Miami despide a capitán de la policía tras años de polémica. ¿A quién culpa ahora su abogado?

Javier Ortiz –un polémico policía de Miami que usó las redes sociales como un martillo contra sus enemigos, que esquivó las acusaciones de fuerza excesiva durante más de una década y que fue suspendido durante más de un año– fue despedido el martes.

El jefe de la Policía de Miami, Manny Morales, dijo el martes en el Ayuntamiento que el veterano de 18 años, y ex presidente del sindicato policial de la ciudad durante tres mandatos, fue despedido “con base en su patrón de comportamiento y su fracaso para mantener un buen carácter moral”.

La abogada de Ortiz, Griska Mena, dijo que su cliente recibió una amonestación firmada por Morales a primera hora del martes que decía que el oficial había sido despedido por lo que parece un tecnicismo de papeleo. Se acusaba al capitán de policía de presentar incorrectamente las hojas de horario en horas fuera de servicio al supervisor equivocado, dijo.

La presentación de horas fuera de servicio, el más reciente asunto que metió a Ortiz en un problema, había sido considerada de forma diferente por un par de paneles de supervisión de la policía bajo el mandato de Morales. Hace dos meses, una de las comisiones recomendó el despido de Ortiz. Pero hace solo dos semanas, un panel disciplinario dijo que el capitán no hizo nada malo y que debía volver al trabajo.

El presidente de la Miami Fraternal Order of Police, Javier Ortiz, muestra una playera de "Reestablezcan nuestros beneficios" antes de marchar al Ayuntamiento de Miami el 27 de marzo de 2014 para protestar.
El presidente de la Miami Fraternal Order of Police, Javier Ortiz, muestra una playera de "Reestablezcan nuestros beneficios" antes de marchar al Ayuntamiento de Miami el 27 de marzo de 2014 para protestar.

“Es indignante. El hecho de que cinco miembros del personal de Morales exoneraran a Ortiz y dos semanas y un día después lo despidieran, grita que fue por motivación política”, dijo Mena. “Vamos a apelar”.

Mena dijo que el siguiente paso de su cliente es exigir un arbitraje, un derecho que tienen los policías a través del convenio colectivo del sindicato.

El despido de Ortiz no será probablemente el último capítulo de una larga e interminable lucha de los mandos policiales para que sea despedido.

La tensión más reciente con el capitán, una espina clavada en el costado del liderazgo durante la mayor parte de sus 18 años, comenzó en enero de 2020, cuando el entonces jefe Jorge Colina suspendió a Ortiz luego de que alegara que era afroamericano frente al único comisionado afroamericano de la ciudad.

Ortiz volvió a vestir el uniforme poco más de un año después, luego de convertirse en aliado del entonces jefe de policía Art Acevedo, una figura también controvertida que fue despedida seis meses después, luego de enfrentamientos muy públicos con los comisionados de Miami. Pronto se produciría un duelo de conclusiones de Asuntos Internos sobre los ahora infames deslices de trabajo en horas fuera de servicio.

Primero, una investigación de Asuntos Internos bajo el mandato de Acevedo concluyó que Ortiz no había cometido ninguna infracción. Una segunda investigación, después de que Morales asumiera el cargo, determinó que el capitán había cometido nueve infracciones y debía ser despedido. Luego vinieron las conclusiones contradictorias de los paneles de supervisión de la policía.

A lo largo de los años, el uso de las redes sociales por parte de Ortiz y sus constantes disputas con los mandos de la ciudad crearon fricciones. Algunos, incluida la National Association for the Advancement of Colored People (NAACP), consideraron que sus acciones tenían una carga racial. Él reprendió a la mujer afroamericana musulmana de mayor rango de la ciudad por no cubrirse el corazón durante el juramento a la bandera. Después se peleó con Beyonce y amenazó con boicotear su concierto porque pensaba que simpatizaba con el movimiento Black Panther. Llamó maleante a Tamir Rice, de 12 años, asesinado por un policía de Cleveland mientras el niño jugaba con una pistola de juguete.

Ortiz también voló a Ferguson, Missouri, para asistir a una carne asada con oficiales de la zona después de que estallaran los disturbios civiles cuando un oficial disparó y mató a un hombre afroamericano desarmado llamado Michael Brown durante un enfrentamiento. Y se le acusó de intimidar a una mujer por internet que grabó a un agente que, según ella, la rebasó a más de 100 millas por hora, llegando a hacer público en redes sociales su número de teléfono celular y mostrando fotos de ella supuestamente bebiendo.

Por último, en abril de 2021, la Policía Estatal de la Florida (FDLE) y el FBI concluyeron una investigación de dos años sobre Ortiz en la que se afirmaba que las acciones del agente a lo largo de los años representaban “un patrón de abuso y prejuicio contra las minorías, en particular los afroamericanos”. En una ocasión, una mujer afirmó que la había agredido por conducir un buen auto mientras su bebé estaba sentado en el asiento trasero.

La revisión se basó en más de media docena de enfrentamientos entre el policía y civiles, así como en las quejas de otros policías de Miami. El informe de 53 páginas también encontró que Ortiz “ha sido conocido por el acoso cibernético y amenazas por internet a civiles que cuestionan su autoridad o presentar quejas contra él”.

Sin embargo, FDLE decidió no presentar cargos penales porque dijo que la mayoría de los incidentes que examinó habían superado el plazo de ejecución.

Después de que esta nota se publicara en línea, Ortiz le envió un mensaje de texto a un reportero de Herald: “¿Sabes quién es más grande que Manny Morales? La justicia que será derribada por nuestro Señor y Salvador, Jesucristo. Estoy orando por él”.