Muere a los 70 años el actor Paul Reubens, intérprete de Pee-wee Herman

LOS ANGELES (AP) — Paul Reubens, el actor y comediante cuyo personaje Pee-wee Herman se convirtió en un fenómeno cultural en la década de 1980 a través de películas y programas de televisión, ha fallecido. Tenía 70 años.

Reubens, quien encantó a los fans en la película “Pee-wee’s Big Adventure” (“La gran aventura de Pee-wee)” y la serie de televisión “Pee-wee’s Playhouse”, falleció el domingo por la noche tras una lucha de seis años contra el cáncer que no reveló a sus seguidores, dijo su publicista en un comunicado.

“Acepten mis disculpas por no hacer público lo que he enfrentado en los últimos seis años”, dijo Reubens en un comunicado emitido con el anuncio de su muerte. “Siempre he sentido una gran cantidad de amor y respeto por parte de mis amigos, fans y simpatizantes. Los he querido mucho a todos y he disfrutado haciendo arte para ustedes”.

Creado para el teatro, el personaje de Pee-wee con su traje gris demasiado ajustado, mocasines gruesos blancos y pajarita roja, se convertiría en una constante cultural en el entretenimiento tanto para adultos como para niños durante gran parte de la década de 1980, aunque un arresto por exposición indecente en 1991 enviaría al personaje al exilio en la industria durante años.

Con una risa que marcaba cada oración y fases pegajosas como: “Sé que lo eres, pero ¿qué soy yo?”, además de un baile sobre una mesa con la canción de Champs “Tequila” en un bar de motociclistas en “Pee-wee’s Big Adventure”, Reubens solía ser imitados por fans para la alegría de algunos y la molestia de otros.

Reubens creó a Pee-wee cuando formaba parte del grupo de improvisación de Los Angeles The Groundlings a fines de la década de 1970. El “Pee-wee Herman Show” en vivo debutó en un teatro de Los Angeles en 1981 y fue un éxito tanto para los niños durante matinés, como para los adultos en un espectáculo de medianoche.

El espectáculo se parecía mucho al formato que seguiría años más tarde en su programa de televisión matutino “Pee-wee’s Playhouse”, que se transmitiría los sábados, en el que Herman vivía en una casa salvaje y alocada a la que llegaban diversos visitantes, incluido uno, el Capitán Karl, interpretado por el difunto astro de “Saturday Night Live”, Phil Hartman. En la trama, Pee-wee anhela secretamente volar, pero cuando el genio Jambi le concede un deseo, se lo da a un amigo.

HBO transmitiría el programa como un especial.

“Pee Wee cumplió su deseo de volar”, tuiteó Steve Martin después de su muerte. “Gracias Paul Reubens por la brillante comedia fuera de lo común”.

Reubens llevó a Pee-wee a la pantalla grande en “Pee-wee’s Big Adventure” de 1985 en la que su personaje vive una aventura por todo Estados Unidos. Se dice que la película, en la que alguien se roba la preciada bicicleta de Pee-wee, se basa libremente en el clásico neorrealista italiano de Vittorio De Sica “Ladri di biciclette” (“El ladrón de bicicletas”). La película, dirigida por Tim Burton y coescrita por Hartman de “Saturday Night Live”, llevó a Pee-wee a una gira nacional. El filme fue un éxito, recaudó 40 millones de dólares y continuó generando seguidores de culto por su extravagancia.

Una secuela siguió tres años más tarde con “Big Top Pee-wee” (“El gran Pee-Wee”), en el que Pee-wee busca unirse a un circo, este filme no fue tan bien recibido como el primero y el personaje de Reubens no obtendría otro papel protagónico en una película hasta “Pee-wee’s Big Holiday de 2016”, para Netflix. Judd Apatow produjo el renacimiento de Pee-wee en la pantalla grande.

Su serie de televisión, “Pee-wee’s Playhouse”, estuvo al aire durante cinco temporadas, ganó 22 premios Emmy y atrajo no sólo a niños sino también a adultos a la televisión de los sábados por la mañana.

Tanto absurdo como subversivo y defensor de la inconformidad, el universo de Pee-wee era un lugar alucinante, poblado por cosas como un sillón parlante y un pterodáctilo amistoso. El anfitrión, a quien le gustan las palabras secretas, ama tanto la ensalada de frutas que una vez se casó con ella. El programa fue un éxito porque funcionaba para personas de diferentes edades, a pesar de que Reubens insistía en que ese no era su plan.

“Es para niños”, dijo Reubens a The Associated Press en 2010. “Durante años, la gente ha intentado convencerme de que dijera: ‘No era realmente para niños’. Incluso el espectáculo original era para niños. Siempre me censuré para que fuera apto para niños”.

“Todo ha sido sólo hecho con intuición desde el principio”, dijo Reubens a la AP. “Eso es todo lo que es y creo que siempre lo será. Por mucho que la gente quiera que lo diseccione y lo explique, no puedo. Uno, no lo sé, y dos, no quiero saber, y tres, siento que me hechizaré si lo sé”.

Jimmy Kimmel publicó en Instagram que “Paul Reubens era como nadie más: un comediante brillante y original que hacía reír a los niños y a sus padres al mismo tiempo. Nunca olvidaba un cumpleaños y compartía su genuino placer por las tonterías con todos los que conocía”.

La carrera de Reubens se descarriló cuando fue arrestado por exposición indecente en una sala de cine para adultos en Sarasota, Florida, donde creció. Le impusieron una pequeña multa, pero el daño al personaje fue incalculable.

Se convirtió en el blanco frecuente de los chistes de los programas de entrevistas nocturnos y la percepción de Reubens cambió de inmediato.

“En el momento en que me di cuenta de que mi nombre iba a ser dicho en la misma oración que niños y sexo, eso fue realmente intenso”, dijo Reubens a NBC en 2004. “Eso es algo que supe desde ese mismo momento, pase lo que pase más allá de ese punto, algo está allá afuera en el aire que es realmente malo”.

Reubens señaló que recibió muchas ofertas de trabajo, pero dijo a AP que la mayoría de ellas querían aprovechar “lo espeluznante de mi situación”, y él no quería hacerlas.

“Simplemente, cambió”, dijo. “Todo cambió.”

Aunque sí tuvo una oportunidad para burlarse de su imagen empañada. Apenas unas semanas después de su arresto, comenzó los Premios MTV a los Videos Musicales, subiendo solo al escenario y diciendo: ”¿Han escuchado algún buen chiste últimamente?” (Las apariciones de Herman en MTV impulsaron la popularidad de Pee-wee a principios de la década de 1980).

En 2001, Reubens fue arrestado y acusado de un delito menor de posesión de pornografía infantil después de que la policía incautara imágenes de su computadora y colección de fotografías, pero la acusación se redujo a un cargo de obscenidad y se le dio tres años de libertad condicional.

Reubens nació en Peekskill, Nueva York, su nombre verdadero era Paul Rubenfield, fue el mayor de tres hijos y creció principalmente en Sarasota donde sus padres tenían una tienda de lámparas y él montaba espectáculos de comedia para sus vecinos niños.

Después del bachillerato estudió actuación. Pasó un año en la Universidad de Boston y después fue rechazado por la escuela de artes Juilliard y la Universidad Carnegie-Mellon. Así que ingresó al Instituto de las Artes de California. Esto lo llevó a presentarse en clubes locales de comedia y en teatros, así como a entrar a The Groundlings.

Después del arresto de 1991 pasó casi toda una década interpretando personajes diferentes, incluyendo la película de Burton de 1992 “Batman Returns” (“Batman regres”), la película de “Buffy the Vampire Slayer” (“Buffy, cazavampiros”) y como invitado en la serie de televisión “Murphy Brown”.

También apareció en la película de comedia de 1999 “Mystery Men” (“Hombres misteriosos”) y en el drama de narcotraficantes de 2001 con Johnny Depp y Penélope Cruz “Blow” (“Blow: Inhala”).

Reubens, que nunca perdió su apariencia juvenil incluso a los 60 años, poco a poco volvería a recuperar a Pee-wee, y finalmente hizo una adaptación para Broadway de “The Pee-wee Herman Show” en 2010, y la película de Netflix de 2016.

Reubens era amado por sus colegas comediantes, y los fanáticos de Pee-wee eran numerosos y de diversos entornos.

El director Guillermo del Toro tuiteó el lunes que fue “uno de los santos patronos de todas las rarezas inadaptadas, extrañas, desajustadas, maravillosas y milagrosas”.

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Los periodistas de The Associated Press Alicia Rancilio y Jake Coyle contribuyeron a este despacho.