Muere bajo custodia chavista Juan Almeida, el hacker de Tareck El Aissami

Juan Almeida, el hacker que por años intervino las cuentas privadas de periodistas y opositores venezolanos, falleció está semana, convirtiéndose en la segunda figura chavista en ser arrestada por corrupción por el régimen de Nicolás Maduro que pierde la vida.

Almeida, alias “N33” , era conocido por las operaciones de piratería cibernética que ejecutaba a servicio del antiguo número tres del chavismo, Tareck El Aissami, para desprestigiar a quienes se atrevían a criticar o publicar noticias que dañaban la imagen del ex ministro.

El hacker fue detenido el mes pasado junto a sus hermanos bajo acusación de lavar fondos de la corrupción a través de criptomonedas. A diferencia de la gran mayoría de los más de 60 chavistas que han caído en la purga del régimen, Almeida fue favorecido con una medida de arresto domiciliario debido a que se encontraba bajo un estado delicado de salud.

“El Ministerio Público @MinpublicoVEN informa el fallecimiento del ciudadano Juan Almeida quien sufría - desde hace tiempo - de una enfermedad terminal diagnosticada como cirrosis hepática”, informó en la madrugada del martes el fiscal Tarek William Saab.

“Al momento de su deceso se encontraba en su residencia: luego de serle otorgada la medida humanitaria de arresto domiciliario, en razón de ser uno de los investigados por la trama PDVSA/Cripto,” agregó.

Almeida es el segundo funcionario arrestado en la jornada contra la corrupción que fallece bajo la custodia del servicio de seguridad del régimen, entidades que han sido sido acusadas por organismos internacionales de derechos humanos de hacer uso sistemático de la tortura.

Semanas atrás, el propio Saab anunció la muerte del detenido presidente de la estatal Cartones de Venezuela, Leoner Azuaje, explicando que se había suicidado cuando se encontraba bajo custodia.

Saab es el mismo funcionario del régimen que en el 2018 declaró como suicidio la muerte del dirigente opositor Fernando Albán, cuyo cuerpo sin vida fue lanzado desde el décimo piso de la sede en Caracas del Servicio Bolivariano de Inteligencia para camuflajear las lesiones que había sufrido bajo tortura.

Almeida era considerado como un personaje de cuidado debido a las operaciones de piratería cibernética que ejecutaba a nombre de las figuras del régimen, en ocasiones interviniendo los portales de noticias venezolanos que se atrevían a reportar informaciones negativas sobre el régimen y en particular sobre El Aissami.

De la misma manera, el hacker chavista también amenazaba públicamente a los periodistas independientes, advirtiéndoles que publicaría información privada de ellos si no dejaban de reportar los hechos.

Posteriormente, Almeida pasó a hacer negocios en el mundo de las criptomonedas, según una investigación del portal de noticias La Patilla.

Conjuntamente con el hermano de El Aissami, Feras El Aissami, creó la granja de criptomonedas “más grande del país”, consumiendo tanta energía que la red eléctrica del país sufrió daños en consecuencia, señaló el portal.