¿La MLS sacará provecho de su pretemporada durante los entrenamientos de primavera en Coachella?

Los Red Bulls de New York City se enfrentan al Galaxy de Los Ángeles en el Coachella Valley Invitational, en Indio, California, el 17 de febrero de 2024. (Alex Welsh/The New York Times).
Los Red Bulls de New York City se enfrentan al Galaxy de Los Ángeles en el Coachella Valley Invitational, en Indio, California, el 17 de febrero de 2024. (Alex Welsh/The New York Times).

INDIO, California — Una tarde de miércoles reciente, Dan Perkin y Scott Bissmeyer, compañeros de trabajo que estaban de vacaciones, se sentaron en unas gradas de metal para ver a los Timbers de Portland jugar contra los Earthquakes de San José en el primero de los cuatro partidos de pretemporada de la Major League Soccer (MLS) que se realizaron ese día.

Cada uno de ellos había gastado 125 dólares en pases VIP de un día, que incluían comida, bebida y acceso a tiendas de campaña para mantenerse frescos. Autodenominados como los “viajeros de la MLS”, ambos han visitado numerosos estadios de la MLS y han visto entrenar a a equipos en Tucson, Arizona, donde hasta 11 clubes se han reunido en el pasado para los entrenamientos de pretemporada.

Pero este año, con 12 equipos de la MLS, junto con dos de la United Soccer League y cuatro de la National Women’s Soccer League (NSWL), reunidos en una propiedad de 404 hectáreas en las afueras de Palm Springs, California, para el entrenamiento de pretemporada, Perkin y Bissmeyer decidieron ir a echar un vistazo.

“En comparación con Tucson, aquí organizaron una buena operación”, dijo Perkin sobre el área, el Empire Polo Club, mejor conocido como el lugar donde el Festival de Música de Coachella se realiza cada año. “Si vamos a conducir seis horas, más vale que lo disfrutemos”.

La MLS (y, más específicamente, el conglomerado de entretenimiento AEG, propietario del Galaxy de Los Ángeles, una de las 10 franquicias originales de la liga) espera que más aficionados comiencen a pensar como Perkin y Bissmeyer.

Durante años, las ligas deportivas profesionales han tratado de ganar dinero con sus pretemporadas al promocionarlas entre los aficionados que quieren ver de cerca a su equipo en un ambiente informal y menos costoso. La MLB tiene sus entrenamientos de primavera en Florida y Arizona, con camisetas y gorras exclusivas. Cada verano, los equipos de la NFL abren sus prácticas a los aficionados durante sus campamentos de entrenamiento. La NBA celebra su Summer League en Las Vegas.

Shaun Ilten, jefe de jardinería del Galaxy de Los Ángeles, prepara el campo en el Coachella Valley Invitational, en Indio, California, el 16 de febrero de 2024. (Alex Welsh/The New York Times).
Shaun Ilten, jefe de jardinería del Galaxy de Los Ángeles, prepara el campo en el Coachella Valley Invitational, en Indio, California, el 16 de febrero de 2024. (Alex Welsh/The New York Times).

Pero durante sus 30 años de historia, la MLS no había tenido muchos campamentos de entrenamiento a gran escala promocionados para los aficionados. La liga experimentó con el concepto a fines de la década de 1990, pero la iniciativa fracasó. Los equipos de estados con clima cálido prefieren quedarse en casa mientras otros equipos vuelan para entrenar en estados del Cinturón del Sol, la región de Estados Unidos que se extiende por las partes sur y suroeste del país desde Florida hasta California. Algunos equipos prefieren viajar a España, México y más allá para prepararse para la temporada. Este mes, el Inter de Miami voló a Asia y Arabia Saudita para presentar a Lionel Messi, aunque un partido de exhibición en Hong Kong salió mal cuando la estrella argentina no jugó.

Sin embargo, a finales de 2021, Dan Beckerman, director ejecutivo de AEG, tuvo una idea. ¿Qué pasaría si el Empire Polo Club pudiera reutilizarse para albergar equipos de la MLS en febrero, un mes relativamente tranquilo del cronograma? Beckerman pensó que AEG podría reunir a sus subsidiarias para vender patrocinios, boletos, mercadería y comida para darle al evento la sensación de un entrenamiento de primavera de béisbol, donde los aficionados pueden ver a varios equipos jugar cerca unos de otros.

“Me preguntaba si podríamos crear algo como la Cactus League con algo de competencia significativa y canchas de calidad”, dijo Beckerman, refiriéndose a los entrenamientos de primavera del béisbol que se llevan a cabo en Phoenix y sus alrededores. “Pero no tenía idea de si podría funcionar”.

Beckerman relató que, durante años, los clubes de fútbol cuyas sedes están situadas en lugares con climas fríos habían preguntado al Galaxy si podían entrenar en sus instalaciones en Carson, California. Pero allí solo existen ocho campos por lo que nunca hubo suficiente espacio. Entonces, a pesar de la posible incomodidad de que un equipo de la MLS gane dinero a costa de sus rivales, Beckerman le preguntó a Tom Braun, presidente de operaciones comerciales del Galaxy, si el club de polo podría usarse, en particular, sus exuberantes céspedes de pasto tipo Bermuda.

Braun ya había llegado a un acuerdo con seis equipos antes de descubrir que muchos de los campos tenían hendiduras causadas por los caballos de polo y los festivales de conciertos. El jefe de jardinería del Galaxy, Shaun Ilten, juntó suficientes campos a tiempo para el campamento de entrenamiento inaugural en 2022 que, debido a las restricciones por COVID-19, no contó con la presencia de aficionados.

Los equipos estaban complacidos y el año pasado se presentaron una docena de clubes y AEG vendió entradas y patrocinios. Este año, el Coachella Valley Invitational, como se le conoce, contó con 18 equipos. Se incluyeron camiones de comida y se pusieron a la venta productos exclusivos como gorros de pescador y calcomanías del equipo. Se esperaba que la asistencia creciera alrededor del 40 por ciento, a unos 30.000 aficionados durante los siete días de partido. El torneo por invitación termina el sábado, con juegos entre los equipos de la NSWL; la temporada de la MLS comenzó esta semana.

“Esta es nuestra versión de explorar ideas creativas e inusuales que no estén limitadas ni controladas por reglas o tradiciones”, dijo Braun. “Nuestro deseo es que los equipos se comprometan con esto a largo plazo”.

Los partidos de pretemporada no cuentan para la clasificación, pero son esenciales para los entrenadores, quienes necesitan evaluar a sus jugadores, y hacer esto en campos de alta calidad es fundamental para prevenir lesiones. AEG promete a cada uno de los equipos dos campos de práctica exclusivos y acceso a hoteles de cuatro y cinco estrellas con al menos 3500 metros cuadrados para reuniones, salas de formación y equipamiento. Los equipos pagan su viaje a California y los hoteles, así como lo que Braun llamó una tarifa de alquiler “razonable” por las canchas.

No hay vestidores, por lo que los jugadores vienen al club de polo ya vestidos con su uniforme de fútbol. A cada equipo se le asigna un encargado dedicado para atender las solicitudes de cada entrenador. AEG proporciona porterías, tiendas de campaña y otros materiales, y gastó alrededor de 2 millones de dólares en el alquiler de equipos de alta gama para un gimnasio improvisado.

A Neville y a otros entrenadores les gustó trabajar con los jugadores en semiaislamiento. Permite que sus equipos se unan durante la cena, las rondas de golf o los juegos de “teqball” o futmesa, un juego de pelota que combina elementos del fútbol y del tenis de mesa. La incorporación de aficionados, así como pequeños marcadores y locutores, también ayudó a darles a los juegos una sensación más auténtica.

“Definitivamente está más organizado este año, cuando llegamos aquí y jugamos”, dijo Keaton Parks, mediocampista del New York City FC. “El año pasado, se sintió más como una gira juvenil en la que nos sentábamos un rato esperando para jugar”.

De acuerdo con la reacción de muchos aficionados, el experimento ha tenido un buen comienzo. María De Luca, que vive en Toronto, estaba sentada con sus hijos, Emi, de 10 años, y Mati, de 11, viendo al United de Minnesota jugar contra el Fire FC de Chicago. Ella pensó que pagar 25 dólares por un pase de un día era una ganga, y permitió a los niños amantes del fútbol, quienes vestían camisetas de la selección nacional de Argentina con el nombre de Messi, conocer a los jugadores y ver el juego de cerca. Dijo que regresarían el año que viene porque su marido asistía a una conferencia anual en Palm Springs.

“El fútbol lo es todo para estos muchachos”, dijo, señalando a sus hijos. “Creo que esto puede volverse grande”.

c.2024 The New York Times Company