Milei muestra su hipocresía con el Papa: de criticarlo a visitarlo en el Vaticano

Han pasado menos de tres meses desde que el ultraliberal, Javier Milei, ganó las elecciones de Argentina. Un periodo de tiempo muy corto que se ha caracterizado por la implantación de importantes medidas, como la intervención de los medios públicos (un primer paso para la privatización de empresas estatales), y la aprobación de la Ley Ómnibus, un amplio paquete de reformas en materia tributaria, laboral, penal, energética y electoral.

Pero más allá de la amplia agenda legislativa que el mandatario argentino ha puesto en marcha, también ha tenido tiempo para dar marcha atrás con algunos de los mensajes que le dieron las llaves de la Casa Rosada. No es lo mismo ser candidato que presidente y en esta nueva situación cualquier palabra fuera de tono puede suponer una grave crisis internacional.

Javier Milei, presidente de Argentina. (AP Foto/Natacha Pisarenko, Archivo)
Javier Milei, presidente de Argentina. (AP Foto/Natacha Pisarenko, Archivo)

En los primeros días, tras ganar las elecciones, Milei ya tuvo que tender la mano a China después de las durísimas críticas que había vertido en el pasado contra el régimen del gigante asiático. Tras acusarle de "asesinar" a sus ciudadanos y asegurar que cortar relaciones "no sería una tragedia macroeconómica", se pasó al "vamos a promover más intercambios y cooperación".

Y algo similar parece que va a pasar con el Papa Francisco, la principal autoridad religiosa del catolicismo. Ambos son argentinos, pero el recién elegido presidente del país fue muy duro con el pontífice antes de llegar al cargo. Algunos de los calificativos que Milei le dedicó fueron muy controvertidos, como "representante del maligno en la Tierra" o "aliado de dictaduras sangrientas".

Pero una vez más, las palabras se las lleva el viento y a la hora de gobernar suele ser útil tener una buena relación con todos o casi todos los actores internacionales. Y por eso, pese a todos los comentarios despectivos, en apenas unos días Javier Milei estará estrechando la mano del Papa Francisco en un encuentro que se va a producir en El Vaticano.

Un movimiento que puede sorprender por la ferocidad de las críticas pasadas, pero que tiene todo el sentido del mundo a nivel político y que revela a la perfección la hipocresía que encierra la política. Argentina se encuentra en un momento muy delicado, con profundas reformas, y Milei sabe que esta reunión con Francisco puede aportarle estabilidad a su Gobierno y mejorar su imagen internacional.

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Milei se va a reunir con el Papa Francisco tras sus críticas. (AP Foto/Andrew Medichini)
Milei se va a reunir con el Papa Francisco tras sus críticas. (AP Foto/Andrew Medichini)

En vez de incendiar con sus mensajes como candidato, ahora es el momento de ejercer como presidente y por eso, no es ninguna casualidad que el Vaticano sea uno de sus destinos en su segundo viaje internacional tras asumir el cargo.

El primero fue al Foro Davos, una oportunidad de oro para darse a conocer entre los principales líderes políticos, económicos y empresariales del mundo y poder explicar con detalle las profundas reformas que planeaba.

Este segundo viaje está destinado para afirmar su posición y no es casualidad que el Vaticano esté presente en la agenda, ya que estamos hablando del argentino más mediático e influyente del mundo junto al futbolista Leo Messi.

También Israel e Italia

Este tour internacional de Milei también va a tener otras dos paradas. Primero, el mandatario argentino viaja a Israel entre el 6 y el 9 de febrero para reunirse con el presidente Isaac Herzog y el primer ministro, Benjamin Netanyahu, así como visitar la ciudad santa de Jerusalén.

Israel se encuentra en plena guerra contra los palestinos en Gaza. Los bombardeos contra los civiles han provocado críticas internacionales. La visita del presidente argentino muestra su respaldo al Estado judío en el conflicto.

Por otro lado, Milei también se va a reunir con Giorgia Meloni, primera ministra de Italia, en Roma, un encuentro previsiblemente amistoso, ya que ambos son dirigentes de derechas que, además, han intercambiado mensajes públicos de apoyo.

Es decir, que Milei elige para su segundo viaje internacional dos países en los que sus Gobiernos profesan una ideología similar a la suya y añade un encuentro con el Papa. Unas opciones que ha preferido el presidente argentino, por encima de otras como Brasil o Chile, también líderes regionales en Sudamérica, o España, con quien comparte muchos lazos históricos. En todos ellos, gobierna ahora mismo la izquierda.

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