La gran mentira que representa el asalto al Cuartel Moncada en Cuba | Carta del lector
Hemos estado meditando por muchos años sobre el cambio político-social-económico sufrido en aquella próspera y alegre nación, la República de Cuba, hoy saqueada y afligida.
Los jóvenes de aquella época recordamos la evolución del antes y después de esa catástrofe comenzada el 26 de julio de 1953.
El ataque al Cuartel Moncada da inicio a la desgracia que ha estado sufriendo Cuba por más de seis décadas y ha contaminado con su venenoso régimen a otros lacayos afines: Ortega, Maduro y otros más caminando en la misma ruta.
En el ataque al Moncada murieron decenas de jóvenes creyendo que cumplían con un deber patriótico; la realidad era muy diferente. Fidel Castro necesitaba esas muertes para utilizarlas como banderas y de esa manera enardecer a la población contra el gobierno.
Nosotros nos preguntamos, ¿Qué hubiese sucedido si los atacantes al Cuartel Moncada hubieran conocido las verdaderas intenciones de Castro? Seguramente no hubiera tenido lugar ese triste episodio
Castro fue un mentiroso que engañó desde un principio a todos los que le escucharon su retórica hipócrita y embustera. Castro nunca dijo la verdad y llevó al sacrificio supremo, entregar la vida a cambio de nada, a miles de personas; algunos voluntariamente, otros mediante el engaño y otros obligados.
Su lema hasta el 19 de abril de 1961 fue: “Nuestra revolución es tan verde como nuestras Palmas” y aseguraba ante 6 millones de habitantes: -“No somos comunistas, somos humanistas”.
El 19 de abril, después de la histórica gesta de Bahía de Cochinos, fue cuando se pronunció marxista-leninista. En estas circunstancias, le era más difícil a sus seguidores abandonar la línea castrista, sabían que ahora las condiciones eran más arriesgadas. Castro siempre calculó los pasos que daba.
Es increíble que un gobernante haya tenido un disfraz tan estrecho y que no le diera vergüenza desenmascararse ante la población ingenua que le mereció el apoyo.
Y hoy nos preguntamos, ¿qué hacen las organizaciones internacionales en donde ese régimen tiránico aún tiene una butaca entre los gobiernos democráticos?
¿Por qué no trasladan a todas esas organizaciones a localizarse en Cuba para que vean de cerca y conozcan en carne propia lo que es represión y burla a los Derechos Humanos?
El 26 de julio para la pandilla castrista es fiesta, utilizaron de trofeos la vida de muchos jóvenes para enriquecerse asquerosamente y esclavizar a una nación entera.
“Se puede engañar a todo el mundo algún tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo”, dijo Abraham Lincoln.
Diego Quiros Sr., Miami.