Las mentiras sobre su historial de voto por fin alcanzaron a la legisladora Salazar | Opinión

La legisladora de Miami María Elvira Salazar —una ex periodista que debería saber que los datos importan— debe a los electores del Distrito 27 una disculpa importante por mentirles descaradamente sobre su historial de voto.

En muchas ocasiones —en comunicados de prensa, cartas a los electores y presentaciones públicas— Salazar ha tergiversado su voto negativo sobre millones de dólares de financiación gubernamental clave, atribuyéndose el mérito de haber traído al distrito, mayoritariamente hispano, millones en fondos federales emitidos por el presidente Biden.

La verdad: esos proyectos fueron financiados por votos bipartidistas, a pesar de los esfuerzos de Salazar y otros republicanos trumpistas para torpedear los intentos de Biden de lidiar con la economía y reconstruir el país después de la pandemia del COVID.

Su engaño, sin embargo, ahora persigue a Salazar en medios que deberían ser familiares para la ex estrella de televisión, quien ascendió a su cargo público subiéndose al vagón de idolatría por Trump.

Después de años de mentir sobre sus habilidades para obtener fondos a los electores que no tienen idea de lo que realmente ocurre en Washington, en unos fascinantes minutos de televisión política el domingo, Salazar se convirtió en el modelo nacional de los republicanos engañosos.

Fue la fanfarronada de Salazar sobre su capacidad legislativa para obtener fondos lo que acabó por hundirla.

El periodista Jim DeFede, presentador del programa de la CBS4 “Facing South Florida”, presentó una serie de pruebas que contrastaban sus votos con sus afirmaciones sobre sus logros, y confrontó a Salazar con los proyectos de ley de financiación del gobierno de Biden contra como ella había votado.

Era la misma lista, entresacada del registro del Congreso de acceso público, que también me habían enviado los investigadores del Partido Demócrata que supervisaban su actuación.

Dice así:

▪ El 5 de noviembre de 2021, Salazar votó en contra de la Ley Bipartidista de Infraestructura y Empleos para mejorar las carreteras, puentes, banda ancha, transporte público, etc., en decaimiento del país.

▪ El 28 de julio de 2022, Salazar votó en contra de la C Ley de CHIPS y Ciencia en apoyo de los centros tecnológicos dedicados a asuntos energéticos y medioambientales.

▪ El 23 de diciembre de 2022, Salazar votó en contra de la Ley de Asignaciones Consolidadas de 2023 para financiar el gasto gubernamental en cosas vitales, desde la ayuda en desastres hasta el apoyo a Ucrania, de cuyo lado la congresista dice estar en la guerra con Putin.

Sus abstenciones de línea partidista podrían haber pasado desapercibidos, a no ser porque Salazar se paseó por la ciudad, cuando llegaron los fondos para los proyectos asignados a su distrito, alegando que ella había obtenido aquello por lo que claramente votó en contra.

Lo más notorio es que organizó un acto en la Universidad Internacional de la Florida (FIU), donde se le fotografió sosteniendo un gigantesco cheque falso por $650,000, firmado por ella, para financiar el Centro de Desarrollo de Pequeñas Empresas de la FIU.

Elogió profusamente el centro tecnológico, contra el que votó, diciendo que permitiría a Miami seguir “liderando en la innovación y el avance tecnológico, al tiempo que crearía nuevos empleos, haría crecer nuestra economía y promovería la seguridad nacional”.

Y los $84.9 millones de financiación para las mejoras aeroportuarias que Salazar dijo que construirían “instalaciones impresionantes” en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) no obtuvieron su voto. Están aquí gracias a que los demócratas aprobaron el proyecto de ley de infraestructura de Biden.

No es ¡Viva Salazar! en su distrito, sino ¡Viva Biden!, les guste o no.

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No se puede escapar de la verdad

No importa cómo se miren sus votos, en forma escrita en los periódicos o en las actas del Congreso, son condenatorios. Pero en televisión, no hay forma de escapar de los reflectores, salvo salir de la sala ante los telespectadores.

Salazar no pudo responder adecuadamente a DeFede, recurriendo a afirmaciones de amnesia sobre los proyectos de ley de Biden más comentados en los últimos años.

Entre la multitud de excusas:

“No me acuerdo”.

“A veces voto, a veces no”.

Más mentiras para hacer frente a las mentiras cuando habría sido más sencillo reconocer la alianza partidista.

Y no respondió a mi pregunta del martes sobre una disculpa.

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Para colmo de males, Salazar había tratado de suavizar los golpes complaciendo a DeFede: “Eres uno de los periodistas más duros y rigurosos del sur de la Florida”.

Quizá no sea tan buena idea que los políticos meramente mortales imiten al fanfarrón y mentiroso-en-jefe Donald Trump.