Miles de civiles huyen de los combates entre soldados israelíes y militantes de Hamás

Miles de civiles huyen de los combates entre soldados israelíes y militantes de Hamás

Por Nidal al-Mughrabi y Maytaal Angel

GAZA/JERUSALÉN, 8 nov (Reuters) - Miles de civiles palestinos salieron a duras penas del norte de la Franja de Gaza el miércoles, buscando refugio de los ataques aéreos y de los encarnizados combates entre los soldados israelíes y los militantes de Hamás.

El éxodo se dio en una ventana de cuatro horas anunciada por Israel, que ha dicho a los residentes que evacuen la zona o se arriesguen a quedar en medio de la violencia.

Sin embargo, el centro y el sur del pequeño y asediado enclave palestino también estaban bajo fuego mientras la guerra entre los gobernantes islamistas de Hamás e Israel entra en su segundo mes.

Las autoridades sanitarias palestinas informaron que un ataque aéreo que alcanzó casas del campo de refugiados de Nusseirat mató a 18 personas el miércoles por la mañana. En Jan Yunis, seis personas, entre ellas una niña, murieron en un ataque aéreo.

"Estábamos sentados en paz cuando, de repente, un ataque aéreo con un F16 cayó sobre una casa y la voló, todo el bloque, tres casas una al lado de la otra", dijo un testigo, Mohammed Abu Daqa. "Civiles, todos civiles. Una anciana, un anciano y hay otros desaparecidos bajo los escombros".

El Ejército israelí dijo que su ofensiva tenía como objetivo la red de túneles de Hamás bajo el enclave. Los ataques aéreos mataron a un fabricante de armas de Hamás y a varios combatientes.

La ciudad de Gaza, principal bastión del grupo militante Hamás en el territorio, está ahora rodeada por las fuerzas israelíes. El Ejército declaró que las tropas han avanzado hasta el corazón de la ciudad densamente poblada, mientras que Hamás afirma que sus combatientes han infligido grandes pérdidas a su enemigo.

Funcionarios de la ONU y países del G7 han intensificado los llamados suspender las hostilidades para ayudar a aliviar el sufrimiento de los civiles en Gaza, donde los edificios han sido arrasados y los suministros básicos se están agotando.

Según las autoridades palestinas, ya han fallecido 10.569 personas, entre ellas 4.324 niños. El nivel de muerte y sufrimiento es "difícil de comprender", dijo en Ginebra Christian Lindmeier, portavoz de la agencia sanitaria de la ONU.

Israel atacó Gaza en respuesta a una incursión transfronteriza de Hamás el 7 de octubre, en la que hombres armados mataron a 1.400 personas, en su mayoría civiles, y tomaron unos 240 rehenes, según los recuentos israelíes. La guerra se ha convertido en el episodio más sangriento de las décadas de conflicto palestino-israelí.

ESCAPANDO DE LAS BOMBAS

Según los testigos, miles de palestinos que huían del norte avanzaban cansados en una larga fila junto a edificios destrozados por las bombas.

El Ejército israelí les había dicho que debían desplazarse al sur de los humedales del río Habesor por la carretera principal de Salah al-Din. No estaba claro dónde acabarían exactamente, dado el enorme número de desplazados de entre los 2,3 millones de habitantes de Gaza que ya se hacinan en escuelas, hospitales y otros lugares del sur.

Otros miles permanecen en el interior del norte cercado. En el principal hospital Al Shifa de la ciudad de Gaza, Um Haitham Hejela se refugiaba con sus hijos pequeños en una tienda improvisada.

"La situación empeora día tras día", dijo. "No hay comida ni agua. Cuando mi hijo va a por agua, hace una cola de tres o cuatro horas. Han atacado panaderías, no tenemos pan".

La intención declarada de Israel es acabar con Hamás, bombardeando Gaza desde el aire, la tierra y el mar, mientras que las tropas de tierra se han desplazado para dividir en dos la estrecha franja costera en encarnizados combates urbanos entre las ruinas de los edificios.

El Ejército israelí declaró el miércoles que dos ataques distintos habían eliminado a un importante armero de Hamás, Mahsein Abu Zina, y a combatientes que disparaban cohetes antitanque o tierra-tierra.

Los medios de comunicación palestinos informaron de enfrentamientos entre militantes y fuerzas israelíes cerca del campo de refugiados de al-Shati, en la ciudad de Gaza.

El brazo armado de Hamás, las Brigadas Izz ad-Din al-Qassam, afirmaron que sus combatientes habían destruido un tanque israelí en la ciudad de Gaza.

Reuters no pudo verificar las afirmaciones de ninguna de las partes sobre el campo de batalla.

Israel no facilitó más información sobre la posible suerte de Yahya Sinwar, el dirigente de Hamás de mayor rango en Gaza y considerado uno de los principales planificadores de los atentados del 7 de octubre. Tel Aviv había dicho el martes que había sido acorralado en su búnker.

El portavoz militar jefe, contralmirante Daniel Hagari, declaró que los ingenieros de combate estaban utilizando artefactos explosivos para destruir una red de túneles de Hamás que se extiende cientos de kilómetros por debajo de Gaza.

Los tanques israelíes han encontrado una fuerte resistencia en los combatientes de Hamás que utilizan los túneles para tender emboscadas, según fuentes de Hamás y del grupo militante Yihad Islámica. Israel afirma que 33 de sus soldados han muerto.

Naciones Unidas afirma que el sistema sanitario de Gaza está al borde del colapso, maltratado por los ataques aéreos, inundado de pacientes y sin medicamentos ni combustible.

Los ministros de Asuntos Exteriores del G7, reunidos en Tokio, pidieron una pausa humanitaria en los combates.

En una declaración del G7 se afirma que Israel tiene derecho a defenderse, pero debe protegerse a los civiles y respetar el derecho internacional humanitario. La solución de los dos Estados "sigue siendo el único camino hacia una paz justa, duradera y segura".

Esta solución, que prevé la creación de un país independiente para los palestinos en el territorio que Israel capturó en la guerra de Oriente Medio de 1967, ha sido durante mucho tiempo el objetivo de los esfuerzos internacionales de paz, pero el proceso no ha avanzado desde 2014.

(Reporte de Nidal al-Mughrabi en Gaza, Maytaal Angel, Emily Rose y Maayan Lubell en Jerusalén y Rami Amichay en Tel Aviv. Editado en español por Javier López de Lérida)