La ministra de Trabajo Kelly Olmos, contra los bloqueos en empresas: “Son una instancia violenta, no pueden ser un método ordinario”

El presidente Alberto Fernández junto a la ministra Raquel "Kelly" Olmos
El presidente Alberto Fernández junto a la ministra Raquel "Kelly" Olmos

Después del frío recibimiento que le dedicó Pablo Moyano al recordarle su pasado menemista, la flamante ministra de Trabajo, Raquel “Kelly” Kismer de Olmos, puso la guardia en alto con dos definiciones contundentes que demuestran la tensión que guía hoy el vínculo entre uno de los jefes de la CGT y el Gobierno. Deslegitimizó los bloqueos como método de protesta y rechazó un aumento salarial de 131 por ciento, como el que solicitan los Camioneros, por considerar que “afectaría la dinámica inflacionaria”.

“Me parece que el bloqueo es una instancia que resulta violenta y que no puede ser algo ordinario”, sostuvo Olmos en radio El Destape. De esta manera, abrió un nuevo foco de tensión con Pablo Moyano, que suele reivindicar este método de protesta. Entre 2021 y 2022, se registraron al menos 42 episodios violentos contra empresas que fueron denunciados en la justicia penal, según surge de un relevamiento elaborado por el Movimiento Empresarial Anti Bloqueo (MEAB). De esas 42 denuncias, 16 fueron contra Camioneros, tal como publicó LA NACION el 3 de octubre pasado.

El otro mensaje de Olmos que generó polémica fue cuando se refirió a las paritarias. Señaló que el Ministerio de Trabajo busca “apoyar que el acuerdo recupere capacidad adquisitiva y que se pueda también ganar algún punto”. En ese sentido, se refirió a los pedidos de paritarias de 120% o 130% de algunos sectores, como el de los Camioneros, que tiene trabada su negociación por una diferencia de casi 50 puntos entre lo que demandó el gremio y lo que ofrecieron las tres cámaras empresariales.

Lo que no podemos es generar un nivel de ajuste que también sea excesivo en el impacto de la reproducción del costo de vida. Puede ser justo para los trabajadores de ese sector, y uno no puede decir si es justo o no porque todo a lo que puede acceder un trabajador se lo merece y más también. El tema es que dada la heterogeneidad, hay sectores que avanzan sobre la dinámica inflacionaria tienen que entender que no es solidario con los que quedan atrás”, argumentó Olmos, a quien Pablo Moyano le dedicó ayer duras críticas por considerar que las paritarias no debería superar los tres dígitos.

El presidente Alberto Fernández junto a la ministra Raquel "Kelly" Olmos
El presidente Alberto Fernández junto a la ministra Raquel "Kelly" Olmos - Créditos: @ESTEBAN COLLAZO

Olmos justificó su postura sobre las paritarias en este contexto de volatilidad inflacionaria. “Hay que encuadrar todo en una posibilidad en las que los trabajadores puedan recuperar derechos y tener una vida digna, pero en un marco en donde el bienestar general esté presente. Todos tenemos que ser responsables de cual es la construcción que estamos haciendo”, dijo.

Y agregó: “Mi opinión es que los trabajadores y los empresarios tienen que negociar. Las paritarias son algo que el peronista reivindica. Siempre respetamos esa institución en los peores escenarios, pero cuando esas situaciones entran en una tensión que excede la paz social tenemos instrumentos como la conciliación obligatoria y la capacidad de diálogo para resolverlos”.

Consultada sobre el problema que paralizó la industria de neumáticos el mes pasado, argumentó que el sindicato quiso resolver cuestiones “estructurales de su convenio” con las empresas y no solo discutir paritarias. Explicó que hay dos aspectos importantes: las paritarias por el aumento salarial y la renegociación del contrato de trabajo.

El conflicto del Sutna y el salario mínimo

Lo que pasó en neumáticos es que se mezclaron ambas situaciones y se quisieron resolver cuestiones estructurales del convenio con la premura de resolver la instancia salarial”, dijo sobre el conflicto del Sutna, que duró más de seis meses. Recordó que el problema “estaba referido al tema del valor de la hora en los feriados [los fines de semana]”, pero que eso “es una modificación de los convenios” y que por lo tanto “se intentó desacoplar ambas discusiones”. Luego, Olmos cuestionó la postura “muy rígida” que fue lo que “perturbó” la negociación salarial y no el porcentaje.

En medio de la reapertura de las paritarias del sector privado, Olmos también dio señales para el sector informal al convocar al Consejo del Salario para el mes próximo. “En noviembre vamos a reunirnos para discutir el Salario Mínimo. Vamos a convocar al Consejo del Salario para la primera quincena”, dijo la funcionaria de Alberto Fernández. El salario mínimo es hoy de $54.550 pesos y subirá a $57.900 en noviembre. Subió un 75% en lo que va del año.

La definición del nuevo piso salarial impactará en unos 400.000 trabajadores fuera de convenio. En ese sentido, sirve como referencia para el salario inicial docente y los programas sociales, ya que el monto de un Potenciar Trabajo constituye la mitad de un salario mínimo. Además, es un indicador para el trabajo informal y para actividades que no están sindicalizadas en jornadas laborales de ocho horas.

La exdiputada kirchnerista y economista Fernanda Vallejos cuestionó a Olmos y dijo: “Ningún análisis serio coloca a los salarios como motor de la inflación”.