México, el país de la barbarie que no supera una tragedia cuando ya está viviendo otra

México ha quedado estupefacto por la brutalidad criminal sin límites. (Ulises RUIZ / AFP)
México ha quedado estupefacto por la brutalidad criminal sin límites. (Ulises RUIZ / AFP)

El caso de los cinco jóvenes desaparecidos de Lagos de Moreno ha conmocionado a México. En Internet se han filtrado imágenes espeluznantes en las que se observa al grupo de amigos amordazados y golpeados. Y un video en el que, presuntamente, uno de los jóvenes es obligado a golpear y arrancar la cabeza de uno de sus amigos. Las preguntas han sido muchas desde entonces, pero hay una que ocupa todos los espacios: ¿dónde están los jóvenes o sus restos, si es que en efecto han muerto?

Tampoco se conoce el móvil que los llevó a padecer esta situación al interior de una finca en Lagos de Moreno. La inspección en ese sitio entregó una evidencia perturbadora: restos de cuatro cuerpos humanos. Este martes, Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, ha dicho que los restos humanos hallados en la finca no son de ninguno de los cinco jóvenes desaparecidos. En comparecencia con los medios de comunicación, Alfaro detalló que se informó de la conclusión a los padres de las víctimas, quienes a su vez han cotejado que no son de sus hijos esos restos.

“Ya hay elementos de que esos no corresponden a los jóvenes, incluso ya platicamos con los papás, pero como siempre lo hemos hecho, los detalles los dará la Fiscalía, pero sí podía adelantar que esa osamenta no corresponde. Son los que se les dio la información a los papás y que ya también ellos corroboraron que no son ellos porque había una placa en uno de los huesos que no tenía nada que ver con ellos, o sea ya es información de que esos no son”, expresó el gobernador.

El caso sigue abriendo más puertas perturbadoras. Una búsqueda de un caso que, por su brutalidad envolvió a la opinión pública, ha revelado otros restos humanos. ¿Qué más se encontrará si se sigue buscando? Es una tragedia por todo. Por la desaparición sin respuesta, por la falta de sensibilidad que sociedad y medios estimularon al replicar las imágenes de la barbarie, por la lentitud de las autoridades para dar una respuesta sólida de por qué pasó esto y dónde se encuentran los restos de los jóvenes.

El año pasado también sucedió esto en otro caso que paralizó a México. La búsqueda de Debanhi, antes de que su cuerpo fuera hallado en la cisterna del Hotel Nueva Castilla, llevó a encontrar otros cinco cuerpos de mujeres sin vida. Todo en menos de 24 horas. En Jalisco este horror ya había tenido un eco nacional en mayo pasado, cuando se denunció la desaparición de ocho jóvenes que laboraban en un Call Center de Zapopan. Sus cuerpos tardaron unos dos días en ser plenamente identificados (se encontraron el 31 de mayo y el anuncio oficial se hizo el 2 de junio).

Madres buscadoras de Jalisco localizaron 20 cuerpos en una fosa clandestina en julio pasado. De 2018 a 2022, tiempo que ha durado la gestión de Enrique Alfaro, ha habido 6 mil 419 desaparecidos, cifra que coloca a esta entidad en el primer lugar a nivel nacional tanto en ese rubro, de desapariciones, como en el de fosas clandestinas. El terror no tiene límites en un país no supera una tragedia para sumirse en la estupefacción de otra más.

La semana pasada apenas se estaba asimilando la noticia de los jóvenes de Lagos de Moreno cuando otra revelación profundizó el sentimiento de abandono: 17 cuerpos desmembrados encontrados en congeladores, en Poza Rica, Veracruz. ¿Cuál es el límite? ¿Lo existe a estas alturas? Todos hablan de culpas, de presidentes, gobiernos y estadísticas. De normalización y resignación. Palabras hay muchas. Pero nadie explica, nadie consuela, nadie hace justicia.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO

Viva México: ladrón remata su asalto llevándose un bolillo para el susto