El primer ministro de Papúa visita el poblado sepultado una semana después de la avalancha

Sídney (Australia), 31 may (EFE).- El primer ministro de Papúa Nueva Guinea, James Marape, visitó este viernes la zona golpeada hace justo una semana por una gran avalancha que sepultó un remoto poblado donde, entre enormes dificultades, continúan las operaciones de búsqueda y recuperación de cadáveres.

Marape, quien afronta en el Parlamento una crisis política que amenaza su cargo, expresó hoy en persona sus condolencias y habló con algunos supervivientes de la tragedia, apunta en un comunicado la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU, con personal desplazado a la zona del desastre natural.

En la madrugada del viernes de la semana pasada, una enorme avalancha de piedras y lodo enterró alrededor de 150 edificios -según datos de la Federación Internacional de la Cruz Roja- de la remota población de Yambali, mientras sus habitantes dormían.

El difícil acceso a esta montañosa región unido a que el terreno desplazado todavía no se encuentra asentado, complica las labores para mover las enormes rocas -algunas del tamaño de un vehículo- y remover la tierra caída.

Antes de visitar la zona, el mandatario papuano, más centrado esta semana en su supervivencia política, fue informado sobre el desarrollo del operativo en una reunión con trabajadores de la OIM.

En su último comunicado, la OIM cifra en siete los cuerpos sin vida recuperados en medio de la incógnita sobre la cifra de personas que pudieron quedar enterradas.

El propio Marape declaró el miércoles ante el Legislativo que unas 2.000 personas quedaron atrapadas por el alud, una estimación del gobierno papuano que toman con prudencia las agencias de la Naciones Unidas sobre el terreno.

El primer ministro, acompañado por el ministro de Defensa y el gobernador de Enga -donde se encuentra Yambali-, anunció hoy que el gobierno y las autoridades locales han aprobado fondos de ayuda por un total de 22,5 millones de kina (casi 5,8 millones de dólares o más de 5,3 millones de euros), informa OIM.

Aunque se desconocen las causas exactas que provocaron la avalancha, Marape vinculo este desastre y otros previos ocurridos en el país a las "lluvias torrenciales" registradas a lo largo del año.

Papúa Nueva Guinea es un país rico en recursos naturales que tiene a una gran parte de los más de nueve millones de habitantes en extrema pobreza y se encuentran aislados por problemas de comunicaciones y déficit de infraestructura, especialmente en áreas remotas, donde faltan servicios básicos de salud y educación.

(c) Agencia EFE