En Miami y delante de tantos cubanos, un choque entre los hermanos Gurriel es muy especial

Un enfrentamiento entre los hemanos Gurriel siempre es especial. No es primera vez que Yuli y Lourdes Jr. se ven cara a cara en un terreno de béisbol, pero nunca antes lo habían hecho en Miami ni con otros uniformes que los conocidos desde que ambos debutaron en Grandes Ligas.

La serie entre los Diamondbacks y los Marlins propició el reencuentro de los Gurriel delante de miles de aficionados y un gran contingente de amigos y familiares que saben lo importante y quizá lo irrepetible de este momento para ambos peloteros.

“Siempre va a ser algo especial, muy bonito, porque hemos estado mucho tiempo junto’‘, comentó Lourdes Jr, quien ahora pertenece a la organización de Arizona. “Sabemos de dónde venimos y que le podemos dar un alegrón a nuestros padres al estar aquí en Grandes Ligas’‘.

Quién no sabe la trayectoria de los Gurriel, desde que ambos formaran parte de los equipos de Santi Spíritus y luego de Industriales, Yuli como una estrella -quizá la mayor de su tiempo en la isla- y Lourdes como el más chico de una dinastía encabezada por su padre.

“Es muy bonito vernos de nuevo, porque la temporada es muy larga y prácticamente no nos vemos más después de que pasa el spring training’‘, afirmó Yuli. “Gracias a Dios la familia ha vivido en par de ocasiones nuestros enfrentamientos. Ya lo tratan con calma, porque es un poquito difícil. Antes era en Houston o Toronto. Ahora es en Miami, pero ya están curados, principalmente mi mamá’‘.

Mucho revuelo causaron al abandonar una selección nacional en febrero del 2016 mientras participaban de una Serie del Caribe en la República Dominicana, pero desde mucho antes se sabía que ambos eran codiciados en la mejor pelota del mundo.

Una de las claves del éxito de ambos como peloteros es un vínculo familiar que se ha mantenido a través del tiempo y las circunstancias, y que comenzó desde los hermanos mayores Yuniesky y Yuliesky comenzaran a jugar, mientras Lourdes Jr. los acompañaba y sonaba ser como ellos.

“Siempre estaba con nosotros y prácticamente se creí en el terreno de pelota, con el equipo de Santi Spíritus’‘, agregó Yuli. “Verlo después con nosotros en el equipo de Santi Spíritus era algo increíble. Un nino hecho realidad. Un orgullo verlo en Grandes Ligas’‘.

Cuando ambos llegaron a las Mayores, muchos esperaban una producción sólida de Yuli, quien a pesar de llegar con 34 años se mantenía en un momento soberbio como jugador, algo que se comprobaría con sus temporadas en los Astros, sus dos trofeos de campeón de la Serie Mundial, su Guante de Oro y su título de bateo.

Pero muchos se preguntaban si Lourdes Jr. tendría, con apenas 22 años de edad, las herramientas para seguir el camino de su hermano al firmar con los Azulejos, lo cual ha quedado respondido luego de cinco temporadas del otro lado de la frontera.

“Desde el primer día en que fui al terreno con mis hermanos, siempre me estaban ayudando, me aportaban algo’‘, apreció Lourdes Jr, quien recientemente llegó a 500 hits. “Sobre todo la disciplina. Queríamos jugar en Grandes Ligas, pero no nos dábamos cuentas de lo difícil que es, del sacrificio que lleva mantenerse saludable’‘.

Este encuentro es muy distinto al primero en un terreno de Ligas Mayores, porque las carreras de ambos van por caminos diferentes: Lourdes Jr. se acerca a la agencia libre en busca de continuar su carrera, mientras que Yuli intenta exprimirle cada día a lo que reste de su carrera, aunque dejando en claro que todavía queda cuerda para rato.

“Cada vez que dos hermanos jugando juntos, eso es algo muy difícil ver’’, aprecio Skip Schumaker, manager de los peces. “Eso es algo especial, sobre todo tomando en cuenta la historia de ambos y lo que hay detras de todo lo que ha pasado’’.

Pero la competencia sana aún permanece y cada uno se exige a máximo para ver cuán lejos pueden llegar antes de que llegue el momento de continuar con otra fase de la vida que esté relacionada con algo más allá del béisbol.

“He visto el crecimiento [de Lourdes Jr.] y mucho más allá de la pelota, también mentalmente, porque ha madurado mucho’‘, explicó Yuli. “El trata de empujarme a mi y yo de empujarlo a él. Hacemos apuestas sobre quién va a tener mejor temporada. No puedo decir que apostamos, pero he ganado más que él’‘.

En el invierno los dos experimentaron lo que significa un traspaso en este nivel, rumbo a Miami Yuli y hacia Arizona Lourdes Jr. pero están dispuestos a que el de La Pequeña Habana no sea el último de los abrazos en un terreno de Grandes Ligas.

Por el momento, la familia Gurriel se dispone a disfrutar de esta serie de tres juegos en el loanDepot park y disfrutar de esos dos peloteros que pasean el apellido por los mejores estadios del mundo con la misma intensidad de aquellos días primeros en Santi Spíritus.

“Mis papás viven esto con mucha tensión’‘, aclaró Lourdes Jr. “Se enfocan más que en el partido en lo que hagamos cada uno. Es bonito para nosotros y especial poder dedicarles este tiempo a ellos’‘.