pen atrajeron a los votantes.
En las elecciones presidenciales de 1988, obtuvo el 14% de los votos. Esa cifra aumentó al 15% en 1995, y en 2002 Le Pen llegó a la ronda final de las elecciones presidenciales.
Sin embargo, los partidos de todo el espectro político llamaron a sus partidarios a votar en su contra, y su oponente Chirac ganó con el 82%.
En 2015, fue expulsado de Agrupación Nacional después de repetir su infame negación del Holocausto.
La destitución también se produjo durante una disputa pública con su hija, quien lo acusó de reiterar la negación del Holocausto para tratar de "rescatarse de la oscuridad".
"Tal vez al deshacerse de mí quería hacer algún tipo de gesto hacia el establishment", le diría más tarde Le Pen a Hugh Schofield de la BBC.
"¡Pero imagina cuánto mejor le habría ido si no me hubiera excluido de la fiesta!".
Su vida
Jean-Marie Le Pen nació en el pequeño pueblo bretón de La Trinité-sur-Mer el 20 de junio de 1928.
Perdió a su padre a los 14 años cuando su barco pesquero chocó contra una mina alemana durante la Segunda Guerra Mundial.
Le Pen se convirtió en Pupille de la Nation (el término que las autoridades francesas utilizan para designar a quienes tenían un padre herido o muerto en la guerra), lo que le dio derecho a recibir financiación y apoyo del Estado.
Dos años después, intentó unirse a la Resistencia francesa, pero fue rechazado. En su autobiografía escribió que su primera "condecoración de guerra" fue una "bofetada magistral" de su madre, cuando llegó a casa y le contó lo que había intentado hacer.
En 1954, Le Pen se unió a la Legión Extranjera Francesa. Fue destinado a Indochina (hoy Vietnam, Camboya y Laos, en aquel momento controlados por Francia) y, dos años más tarde, a Egipto, donde Francia, Reino Unido e Israel invadieron el país en un intento de hacerse con el control del Canal de Suez.
Ambos conflictos terminaron con la derrota francesa.
Pero fue su estancia en Argelia la que definiría gran parte de su política y de su carrera.
Fue destinado allí como oficial de inteligencia, cuando los argelinos libraban una brutal pero finalmente exitosa guerra de independencia contra París.
Le Pen vio la pérdida de Argelia como una de las grandes traiciones de la historia francesa, lo que alimentó su odio hacia el héroe de la Segunda Guerra Mundial y entonces presidente Charles de Gaulle, quien puso fin a la guerra por la colonia.
Durante esa guerra de independencia, se lo acusó de participar en la tortura de prisioneros argelinos, algo que siempre negó.
Décadas más tarde, demandaría sin éxito a dos periódicos franceses, Le Canard enchaîné y Libération, por informar sobre las acusaciones.
Ascenso político
Le Pen fue elegido por primera vez para el parlamento francés en 1956 en un partido dirigido por el líder de derecha Pierre Poujade. Pero se distanciaron y Le Pen regresó brevemente al ejército en Argelia. En 1962 había perdido su escaño en la Asamblea Nacional y pasaría la década siguiente en el desierto político.
Durante un período en 1965 como director de campaña del candidato presidencial de extrema derecha Jean-Louis Tixier-Vignancour, Le Pen defendió al gobierno en tiempos de guerra del mariscal Pétain, que apoyaba a las fuerzas de ocupación nazi alemanas.
"¿Fue el general De Gaulle más valiente que el mariscal Pétain en la zona ocupada? No lo sé con certeza. Era mucho más fácil resistir en Londres que en Francia", afirmó.
Fue durante la campaña electoral que perdió la visión del ojo izquierdo. Durante varios años llevó un parche en el ojo, lo que dio pie a historias sobre una supuesta pelea política. En realidad, lo había perdido mientras montaba una tienda de campaña.
"Mientras blandía el mazo... recibí un golpe en el ojo, tuve que ser hospitalizado. Desprendimiento de retina", escribiría en sus memorias años después.
El verdadero ascenso político de Le Pen no comenzó hasta 1972, cuando fundó el Frente Nacional (FN), un partido de extrema derecha creado para unificar el movimiento nacionalista en Francia.
Al principio, el partido tenía poco apoyo. Le Pen se presentó a la presidencia en 1974 por el FN, pero obtuvo menos del 1% de los votos. En 1981, ni siquiera consiguió suficientes firmas para su candidatura.
Pero el partido fue atrayendo gradualmente a los votantes con su política antiinmigratoria cada vez más estridente.
En particular, el sur de Francia, donde se habían instalado numerosos inmigrantes norteafricanos, empezó a apoyar al FN, que en las elecciones europeas de 1984 obtuvo el 10% de los votos.
El propio Le Pen consiguió un escaño en el Parlamento Europeo, que ocuparía durante más de 30 años.
Como eurodiputado, expresó su odio hacia la Unión Europea y lo que consideraba una intromisión de ésta en los asuntos franceses. Más tarde llamaría al euro "la moneda de la ocupación".
Pero su creciente fortuna política no le impidió expresar opiniones impactantes como sus comentarios sobre el Holocausto, que lo perseguirían el resto de su carrera.
Cuando logró llegar a la última ronda de las elecciones presidenciales en 2002, el resultado conmocionó a la sociedad francesa. Más de un millón de manifestantes salieron a las calles para oponerse a las ideas de Le Pen.
El político de extrema derecha provocó tal repulsión que la mayoría que los partidos de todo el espectro político pidieron a sus partidarios que respaldaran al presidente Jacques Chirac para un segundo mandato.
Chirac obtuvo el 82% de los votos, la mayor victoria en la historia política francesa.
Sucesión
Le Pen se presentó de nuevo a las presidenciales en 2007, pero para entonces su estrella política ya se había apagado.
Le Pen, entonces el candidato de mayor edad en presentarse a las presidenciales, quedó en cuarto lugar.
A los pocos meses de esa votación, el recién elegido presidente Nicolas Sarkozy -a quien Le Pen había atacado por ser "extranjero" debido a sus ancestros griegos, judíos y húngaros- aprovechó en las elecciones legislativas los principales temas de campaña del FN, la seguridad nacional y la inmigración, y declaró abiertamente que tenía la intención de ir a buscar los votos del FN.
Le quitó el piso al FN. El partido de Le Pen no logró obtener ni un solo escaño en la Asamblea Nacional y, acosado por problemas financieros, anunció planes de vender la sede de su partido fuera de París.
En 2011, renunció como líder del partido y fue reemplazado por su hija Marine.
Padre e hija se distanciaron casi inmediatamente. Marine Le Pen deliberadamente alejó al partido de las políticas más extremas de su padre, para hacerlo más atractivo a los votantes euroescépticos de la corriente dominante.
Entonces la relación se rompió irremediablemente.
En 2015, Jean-Marie Le Pen repitió su negación del Holocausto en una entrevista radial. Después de meses de amargas disputas legales, los miembros del partido FN finalmente votaron a favor de expulsar a su propio fundador.
Dos años más tarde, durante su propia campaña presidencial, Marine cambió el nombre del partido a Rassemblement National (Agrupación Nacional).
Su padre condenó la acción como suicida.
Pero Jean-Marie Le Pen no se arrepintió. Incluso se mostró optimista respecto de los conflictos con su familia, al menos públicamente.
"¡Es la vida! La vida no es un arroyo tranquilo y sereno", dijo.
"Estoy acostumbrado a la adversidad. Durante 60 años he remado contra la corriente. ¡Nunca hemos tenido el viento a favor! ¡No, de hecho, a lo que nunca nos hemos acostumbrado es a la vida fácil!".
*Basado en reportajes de Laura Gozzi y Toby Luckhurst de BBC News
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