El primer ministro armenio dice que debe devolver las zonas en disputa a Azerbaiyán o habrá guerra

FOTO DE ARCHIVO: El primer ministro armenio, Nikol Pashinián, durante una rueda de prensa conjunta con el presidente francés, Emmanuel Macron (fuera de foto), en el Palacio del Elíseo en París

Por Felix Light

TIFLIS, 19 mar (Reuters) - Armenia podría enfrentarse a una guerra con Azerbaiyán si no se compromete con Bakú y devuelve cuatro pueblos azerbaiyanos que tiene en su poder desde principios de la década de 1990, declaró el primer ministro Nikol Pashinián en un vídeo publicado el martes.

Pashinián habló durante una reunión celebrada el lunes con residentes de las zonas fronterizas de la región de Tavush, en el norte de Armenia, cerca de una serie de pueblos azerbaiyanos abandonados que Ereván controla desde principios de la década de 1990.

Los cuatro pueblos, deshabitados desde hace más de 30 años, tienen un valor estratégico para Armenia, ya que se extienden a lo largo de la carretera principal entre Ereván y la frontera con Georgia.

Azerbaiyán ha afirmado que la devolución de sus tierras, que también incluyen varios enclaves minúsculos totalmente rodeados de territorio armenio, es una condición previa necesaria para un acuerdo de paz que ponga fin a tres décadas de conflicto por la región de Nagorno Karabaj, que las fuerzas de Bakú retomaron el pasado septiembre.

La agencia estatal rusa de noticias TASS citó a Pashinián diciendo a los residentes en el vídeo difundido por su gobierno que si no se llegaba a un acuerdo sobre las aldeas en disputa, podría estallar una guerra con Azerbaiyán "a finales de semana".

"Sé cómo acabaría una guerra así", añadió.

Ereván sufrió una gran derrota el pasado mes de septiembre, cuando las fuerzas de Bakú retomaron Nagorno Karabaj en una ofensiva relámpago, lo que provocó la huida a Armenia de casi todos los armenios de la región, cuya población se estima en 100.000 personas.

Aunque Karabaj está reconocido internacionalmente como territorio azerbaiyano, la etnia armenia de la región había disfrutado de una independencia de facto de Bakú desde la guerra de principios de la década de 1990.

TRATADO DE PAZ

Bakú y Ereván han declarado que ahora quieren firmar un tratado de paz formal, pero las conversaciones se han atascado en cuestiones como la demarcación de su frontera común de 1.000 km, que permanece cerrada y fuertemente militarizada.

Pashinián ha señalado en las últimas semanas que está dispuesto a devolver las tierras azerbaiyanas controladas por Armenia, y ha sugerido redirigir la red de carreteras de Armenia para evitar el territorio azerbaiyano.

Azerbaiyán, de mayoría musulmana, también sigue controlando zonas reconocidas internacionalmente como parte de la Armenia cristiana.

El presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, declaró el domingo que su país estaba "más cerca que nunca" de alcanzar la paz con Armenia, en unas declaraciones realizadas tras mantener conversaciones con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en Bakú.

Stoltenberg se entrevistó el martes con Pashinyan en Armenia, que nominalmente es un aliado de Rusia, aunque sus relaciones con Moscú se han deteriorado en los últimos meses por lo que Ereván considera la incapacidad de Rusia para protegerla de Azerbaiyán.

En consecuencia, Armenia ha orientado su política exterior hacia Occidente, para disgusto de Moscú, y varios altos cargos han sugerido que algún día podría solicitar el ingreso en la Unión Europea.

En una declaración publicada el martes en la aplicación de mensajería Telegram, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, sugirió que la profundización de los lazos de Ereván con Occidente era la razón por la que Armenia tenía que hacer concesiones a Azerbaiyán.

(Información de Felix Light en Tiflis y Nailia Bagirova en Bakú; editado por Gareth Jones; editado en español por Javi West Larrañaga)