Cómo está Haití después de un mes del violento asedio de las pandillas a la capital

Los haitianos siguen huyendo del aumento de la violencia en la capital de su país mientras todos los vuelos nacionales e internacionales hacia y desde Puerto Príncipe permanecen suspendidos. El empeoramiento de la situación y la falta de movimiento, tanto dentro como fuera de Haití, llevó a uno de los principales periodistas del país, Roberson Alphonse, a preguntarse esta semana si la vida de los haitianos no cuentan a los ojos de la comunidad internacional. “Somos personas”, declaró en la emisora de radio Magik 9 de Puerto Príncipe. “Las vidas de los haitianos deberían contar”.

Así están las cosas en Haití mientras siguen produciéndose escenas de destrucción en Puerto Príncipe, donde miles de personas siguen viéndose obligadas a abandonar sus hogares y refugiarse en campamentos sucios en medio de la propagación de enfermedades y la falta de medicinas y atención médica:

▪ Consejo Presidencial de Transición: Miembros del recién propuesto órgano de dirección y actuales integrantes del gobierno se reunieron por separado a última hora del miércoles. Un grupo estaba ultimando un acuerdo político sobre el consejo, mientras que el otro discutía la orden ejecutiva necesaria para formalizarlo. Mientras el Consejo de Ministros ha sido acusado de retrasar la creación del grupo al cuestionar su constitucionalidad y plantear dudas sobre la falta de documentos justificativos para su aprobación, los siete miembros con derecho a voto y los dos observadores sin derecho a voto del grupo presidencial siguen lidiando con sus propias luchas internas, a pesar de algunos avances. Entre los interrogantes que enfrentan: ¿Qué constituirá un consenso: cuatro de los siete votos? ¿O una supermayoría de cinco? ¿Cómo contarán las abstenciones? ¿El líder del grupo se llamará presidente o coordinador? El grupo aún tiene que contratar a un primer ministro y decidir cómo frenar la ola de violencia que asola actualmente a Puerto Príncipe.

▪ Aeropuertos: Un mes después de que disparos alcanzaran a aviones, el Aeropuerto Internacional Toussaint Louverture y el Aeropuerto Nacional Guy Malary permanecen cerrados debido a la suspensión de los vuelos al extranjero y nacionales. La Policía Nacional y las Fuerzas Armadas de Haití siguen manteniendo el control del aeropuerto en un nivel de cooperación no visto en años. Mientras tanto, helicópteros surcan los cielos trasladando personas a la ciudad septentrional de Cabo Haitiano, donde las embajadas extranjeras están evacuando a sus ciudadanos del país.

▪ Puerto marítimo: El puerto marítimo, propiedad del gobierno, está fuera de servicio y cientos de contenedores de carga permanecen bajo el control de pandillas. Buques están atracando y descargando algo de petróleo, alimentos y productos básicos y parte de la carga en puertos privados.

▪ Libros y documentos raros: Nada ha quedado fuera de los límites del actual asedio de las pandillas a Puerto Príncipe: ni hospitales, ni escuelas, ni estaciones policiales, ni siquiera libros raros. El miércoles, pandillas armadas asaltaron y saquearon la Biblioteca Nacional de Haití, depositaria de más de 200 años de historia y patrimonio cultural haitianos. Durante la invasión, en la que los hombres armados se llevaron muebles, se envió un SOS por radio en vivo pidiendo la intervención de la Policía Nacional.

▪ Patrimonio de Haití: El representante de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, más conocida como UNESCO, en Haití ha condenado los ataques contra las instituciones culturales y educativas del país. Esto incluye no solo la Biblioteca Nacional, sino también la Escuela Nacional de Artes, que ha influido en el arte haitiano en todo el mundo a través de su desarrollo de artistas, y la Escuela Normal Superior, la institución de formación docente más antigua del país. Esta última sufrió el incendio de al menos seis de sus aulas el 28 de marzo.

▪ Silencio: El Consejo de Seguridad de la ONU no ha emitido ninguna resolución sobre el aumento de la violencia, pero otra organización internacional rompió su silencio. La Organización de Estados Americanos aprobó el miércoles una resolución que respalda el acuerdo alcanzado el 11 de marzo en Jamaica para formar el panel presidencial de transición.

▪ Kenia: No se ha sabido mucho de la nación del este de África, que dejó en suspenso su despliegue de policías en Haití, aduciendo la renuncia del primer ministro Ariel Henry después de que Washington le obligara a hacerlo. El despliegue de 1,000 agentes de policía kenianos se ha visto obstaculizado por problemas legales en Nairobi y la falta de dinero. Kenia ha dicho que alguien tiene que pagar la factura.

▪ Dinero: La ONU y Estados Unidos siguen teniendo dificultades para recaudar fondos para la misión de seguridad en Haití. Un fondo fiduciario para financiar el despliegue de la misión multinacional de apoyo a la seguridad, liderada por Kenia, solo cuenta con $10.8 millones, mucho menos de los $200 millones que busca Kenia para desplegarse. “No está avanzando de ninguna manera”, dijo el jueves Stéphane Dujarric, portavoz del Secretario General de la ONU, António Guterres. “Así que de los resultados es de lo que hablamos aquí todos los días”.

Dujarric dijo que, si bien han visto a varios países decir que están dispuestos a enviar agentes de policía y personal, hay otros que tienen el dinero y el equipo para ayudarles también, pero no dan un paso al frente. “Cuanto más tarda esto, peor se ponen las cosas, ¿verdad? Y hemos estado catalogando esa espiral descendente creo que muy claramente”, dijo.

El gobierno de Biden, que ha prometido $300 millones para la fuerza de seguridad, también sigue en desacuerdo con legisladores republicanos escépticos sobre el dinero para la misión. El presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, Michael McCaul, y el miembro principal de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, James Risch, aún no han aprobado los $40 millones iniciales que solicita el Departamento de Estado. Pero no son los únicos que no están dispuestos a extender un cheque: Solo se han recaudado $45 millones para la respuesta humanitaria. La ONU solicita más de $600 millones.

▪ Pandillas armadas: Continúan su camino de destrucción mientras convierten el centro de Puerto Príncipe en un campo de batalla. Esta semana amenazaron con tomar el mayor hospital del país y siguieron apuntando al Palacio Nacional, hiriendo al menos a cuatro policías. También lanzaron ataques contra nuevos barrios de la capital.

▪ Arrestos: La Policía Nacional de Haití arrestó el jueves al presunto tercer cabecilla de la pandilla criminal Savien en el valle del Artibonito. Gladymir Joseph, de 38 años, conocido como Dèdè, fue arrestado por agentes de la lucha contra el narcotráfico destacados en el Aeropuerto Internacional Hugo Chávez de Cabo Haitiano alrededor de las 9 a.m. cuando se disponía a volar a Miami. La Policía dijo que se presume que Joseph es miembro de varias pandillas que operan en la capital y en otras provincias del país.

▪ Quién está al mando: El primer ministro de Haití, Ariel Henry, quien dijo que renunciaría tras la instalación del consejo presidencial, permanece bloqueado fuera del país después de que se impidiera a su avión chárter aterrizar en la República Dominicana. Las autoridades haitianas no dicen dónde está, pero su sustituto, el ministro de Finanzas, Michel Patrick Boisvert, sigue actuando en su lugar.

▪ Estado de emergencia: En un comunicado, el gobierno de Haití informa que se mantiene el estado de emergencia desde el jueves hasta el miércoles 3 de mayo. Quedan prohibidas todas las manifestaciones en la vía pública en la región que incluye Puerto Príncipe y se ha ordenado a la policía que use todos los medios legales para hacer cumplir el toque de queda.

▪ Crisis humanitaria: La Organización Internacional para las Migraciones, una agencia de la ONU, afirma que la situación humanitaria está empeorando. Más de 53,000 personas han huido de la capital en menos de tres semanas. La mayoría se ha dirigido hacia el sur, lo que les ha obligado a viajar en autobuses públicos por carreteras y barrios controlados por las pandillas. Los que se han quedado y viven en campamentos enfrentan condiciones deplorables, con acceso limitado a alimentos, atención sanitaria, agua, apoyo psicológico e incluso inodoros.

“Mientras que la prestación de asistencia era más fácil tras los terremotos, hoy es una tarea cada vez más desalentadora”, dijo Philippe Branchat, responsable de la organización en Haití. “El personal humanitario, incluido el nuestro, enfrenta retos de seguridad sin precedentes, equilibrando el imperativo de ayudar a los demás con la cruda realidad del riesgo personal y el desplazamiento”.

La ONU anunció el jueves que el Coordinador del Socorro de Emergencia, Martin Griffiths, asignó $12 millones del Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia para ayudar a las personas afectadas por la violencia. El dinero se destinará a proporcionar alimentos, agua, protección, atención sanitaria, saneamiento e higiene a las personas desplazadas y a las comunidades de acogida de Puerto Príncipe y del vecino departamento de Artibonite, dijo Dujarric.

▪ Asistencia sanitaria: Tres de cada cuatro mujeres y niños carecen de acceso a los servicios esenciales de salud pública y nutrición en el área metropolitana de Puerto Príncipe, informa UNICEF. Los ataques a las instalaciones sanitarias siguen agravando la ya de por sí grave situación de la población.

▪ Deportaciones: A pesar de la falta de alimentos y medicamentos y de las pandillas que asolan a Puerto Príncipe, los haitianos siguen siendo rechazados por la República Dominicana, las Bahamas y las Islas Turcas y Caicos. Según la Organización Internacional para las Migraciones, los países vecinos devolvieron a Haití a 13,000 migrantes en marzo, un 46% más que el mes anterior.