El mensaje de Carlos III por los abusos coloniales en Kenia no es suficiente para algunas víctimas

Por Duncan Miriri y Aaron Ross

NAIROBI, 1 nov (Reuters) - El rey Carlos III de Reino Unido y la reina Camila iniciaron el miércoles el segundo día de su visita de Estado a Kenia, mientras los supervivientes de los abusos de la época colonial criticaban su falta de disculpas o de propuestas de reparación.

El martes, en una cena de Estado, Carlos expresó su "más profundo pesar" por lo que calificó de aborrecibles e injustificables actos de violencia cometidos contra los kenianos durante la lucha por la independencia del país.

El presidente William Ruto elogió el primer paso del monarca para ir más allá de las "tímidas y equívocas medias tintas de años pasados", pero dijo que aún quedaba mucho por hacer.

Durante la revuelta del Mau Mau de 1952-1960 en el centro de Kenia, unos 90.000 kenianos fueron asesinados o mutilados y 160.000 detenidos, según estimaciones de la Comisión de Derechos Humanos de Kenia (KHRC, por sus siglas en inglés).

Los colonialistas británicos también cometieron graves violaciones a los derechos humanos, como expropiación de tierras, asesinatos, torturas y violencia sexual, contra cientos de miles de personas en Kenia occidental durante décadas, según los investigadores de la ONU.

La visita de Carlos llega en un momento en que las antiguas colonias exigen que Reino Unido haga más por reconocer los abusos de su pasado colonial. Algunas, como Barbados y Jamaica, han reevaluado sus vínculos con la monarquía.

Reino Unido accedió en 2013 a un acuerdo extrajudicial de 20 millones de libras (24 millones de dólares) con más de 5.200 supervivientes de abusos durante la revuelta del Mau Mau, pero se ha negado a presentar disculpas y ha rechazado las reclamaciones de otras comunidades.

El alto comisionado británico en Kenia, Neil Wigan, dijo la semana pasada a una emisora de radio local que una disculpa llevaría a su país a un "territorio legal difícil".

"El reconocimiento por sí solo no basta", afirmó David Ngasura, historiador del clan Talai, en Kenia occidental, cuyos miembros fueron expulsados de sus tierras en la década de 1930 y enviados a campos de detención.

Hoy, gran parte de esas tierras pertenecen a multinacionales del té.

"Aún no le he oído hablar de indemnizaciones y reparaciones del Estado británico a las víctimas de las injusticias históricas cometidas por el Gobierno colonial británico".

Kipchoge araap Chomu, bisnieto del rey Koitalel Arap Samoei, quien lideró una rebelión de una década del pueblo Nandi antes de ser asesinado por un coronel británico en 1905, dijo que el discurso de Carlos se quedó corto en sus esperanzas de una disculpa, reparaciones y la devolución de los restos de su antepasado.

"(Carlos) se limitó a dar rodeos, a dar vueltas y más vueltas diciendo 'reconocemos el dolor, pero no podemos cambiar el pasado'", afirmó Chomu.

Chomu sugirió que Reino Unido siguiera el ejemplo de Alemania, que ha pedido perdón por la matanza de tribus en Namibia hace más de un siglo y ha aceptado financiar proyectos por valor de más de mil millones de euros.

El miércoles por la mañana, Carlos y Camila visitaron un cementerio de veteranos de la Segunda Guerra Mundial. Entregaron a cuatro veteranos, que lucharon junto a los británicos, medallas en sustitución de las que se habían despojado durante la revuelta del Mau Mau.

(Reporte de Duncan Miriri y Aaron Ross; escrito por Hereward Holland; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)