México se vuelve un infierno por ola de calor. Y sólo puede empeorar
La actual ola de calor en México está causando una sensación generalizada de sofoco y hartazgo: no hay quien pueda negarlo. En 22 estados de la República la temperatura ha superado los 40 grados. En Nuevo León y Tamaulipas se han pronosticado temperaturas que rebasarán los 45 grados. Mientras que en Baja California, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Colima, el occidente de Durango, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Veracruz y Yucatán, la temperatura irá de 40 a 45 grados.
Todas las rutinas se han visto afectadas. En diversos estados, como Nuevo León, se han acortado los horarios de clase o se ha vuelto al forma híbrido, semipresencial, que existió durante la pandemia de covid-19. Son ya seis personas las que han muerto por golpes de calor. Se ha disparado la venta de cerveza, aunque en realidad beberla sea una forma más eficaz de deshidratarse. También es común ver a personas por la calle con shorts y playeras ligeras. Ventaja de la que no pueden gozar las personas que asisten a trabajos en oficinas: los formalismos son más importantes que el confort, aunque eso vaya en contra de la misma salud.
Es momento de dimensionar cuál es el verdadero impacto de calor en las actividades diarias. Con calor, con este tipo de calor, nada puede disfrutarse ni solucionarse, y los problemas para la salud son latentes. Porque además la alternativa que queda, la del aire acondicionado, está muy lejos de los bolsillos de la población. Un ventilador cuesta alrededor de mil pesos, pero queda claro que en el momento actual eso no basta, es como lanzar una cubetada de agua a un incendio. La instalación de un minisplit, que sería el mecanismo más básico de aire acondicionado, ronda entre los 4 mil y 6 mil pesos. Si se habla de sistemas más complejos, el precio puede llegar hasta los 100 mil pesos.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, la ola de calor se extenderá por lo menos hasta el 17 de junio. Aunque claro, ese pronóstico comprende el momento actual: es decir, que después de esa fecha podrían finalizar las temperaturas superiores a los 40 grados, pero eso no quiere decir que el calor se irá, simplemente bajará en su nivel actual. Ante ese panorama tan preocupante, se recomienda no salir al sol entre las 11 del día y 4 de la tarde, no portar camisetas de manga larga ni mucho menos chamarras o prendas que abulten. Tampoco es recomendable realizar actividades físicas expuestas al sol. Se debe tomar agua de manera constante, incluso aunque no haya sed. Y en caso de percibir síntomas de deshidratación, como boca seca, fatiga, mareos y vómitos, acudir al médico —y tomar sueros únicamente bajo indicación médica—.
Lo peor es que el panorama no luce nada alentador ni a corto ni largo plazo. El 2030 es el año límite para poder revertir el calentamiento global. Está a la vuelta de la esquina y no hay interés general en atajar el problema. La actual presencia de un anticiclón en niveles altos de la atmósfera ha generado este clima en toda la República Mexicana, que tan abrumado tiene a todo el país. El pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional para Ciudad de México es que se alcancen los 34 grados, con lo que estaría muy cerca de alcanzar o sobrepasar el récord histórico, que se registró en 1998, cuando en La Merced se sintieron 34.4 grados. De mal en peor, no quedará otro remedio que esperar con toda la paciencia posible un momento que, literalmente, se ha convertido en un infierno.