Mentiras descaradas, la herramienta ultra para captar adeptos y atontar a la sociedad

El líder de Vox, Santiago Abascal. (AP Photo/Andrea Comas)
El líder de Vox, Santiago Abascal. (AP Photo/Andrea Comas)

La primera frase de la comparecencia de Santiago Abascal en la defensa de hoy de la moción de censura planteada por Vox dice así: “Pedro Sánchez preside el peor Gobierno de España en 80 años”. Hasta hace dos o tres años no hacía falta explicar que se trata de una mentira tan grande como la farsa de la moción de censura que Vox no logrará sacar adelante de ninguna de las maneras.

Como tampoco era necesario recordar que entre 1939 y 1975 España sufrió la dureza y la ignominia de una dictadura. O que por la violencia de Francisco Franco España es el segundo país que más desaparecidos tiene solo después de Camboya.

Ahora, por desgracia, sí es necesario. Porque la sociedad está atontada y es cada vez más inculta y débil. Y la culpa es de quien no deja de esculpir discursos a golpe de mentiras o ‘fake news’.

Ojo a la encuesta de GAD3 para Amazon Prime conocida hace apenas unos días. “El 20% de españoles cree que ETA está activa y el 60% de jóvenes no identifica a Miguel Ángel Blanco”. Lo primero es mentira. Y lo segundo es una desgracia para la sociedad. Quien no estudia el pasado es proclive a repetir los mismos errores. Y en España se cometieron muchos que nunca nadie debería permitirse reproducir. Aunque Vox se lo haya propuesto.

Porque el discurso de Abascal no es un lapsus. Es una campaña orquestada para engañar y empobrecer a la sociedad española. Y, una vez narcotizada, pescar ahí votos. Él ha dicho hoy lo de los 80 años y ayer su secretario general, Javier Ortega Smith, dijo que durante el franquismo había “elecciones” pero “siempre ganaba el régimen”.

Claro que saben que están mintiendo. Pero lo justifican con argumentos tan pobres como que tienen “libertad” para juzgar la historia "como crea conveniente".

Como señala Richard Edelman, presidente y director ejecutivo de la empresa de relaciones públicas homónima: "Nos hemos encerrado en una cueva de nuestra propia creación. Nos hemos vuelto tribales y defensivos".

Vox, además, utiliza un ejército de robots para amplificar su mensaje. De hecho, estudios como el de la Universidad de Murcia, ya han comprobado que, al menos, 1.500 cuentas bot de Twitter apoyaron a Vox en la campaña del 10N de 2019.

Son tantas las mentiras lanzadas que, por mucho que uno piense que sabe identificarlas, alguna se le cuela. Un estudio de la oficina del Parlamento Europeo en España junto con la Alianza de Medios Líderes en Europa (LENA), revela que el 60% de los españoles cree que sabe detectar las noticias falsas, pero en realidad solo un 14% logra diferenciarlas.

Esta controvertida estrategia está descaradamente copiada de la política de comunicación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump y que le permitió llegar a la presidencia del país. Y en esas está Vox. De momento, según el CIS, ya es la tercera fuerza política. Y su aspiración es superar al PP para convertirse en el principal partido de la oposición de cara a las elecciones de 2023.

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