‘En momentos como estos, estamos desesperados’: Dolientes se reúnen en funeral del policía de Chicago asesinado, Andrés Mauricio Vásquez Lasso

Para quienes lo conocían bien, el oficial de policía de Chicago, Andrés Mauricio Vásquez Lasso, era un amigo leal y confiable, aunque a veces al conocerlo parecía serio.

Para su madre, él era “mi oficial de policía”, como ella lo llamaba cariñosamente. Para algunos de sus colegas en la academia de policía, un amigo recordó con cariño, él fue el oficial que metió en problemas a la clase un día cuando llegó tarde.

Familiares, amigos y policías de Chicago compartieron el jueves emotivos tributos en la misa fúnebre de Vásquez Lasso, quien fue asesinado a tiros el 1 de marzo mientras respondía a una llamada al 911 en relación a un asunto doméstico. Los oficiales de policía llenaron las bancas de la Capilla del Santuario de St. Rita of Cascia para el servicio, presidido en inglés y español por el capellán de la policía de Chicago, el reverendo Dan Brandt y el reverendo Andrés Beltrán.

Los dolientes presentaron sus respetos a Vásquez Lasso con los solemnes rituales de un funeral policial. Bajo cielos nublados, oficiales y miembros de la comunidad se alinearon en las calles, saludando mientras una carroza fúnebre transportaba el ataúd de Vásquez Lasso a la iglesia del suroeste de la ciudad.

Los gaiteros tocaron afuera y decenas de autos de policía se alinearon en S. Western Ave., cuando el cuerpo de Vásquez Lasso pasó bajo una bandera estadounidense sostenida por dos escaleras extendidas de camiones de bomberos. Entre los asistentes se encontraban la alcaldesa Lori Lightfoot, el candidato a alcalde Paul Vallas y varios concejales.

“En momentos como estos, estamos desesperados. No creemos que a nadie realmente le importan los sacrificios que se hacen, o que conozcan el coraje y la valentía que se necesita para correr constantemente hacia el peligro”, comentó el superintendente de policía de Chicago, David Brown, a los dolientes. “No sabemos si alguien comprende completamente el trauma de ver a las personas en su peor momento o los horrores de ver la muerte, cuerpos destrozados, almas torturadas”.

Vásquez Lasso, de 32 años, emigró a Estados Unidos desde Colombia cuando tenía 18 años. Se matriculó en la universidad y se unió al Departamento de Policía de Chicago a los 27 años, dijo Bryan Spreyne, comandante del Distrito de Policía de Chicago Lawn donde estaba asignado Vásquez Lasso.

“Al igual que muchas personas en la ciudad en los últimos días, he estado tratando de encontrarle sentido a una tragedia que no tiene sentido”, agregó Spreyne, con la voz temblando por la emoción.

Spreyne dijo que Vásquez Lasso era un oficial humilde y dedicado que fue reconocido con premios y menciones. Conoció a su esposa, Milena Estepa de Vásquez, en un restaurante y los dos se volvieron inseparables. Cuando su hermana y su sobrina se mudaron a EEUU hace unos cuatro años, “no había duda” de dónde se quedarían, dijo.

Durante la homilía, Beltrán, un amigo de la familia, se dirigió a los dolientes en español y les dijo que el oficial llegó a Estados Unidos con la esperanza y el sueño de servir a muchas personas y hacer el bien.

“(Vásquez Lasso) entregó su vida sirviendo a lo que más amaba: la policía”, dijo. “Y nos deja, y nos despedimos de él, no solo como colombiano, sino como amigo, como colega, como padre de familia”.

Beltrán preguntó por qué el supuesto agresor de Vásquez Lasso tenía un arma.

“¿Qué hace un joven de 18 años con armas en las manos? ¿Qué hace un joven de 18 años amenazando a sus seres queridos?”. preguntó.

El sacerdote hizo señas a la familia de Vásquez Lasso para que se acercaran al ataúd, les pidió que pusieran sus manos sobre él y oró con ellos. Entre sollozos, Estepa de Vásquez, la viuda del oficial, en silencio agradeció a Dios por los años que fueron regalados junto a su esposo. Luego, la multitud estalló en aplausos después de una breve canción en español.

Steven Montaño, de 18 años, enfrenta cargos de asesinato en primer grado, junto con dos delitos graves relacionados con armas y cargos menores por interferir con un informe de violencia doméstica y agresión después de que los fiscales del condado de Cook alegaron que disparó y mató a Vásquez Lasso después de una persecución cerca de su casa en Gage Park.

Vásquez Lasso estaba entre los oficiales que respondieron a la cuadra 5200 S. Spaulding Ave., después de que una pelea entre Montaño y su novia se extendiera afuera.

Montaño amenazó con sacar su arma mientras discutía con su novia, tomó su teléfono para evitar que llamara al 911 y cargó contra ella, alegaron los fiscales. Montaño se escapó cuando llegó la policía y le disparó a Vásquez Lasso cerca de un parque infantil donde los niños se refugiaron debajo de un tobogán, según los fiscales. Vásquez Lasso disparó e hirió a Montaño, según la policía.

Durante la Misa, Saúl Cantería, un amigo y compañero oficial, recordó su vínculo con Vásquez Lasso en la academia de policía. Deseaba que pudieran pasar más tiempo juntos en el trabajo, aseguró.

“Siempre estábamos muy ocupados”, dijo Cantería.

En unos 15 días, dijo, los dos habrían cumplido cinco años desde que comenzaron su viaje policial juntos.

“Me dijiste que en Chicago hace demasiado frío. Te encantaba viajar a lugares soleados”, dijo Cantería sobre su amigo. “Bueno, Vásquez, ahora estás en el lugar más soleado de todos”.

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Este texto fue traducido por Leticia Espinosa/TCA