Miami-Dade estudia programa de capellanes escolares pero muchos distritos escolares se mantienen al margen

En abril el gobernador Ron DeSantis dio permiso a las escuelas públicas de la Florida para llevar capellanes religiosos voluntarios a los campus para aconsejar a los estudiantes cuyos padres lo hayan autorizado.

Cuando la ley entró en vigor el lunes, muchos funcionarios de distritos escolares dijeron que no tienen planes para implementarla.

Eso es similar a lo que sucedió en Texas, donde los distritos más grandes del estado rechazaron la legislación de capellanes escolares de ese estado para 2023, según el Baptist Joint Committee for Religious Liberty.

Una de las mayores preocupaciones en la Florida se ha centrado en quién podría presentarse como capellán. La ley exige la verificación de antecedentes pero no incluye ningún requisito de capacitación.

“Es demasiado polémico”, dijo Nadia Combs, miembro de la Junta Escolar del Condado Hillsborough, quien no esperaba que la idea ganara adeptos entre sus colegas. “Necesitamos especialistas profesionales para tratar con niños que tienen problemas de salud mental”.

Combs también planteó el tema de la capacidad de las escuelas para atender a alumnos de muchas religiones diferentes, y añadió asuntos de seguridad.

Richard Shirley, superintendente escolar del Condado Sumter, al norte de Lakeland, dijo que podrían surgir posibles enredos legales de la implementación de la ley. Señaló que el lenguaje no define plenamente “capellán” y tenía preocupaciones de que “grupos escindidos” que no son necesariamente bienvenidos pudieran encontrar una vía de acceso a las escuelas bajo el programa.

The Satanic Temple, conocido por su activismo en defensa del pluralismo y el laicismo en la vida pública estadounidense, anunció su deseo de proporcionar capellanes poco después de que DeSantis firmara la ley. DeSantis respondió que el grupo, que no rinde culto a Satanás pero usa el polémico nombre, “no era una religión” y no se le permitiría entrar en las escuelas.

El IRS reconoce The Satanic Temple como una iglesia exenta de impuestos.

El cofundador Lucien Greaves dijo que DeSantis está engañando intencionalmente a los distritos escolares sobre lo que estaría legalmente permitido simplemente porque no está de acuerdo con la religión.

“No tiene ningún peso legal simplemente declararlo desde un podio”, dijo Greaves. “Todo lo que está haciendo es desinformar a los distritos escolares, indicándoles que podrían rechazarnos cuando en realidad no tienen ningún fundamento para hacerlo y pueden perder mucho en los tribunales”.

The Satanic Temple ganó una demanda en 2023, incluyendo $200,000 en honorarios legales, contra un distrito escolar de Pennsylvania que le prohibía participar en actividades extraescolares junto a otras organizaciones externas.

Ese posible conflicto reforzó la postura de Shirley.

“Ni yo personalmente, ni esta Junta Escolar tan conservador (que representa a una ciudadanía muy conservadora) permitiríamos jamás que estos grupos marginales tuvieran acceso a nuestros hijos”, dijo Shirley por correo electrónico. “Hay mucho debate en torno a las consecuencias imprevistas de abrir esa puerta, por muy buena que pudiera ser, al menos hasta que comprendamos mejor los parámetros, la intención, las definiciones y las estipulaciones. Las influencias negativas pueden estropear una ley que pretende ser positiva”.

Otros factores que entran en juego

En el sur de la Florida el programa de capellanes se está considerando en Miami-Dade, donde se espera que los resultados de un estudio propuesto por el miembro de la Junta Roberto J. Alonso, respaldado por DeSantis, se presenten este mes a la Junta Escolar. Pero el distrito escolar de Broward aún no ha actuado sobre el programa, y al menos un miembro de la junta tiene preocupaciones.

“Soy una persona de fe, pero también creo en la separación de la fe en nuestras escuelas públicas”, dijo la integrante de la Junta Sarah Leonardi.

Algunos funcionarios sugirieron que las escuelas tienen bastante que hacer sin asumir el trabajo de un programa que no es obligatorio.

“Solo dice que se permite tener capellanes”, dijo la presidenta de la Junta Escolar del Condado Pinellas, Laura Hine.

Añadió que el tema no ha estado en el radar del distrito. Funcionarios del distrito dijeron que esperaban confiar en las prácticas existentes para llevar voluntarios y mentores a las aulas.

Los legisladores hicieron que la participación en el programa de capellanes fuera voluntaria no solo para las familias, sino también para las escuelas, en parte para evitar las impugnaciones esperadas de que el estado estaba imponiendo una religión contraria a la Constitución de Estados Unidos.

Adoptaron un enfoque similar en 2012 con un proyecto de ley que permitía a los distritos adoptar políticas que permitieran a los estudiantes ofrecer “mensajes inspiradores” en actos públicos. Ningún distrito aplicó la ley.

Otros sostuvieron que la ley de capellanes no es necesaria, señalando a los programas que ya existen. El superintendente del Condado Suwanee, Ted Roush, dijo que su distrito, al noroeste de Gainesville, por ejemplo, se basaría en su antigua política de voluntarios para determinar quién podría participar en eventos y actividades escolares.

“Nuestras escuelas y la oficina del distrito mantienen actualmente relaciones con organizaciones religiosas y continuaremos apoyando y siguiendo nuestras prácticas actuales”, dijo Paul Abbatannozi, superintendente adjunto de las escuelas del Condado St. Johns.

El distrito escolar del Condado Orange tenía planes similares para trabajar dentro de su Iniciativa Basada en la Fe, que lleva décadas funcionando y que incluye asociaciones con unas 150 organizaciones externas, dijo el portavoz Michael Ollendorf. “El distrito ha sido capaz de conectar a nuestros estudiantes con miembros de la comunidad que inspiran y ayudan a nuestros estudiantes a través de mentores y otros programas”.

Eso no quiere decir que la discusión no esté teniendo lugar en absoluto.

Distritos como Pasco y Hernando están examinando sus responsabilidades surgidas del período de sesiones legislativas de 2024 y determinarán lo que necesitan hacer para cumplir con los nuevos requisitos que surjan. El distrito del Condado Osceola está llevando la idea un paso más allá.

“Nuestro jefe de personal reunirá a un comité de partes interesadas de la comunidad y de la escuela para discutir la legislación de modo que nuestro distrito pueda redactar una política sobre capellanes en las escuelas para que nuestra junta escolar considere su adopción”, dijo la portavoz Dana Schafer en un correo electrónico.

En Miami-Dade, la medida de Alonso que proponía un estudio del programa afirmaba que”la presencia de capellanes sirve como refugio para los estudiantes y el personal, proporcionando un espacio confidencial donde pueden sentirse apoyados y seguros”.

Pero con el año escolar acercándose rápidamente –los distritos podrían comenzar las clases el 12 de agosto– es cada vez menos probable que alguno tenga una política en vigor antes de que los estudiantes regresen.

Ana Ceballos, reportera de la Oficina en Tallahassee del Times/Herald, y Clara-Sophia Daly y Alecia Taylor, reporteras del Miami Herald, contribuyeron a este artículo.