Moscú pide explicaciones a Berlín tras filtrar conversación entre militares alemanes sobre posibles ataques en Crimea
La escucha de una conversación de altos militares alemanes sobre posibles ataques al puente de Crimea, filtrada por Rusia, amenaza con elevar las tensiones entre Moscú, que exige explicaciones, y Berlín, que niega urdir planes de guerra y asegura que se trata de un caso más de desinformación rusa en medio de una guerra híbrida.
“Berlín está obligado a responder a nuestras preguntas y asumir la responsabilidad por la conversación de los militares del Bundeswehr (el Ejército alemán) contra el puente de Crimea”, declaró el lunes al canal RT la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova.
Del lado alemán la situación se ve desde una perspectiva completamente diferente y se advierte contra el riesgo de hacerle el juego al presidente ruso, Vladimir Putin, en sus intentos por dividir a la sociedad en Alemania y en Europa.
“Es un intento más de los muchos que hemos visto de dividir a la sociedad en Alemania y el Europa. No le debemos hacer el juego a Putin y por eso en estos casos hay que tener mucho cuidado con lo que se dice. Pero la idea de que Alemania esté planeando una guerra contra Rusia es absurda”, dijo el viceportavoz del Gobierno alemán, Wolfgang Büchner.
“Se usa esto para reforzar el relato de un Occidente agresivo y hacer olvidar que es Rusia la que está haciendo desde hace dos años una guerra de agresión”, agregó en la rueda de prensa ordinaria de los portavoces de los ministerios alemanes.
El audio de la conversación de cuatro altos oficiales alemanes, entre ellos el máximo responsable de la Fuerza Aérea alemana, fue publicado el pasado viernes por RT y reconocido como auténtico por el Ministerio de Defensa de Alemania, que ya anunció que iniciará una investigación a raíz de la filtración.
Moscú exige respuestas a Berlín
El embajador alemán en Moscú, Alexander Lambsdorff, acudió este lunes al Ministerio de Exteriores ruso, según Moscú llamado para expresarle una protesta por la presunta intención de bombardear con misiles alemanes Taurus el puente de Crimea mientras que Berlín asegura dicha cita estaba ya planificada desde hace semanas.
A su vez, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, calificó de “curiosa” la reacción de Berlín, que se preocupó más de la filtración que del contenido de la conversación.
“Es decir, el propio hecho de los preparativos de armamento alemán, de especialistas alemanes que operen estas armas, de ataques contra Rusia, incluyendo el puente de Crimea (…) no les sorprende. Y esto dice mucho”, afirmó durante una conferencia en la sureña ciudad rusa de Sochi.
Los Taurus en el centro de la polémica
En tanto, Alemania ha negado que urda planes de atacar a Rusia y calificó la reacción de Moscú a la filtración de “propaganda”.
El canciller alemán, Olaf Scholz, recalcó este lunes que no tiene intención de enviar misiles alemanes de largo alcance Taurus a Ucrania ya que “no se puede entregar un sistema de misiles de gran alcance sin considerar las posibilidades de controlarlo”.
“Y si es necesario este control, que solo puede llevarse a cabo con la participación de militares alemanes por lo que esta variante es totalmente inaceptable para mí”, dijo.
En Alemania hay desde hace semanas un debate sobre la necesidad de hacer más por Ucrania en momentos en que el Ejército ruso parece haber tomado la iniciativa en el frente y sobre la posibilidad de enviar los Taurus, sobre lo que hay posiciones encontradas dentro del Gobierno.
“Hasta 2024 Alemania ha aportado $7,000 millones a Ucrania, es el país que más aporta a Ucrania en Europa.
Alemania no necesita lecciones de como apoyar más a Ucrania. En ninguno de los países que hacen menos hay un debate como el nuestro”, dijo el portavoz de Exteriores alemán, Christian Wagner.
Temor a nuevas filtraciones
Los servicios alemanes de contraespionaje militar (MAPAD) han abierto una investigación para determinar si la filtración fue posible gracias a errores cometidos por los implicados.
Para ello, las autoridades alemanas deberán esclarecer si los oficiales tenían autorización para discutir las informaciones mencionadas, de las que una parte era de carácter delicado y no de dominio público y establecer si el canal empleado -la plataforma de videoconferencias WebEx- era el adecuado.
El incidente ha causado alarma en Alemania, ante la posibilidad de que no se trate de la única escucha y de que las comunicaciones del Ejército no dispongan de la seguridad adecuada.