Los microplásticos pueden hacer que las bacterias sean más resistentes a los antibióticos, según los investigadores
Las bacterias expuestas a microplásticos pueden volverse resistentes a los antibióticos, según un nuevo estudio. Investigadores estadounidenses estudiaron cómo reaccionaban las bacterias expuestas a distintas concentraciones de microplásticos, pequeños trozos de plástico de menos de cinco milímetros omnipresentes en el medio ambiente y el cuerpo humano.
Utilizaron Escherichia coli (E. coli), una bacteria común que puede tener cepas patógenas y causar infecciones como la intoxicación alimentaria. "Los plásticos proporcionan una superficie a la que las bacterias se adhieren y colonizan", explica en un comunicado Neila Gross, doctoranda de la Universidad de Boston (EE.UU.) y autora principal del estudio .
Cuando están en una superficie, las bacterias crean una capa protectora llamada biopelícula". A continuación, los investigadores probaron cuatro antibióticos comunes. Cuando se combinaron la biopelícula y los microplásticos, los fármacos no funcionaron, según las conclusiones publicadas el martes en la revista Applied and Environmental Microbiology.
"Descubrimos que las biopelículas sobre microplásticos, en comparación con otras superficies como el vidrio, son mucho más fuertes y gruesas, como una casa con una tonelada de aislamiento", añadió Gross. Entre los diferentes plásticos analizados, "el poliestireno, en particular, tuvo el impacto más significativo en el desarrollo de la resistencia", escribieron los autores.
Un gran riesgo para la salud pública
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la resistencia a los antimicrobianos (RAM) es una de las principales amenazas para la salud pública mundial. La RAM dificulta el tratamiento de bacterias, virus, hongos y parásitos y amenaza la salud humana, animal y vegetal. En 2020 se produjeron más de 865.000 infecciones resistentes a los antibióticos en los países europeos, y más de 35.000 personas perdieron la vida a causa de ellas.
"El hecho de que haya microplásticos a nuestro alrededor, y más aún en lugares empobrecidos donde el saneamiento puede ser limitado, es una parte sorprendente de esta observación", dijo Muhammad Zaman, profesor de ingeniería biomédica en la Universidad de Boston. "Sin duda preocupa que esto pueda suponer un riesgo mayor en comunidades desfavorecidas, y no hace sino subrayar la necesidad de una mayor vigilancia y un conocimiento más profundo de las interacciones [microplásticos y bacterias]", añadió.
Investigaciones anteriores han demostrado que las poblaciones desplazadas por la fuerza corren un mayor riesgo de estar expuestas a la resistencia a los antimicrobianos debido a las condiciones de vida en campamentos superpoblados y a las barreras a los sistemas sanitarios.
Los expertos reclaman más investigación sobre el tema, ya que el estudio se llevó a cabo en "condiciones controladas de laboratorio", señaló en un comunicado Shilpa Chokshi, profesora de la Universidad de Plymouth (Reino Unido), quien añadió que hay que ser cautos a la hora de interpretar los resultados.
"Se trata de un estudio de laboratorio en el que se utilizaron E. coli y cuatro antibióticos en condiciones controladas, lo que no reproduce plenamente la complejidad del mundo real. Se necesitan más investigaciones para evaluar si estos efectos se trasladan a las infecciones humanas o a entornos ambientales", añadió Chokshi, que no participó en el estudio.