Tal Mitnick, primer 'refusenik' israelí contra la guerra en Gaza, vuelve a ser encarcelado
Joan Mas Autonell
Jerusalén, 23 ene (EFE).- Tal Mitnick, primer israelí que rehusó hacer el servicio militar obligatorio en Israel por estar en contra de la guerra en la Franja de Gaza, fue sentenciado hoy de nuevo a 30 días de prisión tras negarse a ser reclutado, después de estar un mes encarcelado.
Mitnick, un "joven de 18 años que rechazó el reclutamiento en el Ejército israelí en protesta por la guerra de Gaza y la ocupación de Palestina, acaba de ser condenado por un tribunal militar a 30 días adicionales en una prisión militar", confirmó a EFE un portavoz de Mesarvot, entidad de apoyo a los llamados 'refusenik', israelíes que rechazan el servicio militar.
Desde que empezó la ofensiva israelí en Gaza el 7 de octubre, tras el ataque de Hamás que se saldó con unos 1.200 muertos en Israel, el país movilizó a más de 360.000 reservistas en un esfuerzo bélico muy poco cuestionado por la opinión pública, en gran medida favorable a la guerra para erradicar a Hamás de la Franja.
Sin embargo, en un escenario de creciente nacionalismo donde los contrarios a la vía militar son criticados o acusados de traidores, una minoría israelí protesta contra la guerra y pone sobre la mesa motivos políticos, como el asedio sobre Gaza o su oposición a la larga ocupación militar israelí sobre los territorios palestinos.
Mitnick, nacido en Tel Aviv, participó activamente en protestas antiguerra, y tras cumplir 18 años y ser llamado al servicio militar -obligatorio en Israel y de casi tres años para los hombres- rechazó ir a filas a fines de diciembre y fue condenado a un mes de prisión.
El joven insumiso salió de la cárcel el pasado 18 de enero y después de la sentencia de este martes deberá cumplir otro mes más, en un proceso que podría repetirse los próximos meses tantas veces como sea llamado a filas por el Ejército y se niegue a ir, dice a EFE Nimrod Flaschenberg, portavoz de Mesarvot.
Este grupo apoyó a otros 'refusnik' en años previos y, desde que estalló la guerra en Gaza, Mitnick es el primero en negarse de forma abierta a cumplir el servicio militar obligatorio por razones políticas, aunque "otros cuatro o cinco jóvenes planean hacerlo estos próximos meses", señala Flaschenberg.
Mitnick alegó como motivo de su decisión la dura ofensiva israelí en Gaza -donde los palestinos muertos son casi 25.500-, y "la opresión que sufre el pueblo palestino a diario", aseguró a EFE meses atrás, en una de las primeras protestas en Tel Aviv contra la guerra, en las primeras semanas del conflicto.
Su caso trascendió a nivel internacional, pero tiene poco impacto en la sociedad israelí, donde su postura es minoritaria y mal vista entre jóvenes, muchos convencidos de la obligación de hacerel servicio militar obligatorio, una percepción que se afirmó aún más con la militarización derivada del conflicto en la Franja, que dura ya tres meses y medio.
"No ir al Ejército no es nada común y la población ve el servicio militar como algo habitual", indicó entonces Mitnick a EFE, que lamentó que la sociedad israelí esté "muy militarizada".
Para este joven, la única salida a la guerra en Gaza es una tregua que pare los ataques y la destrucción y que incluya la liberación de los rehenes israelíes que siguen cautivos en manos de Hamás.
"Algunos me llaman traidor, pero al fin y al cabo este es mi hogar y el único que he conocido. Estoy trabajando por mi seguridad, la de mis vecinos y la de la gente de Cisjordania y Gaza. Solo quiero seguridad para todos nosotros", concluyó Mitnick.
Los insumisos no son comunes en las filas israelíes, aunque el Ejército sí cuenta con un comité de objetores de conciencia que solo suele conceder exenciones por motivos religiosos, principalmente para judíos ultraortodoxos a los que se les permite negarse a servir para dedicarse a estudiar la Torá.
A principios de 2023, Amnistía Internacional denunció el caso de Yuval Dag, otro 'refusenik' de 20 años que se declaró objetor de conciencia y que fue acusado de desobediencia por el Ejército y condenado a 20 días en una prisión militar.
En 2003, un grupo de pilotos de la Fuerza Aérea israelí provocó la furia nacional cuando se negó a participar en operaciones en Cisjordania y Gaza por considerar los ataques sobre estos territorios ocupados como "ilegales e inmorales" en plena Segunda Intifada.
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