Esto no muere aquí. Juego de peloteros cubanos independientes en Miami llena el diamante de optimismo

Pudo haber sido una noche triste.

La noticia de que la Serie Intercontinental había sido cancelada por sus organizadores debido a las presiones del gobierno y las autoridades deportivas de Colombia en contubernio con el régimen de La Habana, parecía marcar el choque de exhibición entre el equipo de peloteros cubanos independientes y los Sharks del Miami-Dade College.

Sin embargo, desde ejecutivos de la Federación de Peloteros Profesionales de Cuba (FEPCUBE), hasta los jugadores -y los centenares de aficionados que abarrotaron las gradas del recinto norte de esa casa de estudios- se percibía una sensación que había más para celebrar y que lo mejor estaba por venir.

“Esto es apenas un comienzo y vendrán muchas más cosas’’, expresó Armando Llanes, presidente de FEPCUBE.

“Nuestra meta no solo era el torneo de Colombia sino apoyar a todos los peloteros cubanos dondequiera que se encuentren. Este es un proyecto a largo plazo que ha dado un primer paso nada más’’.

El choque, ganado 3-2 por FEPCUBE, estuvo cargado de simbolismo, desde unos Yuli Gurriel y Jorge Soler que llegaron con sus gorras de los Miami Marlins, hasta un Yuniel Escobar que fue de los más premiados por el público que por primera vez veía reunía en una misma alineación a grandes estrellas del béisbol.

René Arocha (der.) y el coach de banco de FEPCUBE Euclides Rojas comparten un momento antes del juego, el 17 de enero de 2024 en Miami.
René Arocha (der.) y el coach de banco de FEPCUBE Euclides Rojas comparten un momento antes del juego, el 17 de enero de 2024 en Miami.

Un momento especial fue cuando René Arocha, el primer pelotero estelar que escapó de su generación rumbo a las Mayores a principios de los años 90, lanzó la bola ceremonial que inauguraba el encuentro y era recibido por Bárbaro Garbey, quien había hecho lo mismo en los 80.

“Para mí esto es muy importante porque estamos rodeados de un grupo de peloteros que están haciendo historia’’, afirmó Arocha. “A pesar de los pesares, ha sido muy bueno que estos peloteros del exilio se hayan reunido para hacer esto. Se dé el evento o no, lo tratamos. Fui de los primeros en dar el paso y esto en esos momentos era impensable. Algo estamos logrando. Esto no muere aquí. Hubo una gran traba con esto de Colombia, pero va a haber un futuro’’.

Otro momento que detuvo los corazones sucedió cuando le tocó el turno de lanzar a Edilberto Oropesa, quien a los 52 años vino en función de relevo para sacar dos outs antes de irse al dogout embargado de emociones y lágrimas por haber tirado con una selección de cubanos.

A pesar de que los estelares jugaron un par de entradas a lo sumo y cedieron sus puestos a prospectos, la interacción con el público rebasó las expectativas y a figuras como Aroldis Chapman debe estar dolíendole la mano ahora mismo de tantos autógrafos firmados.

Ver a Jorge Soler consumir turno detrás de Yuli Gurriel ya pagaba la entrada del juego.
Ver a Jorge Soler consumir turno detrás de Yuli Gurriel ya pagaba la entrada del juego.

Pero quizá la visita más especial fue la de los ex campeones mundiales Yordenis Ugás, un verdadero hermano de vida de Chapman, y de Robeisy Ramírez, todavía fresco de su tremenda batalla contra el mexicano Rafael “Divino’’ Espinoza.

“Tengo amistad con muchos de los que aquí están y segundo, el apoyo a la causa para que los cubanos libres podamos hacer lo que queramos’’, indicó el Tren de Cienfuegos. “Desde que empezó la idea me encantó. Siempre van a tener mi apoyo’’.

Al final, todos se fueron con la idea de haber visto algo único y contemplar a Soler consumir turno detrás de Gurriel ya pagaba la entrada, pero también quedó en el aire la idea de que, por encima de cualquier presión del régimen de La Habana, la FEPCUBE va a continuar con sus esfuerzos de aglutinar a todos los peloteros cubanos estén donde estén.

“Ellos piensan que esto se ha terminado aquí’’, comentó una persona importante dentro de la organización.

“Lo que no saben es que esto apenas comienza. Van a tener que gastar mucho capital político presionando a todos los gobiernos del mundo, pero esto no lo para nada nadie’’

Pudo haber sido una noche cruel...y no lo fue.