La mesa nacional de Juntos por el Cambio sale de la parálisis: convocan a una cumbre virtual para aplacar la tensión por 2023

Mauricio Macri, hoy, en Tigre
Mauricio Macri, hoy, en Tigre

Tras una semana cargada de tensión por la pelea sin cuartel que provocó el armado electoral de 2023, las autoridades partidarias de Juntos por el Cambio acordaron la convocatoria a una reunión de la mesa nacional de la coalición opositora con el objetivo de aplacar el nivel de confrontación. Los jefes opositores, que no se reúnen hace más de dos meses, mantendrán un encuentro, vía Zoom, el próximo martes.

La cumbre no será presencial debido a que la mayoría de los referentes de Pro y la UCR, ya lanzados en la carrera presidencial, no lograron consensuar una fecha por los compromisos que ya tenían agenda. Había premura en JxC por volver a reunir a la conducción nacional del frente opositor, no solo por los últimos cortocircuitos que generó la interna en el seno del macrismo por la sucesión en la Capital y la disputa por la candidatura presidencial, sino también por la falta de articulación en el funcionamiento del interbloque de Diputados en el Congreso, que quedó en evidencia durante la votación del proyecto de Presupuesto 2023.

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En un clima de creciente tensión por los cruces públicos entre referentes del espacio, Patricia Bullrich (Pro), Gerardo Morales (UCR), Maximiliano Ferraro (CC) y Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Republicano Federal) aceleraron las gestiones para cerrar la convocatoria a una reunión de la cúpula de JxC y sacar de la parálisis a la conducción nacional del grupo. Es que las fricciones por la discusión estratégica e ideológica en la cúspide del espacio había alterado la dinámica interna.

“No son tiempos de candidaturas y agendas alocadas de campaña. La energía debe estar puesta en los problemas actuales y urgentes como la inflación, la crisis educativa, la inseguridad, lo social y la frágil situación que nos lleva a una Argentina inviable”, señaló Ferraro, escudero de Elisa Carrió, quien reclamó a sus socios que posterguen la pelea por 2023 ante la compleja situación económica.

La última vez que se juntó la mesa nacional del espacio fue el 24 de agosto pasado, cuando los jefes de la fuerza se encontraron en el sindicato de los Gastronómicos de Buenos Aires para unificar posturas frente a la embestida del kirchnerismo contra la Justicia por el pedido de condena del fiscal Diego Luciani contra la vicepresidenta Cristina Kirchner en la causa Vialidad.

Reunión de trabajo de la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio.
Reunión de trabajo de la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio. - Créditos: @Juntos Por el Cambio

Está previsto que se conecten para la reunión los altos mandos del conglomerado opositor. Además de los jefes partidarios estarían Mauricio Macri (Pro), Horacio Rodríguez Larreta (Pro), María Eugenia Vidal (Pro), Cristian Ritondo (Pro), Alfredo Cornejo (UCR), Mario Negri (UCR), Martín Lousteau (UCR), Ernesto Sanz (UCR), Humberto Schiavoni (Pro), Luis Naidenoff (UCR) y Juan Manuel López (CC), entre otros.

La mediación de Macri

Antes de esa reunión, Macri tiene previsto reunir a la plana mayor de Pro, con la intención de fijar reglas de juego y evitar que escale el conflicto interno entre Larreta y Bullrich por el armado electoral con miras a 2023. El fuego cruzado se exacerbó después de que la exministra avalara la ambición de Jorge Macri de suceder a Larreta en la Capital.

“Lo mejor que nos puede pasar es que se junten los cuatro [Macri, Vidal, Bullrich y Larreta] y ordenen esto”, admite uno de los jerarcas de Pro. Es difícil que el encuentro sea presencial por las actividades de agenda de Vidal y la titular de Pro.

El tablero de JxC se agitó aún más después del homenaje a Raúl Alfonsín que organizó la UCR en Costa Salguero, en el que Morales y Lousteau desafiaron a Macri en un acto que tuvo el guiño de Larreta, y de que se filtrara un video en el que Bullrich increpa duramente a Felipe Miguel, jefe de Gabinete de Larreta. “No me crucés más por la tele porque la próxima te rompo la cara, conmigo no se jode, te lo aviso”, le advirtió la titular de Pro al funcionario durante la presentación del nuevo libro de Macri en La Rural. Pichetto presenció la escena a pocos metros. “Qué áspera sos, nena”, le susurró a Bullrich.

El nivel de belicosidad en la pelea de Pro inquieta a sus socios de la UCR -en pleno trance por el vínculo con el macrismo- y la CC. De hecho, Carrió trazó un duro diagnóstico: dijo que le daba “vergüenza ajena” la disputa por las candidaturas y pidió que sus aliados bajen el “nivel de agresión” por la crisis económica y la situación social.

“No están honrando a Juntos por el Cambio. Son las formas de violencia que vimos a lo largo de los años en el oficialismo”, sostuvo la líder de la CC en La Nación +. Negri y Rogelio Frigerio, uno de los blancos de Carrió, también salieron a reclamar una tregua. Quieren evitar que JxC pague un costo electoral por el alto nivel de internismo.

Macri y Cernadas, en Tigre
Macri y Cernadas, en Tigre

Por su parte, Morales minimizó sus críticas a la herencia de Macri durante el homenaje a Alfonsín en Costa Salguero que enardecieron al ala dura de Pro frente a la virulencia de la frase de Bullrich contra el jefe de Gabinete de Larreta. Mientras tanto, el jujeño, que hoy desembarcó en Entre Ríos, lidia con la disputa interna entre las distintas facciones del radicalismo. Si bien buscó exhibir una postal de unidad de la UCR el sábado pasado ante la feroz interna de Pro, Cornejo, Martín Tetaz y Rodrigo de Loredo salieron a diferenciarse del tenor de las críticas a la gestión de Macri. El gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, faltó al lanzamiento de Lousteau como candidato a jefe de gobierno de la UCR en una señal de disconformidad con la conducción de Morales. El jujeño tampoco volvió a hablar con Facundo Manes, su rival en la carrera por la candidatura presidencial de la UCR, quien se encuentra en el exterior.

La interna de Pro

La intención de Macri de ordenar la pulseada entre Bullrich y Larreta y fijar reglas de competencia generó malestar entre sus herederos, quienes comienzan a impacientarse por la decisión del expresidente de estirar la definición en torno a su eventual candidatura. Es que la resolución de ese enigma podría cambiar el escenario. Ambos aceleran la construcción de sus proyectos nacionales y reclutan aliados para la batalla interna, pero el movimiento de piezas de Macri condiciona sus planes.

Desde que declinó su candidatura en las legislativas del año pasado, una jugada que desactivó la fuerte interna con Larreta en la fortaleza electoral de Pro, Bullrich machaca con que Macri debe definir cuál será su rol. Anoche, mientras el expresidente activaba las negociaciones para reunir a la cúpula de Pro, desde el búnker de la exministra mandaban un mensaje desafiante: “A mí nadie me ordena”.

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En el entorno de Bullrich sugieren que a la titular de Pro le molesta que Macri se ponga en el “papel de ordenador”. Es más, enumeran los dardos del expresidente contra los radicales y Larreta o sus críticas al populismo light en JxC. “Horacio y Patricia quieren lo mismo y tienen distintas visiones -desde los piquetes hasta los planes sociales- y no se van a poner de acuerdo. Lo que tiene que haber es reglas de juego, que no sea una pelea desigual”, comentan cerca de Bullrich. Ella repite que no puede haber padrinos en la interna para no dividir al Pro.

Larreta insistió durante las últimas horas que el expresidente no conduce a la coalición opositora, sino que es la mesa nacional. Semanas antes, el jefe porteño había relativizado el valor de que Macri se inclinara por el candidato presidencial de la oposición que garantice el cambio. “El apoyo que realmente vale es el de la gente”, remarcó.

Horas antes, durante su gira por España, Macri había dicho que estaba dispuesto a convertirse en elector en caso de que no compita en 2023. “Si al final del camino un candidato garantiza el cambio y otro no, yo voy a jugar” , deslizó. Esa frase generó ruidos en Pro.

Hoy, Macri -ayer pasó por el Hotel Faena en Puerto Madero- retomó las recorridas en el conurbano. Apareció en Tigre, donde fue recibido por Segundo Cernadas, concejal de JxC y aspirante a intendente, y se reunió con un grupo de jóvenes. Luego, el expresidente recorrió la avenida Yrigoyen. Cernadas, que cuenta con el impulso de Larreta y Diego Santilli, mide fuerzas con Nicolás Massot, ladero de Emilio Monzó y postulante a intendente de Tigre que apalanca Bullrich.

“Queremos que el cambio sea de una vez para siempre”, dijo Macri, al bendecir la candidatura de Cernadas. El expresidente respalda la idea de intendentes para que listas municipales o provinciales únicas puedan colgarse de dos opciones electorales nacionales. Se trata del plan “Y”, con el que buscan blindarse de los chispazos entre Bullrich y Larreta para no dividir la oferta de Pro en sus distritos.

Además, Macri le mandó un mensaje a los dirigentes de Pro con aspiraciones: repitió que las candidaturas se dirimirán en las PASO. “La competencia nos hace mejores, porque logramos mejores resultados. Creemos que la competencia va a mejorar el país, cómo no vamos a pensar que va a fortalecer nuestra propuesta para que en 2023 se acabe el populismo” , resaltó.

Larreta, en tanto, viajó a Tucumán, distrito gobernado por el peronista Osvaldo Jaldo, sucesor del jefe de Gabinete, Juan Manzur. Allí, lo recibió el intendente de la capital provincia, Germán Alfaro, quien aspira a desbancar al PJ en Tucumán. “Juntos por el Cambio va a estar unido y vamos a ganar la gobernación”, aventuró Larreta.

Larreta y Alfaro, en Tucumán
Larreta y Alfaro, en Tucumán