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Miles de personas pasan ante el féretro de la reina Isabel en Londres

Por Angus MacSwan y Farouq Suleiman

LONDRES, 15 sep (Reuters) - Los dolientes de todas las clases sociales pasaron por delante del féretro de la reina Isabel II durante toda la noche, mientras su cuerpo yacía en el majestuoso Westminster Hall de Londres, presentando sus últimos respetos a la monarca más longeva de Reino Unido antes de su funeral el lunes.

Tras días de procesiones y rituales mientras el cuerpo de la reina era trasladado a Londres desde Balmoral, Escocia, donde falleció el pasado jueves a la edad de 96 años, ésta fue la oportunidad para que la gente de a pie participara directamente en la ceremonia.

Mientras el rey Carlos III regresaba a su casa de Highgrove, en la región de Gloucestershire, en el sur de Inglaterra, tras varios días de actos programados, las autoridades esperan que unas 750.000 personas vieran el féretro de su madre antes que finalizara el velatorio a las 6:30 hora local (0730 GMT) del lunes.

La fila se extendía varios kilómetros a lo largo de la orilla sur del río Támesis, pasando por lugares emblemáticos como el Puente de la Torre y una réplica del Globe Theatre de Shakespeare, para cruzar en su último tramo el puente de Lambeth en el camino a Westminster Hall. El público tuvo que esperar muchas horas para llegar hasta el cuerpo de la reina.

Thomas Hughes, de 20 años, quien esperó casi 14 horas durante la noche con su hermano, dijo que ver finalmente el féretro fue abrumador.

"Lo haces todo porque quieres presentar tus respetos a esta dama (...) y creo que cuando te sometes a eso y luego llegas al momento que estás esperando, te emocionas un poco más", dijo. "Es algo muy poderoso".

La mayoría eran británicos, pero algunos venían del extranjero. Eran jóvenes y mayores e incluían exsoldados con medallas militares y bebés llevados por sus padres. Muchos se detuvieron junto al féretro para inclinar la cabeza. Otros se secaban las lágrimas.

Algunos estaban allí para representar a padres ancianos, otros para ser testigos de la historia y para dar las gracias a una mujer que, habiendo ascendido al trono en 1952, seguía celebrando reuniones oficiales con los representantes del Gobierno apenas dos días antes de morir.

FUNERAL

El féretro de la reina Isabel II yacía en el centro de Westminster Hall sobre un catafalco púrpura colocado en una plataforma roja. Estaba cubierto por la bandera del Estandarte Real y rematado con la Corona Imperial de Estado colocada sobre un cojín, junto a una corona de flores.

Los soldados y los "Beefeaters" —los guardias con capa roja que suelen vigilar la Torre de Londres— vigilaban con las cabezas inclinadas.

Entre los primeros en entrar estuvo Kenneth Taylor, de 72 años, de Reading, en el centro de Inglaterra, que había venido con un vecino y se había quedado a dormir en una tienda de campaña en la cola.

Con lágrimas en los ojos, Taylor dijo que al ver el cuerpo de la reina, se sintió triste. "Se me hizo un nudo en la garganta".

"Hemos perdido a alguien especial. Su servicio a este país fue realmente firme e inquebrantable. Y es probablemente lo que yo llamaría la reina de las reinas".

El féretro había sido trasladado al vestíbulo desde el Palacio de Buckingham sobre un carro de combate y escoltado por soldados con uniformes ceremoniales de color escarlata en una solemne procesión el miércoles por la tarde.

El rey Carlos III, sus hijos los príncipes Guillermo y Enrique y otros miembros de la realeza caminaban detrás, los dos príncipes unidos en el dolor a pesar de la ruptura entre ellos. Enrique cumple 38 años el jueves.

Guillermo y su esposa Catalina se desplazarán el jueves a la residencia real de Sandringham, en el este de Inglaterra, para ver las ofrendas florales que han dejado allí los miembros del público.

La procesión ceremonial a gran escala el día del funeral de la reina será probablemente una de las más grandes que el país haya presenciado jamás y supondrá un enorme desafío para las fuerzas de seguridad.

Se espera que asistan miembros de la realeza, presidentes y otros dirigentes mundiales, aunque algunas naciones, como Rusia, Afganistán y Siria, no han sido invitadas.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha sido el último líder en decir que asistirá al funeral.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que también ha dicho que estará allí, habló con el nuevo rey el miércoles y "transmitió la gran admiración del pueblo estadounidense por la reina", dijo la Casa Blanca.

El periódico The Times dijo que está previsto que la primera ministra británica, Liz Truss, mantenga conversaciones individuales con Biden y otros líderes mundiales al margen del funeral, pero fuentes del Gobierno estadounidense han dicho que esas reuniones serán informales.

(Información de Farouq Suleiman, Alistair Smout, Angus MacSwan, Michael Holden, William James, Kate Holton, Kylie MacLellan y Elizabeth Piper; edición de Rosalba O'Brien, William Maclean; traducido por Tomás Cobos)