Los menores, también víctimas de la represión política en Rusia

Una vista de Moscú del 26 de mayo de 2024 (Natalia Kolesnikova)
Una vista de Moscú del 26 de mayo de 2024 (Natalia Kolesnikova)

Las autoridades rusas están atacando cada vez más a menores y a sus familias como parte de la represión contra quienes se oponen al Kremlin y la invasión de Ucrania, indicó este viernes Amnistía Internacional.

Tras el envío de tropas rusas a Ucrania ordenado por el presidente Vladimir Putin en febrero de 2022, las autoridades intensificaron su represión contra los disidentes, y utilizaron a los niños para presionar a los padres.

Igualmente amenazaron a estos con retirarles la autoridad parental, según afirma el grupo defensor de los derechos humanos en un informe.

Algunos tuvieron que huir de Rusia con sus hijos para que no se les separara de ellos.

"Pese a la retórica del Kremlin sobre el valor de la familia, se está aprovechando sin pudor el vínculo entre niños y padres para aplastar a la disidencia", afirma Oleg Kozlovsky, investigador de Amnistía para Rusia.

"Y en este ataque con motivaciones políticas desatado contra los menores, las escuelas y los profesores se han convertido en herramientas de persecución e interferencia arbitraria por parte del Estado", añadió.

En octubre de 2022, Varvara Galkina, de 10 años, fue interrogada por la policía de Moscú por su foto de perfil de Whatsapp, en la que aparecía un dibujo de apoyo a Ucrania.

La policía amenazó a su madre, Elena Jolicoeur, y allanó su casa. Por temor a implicaciones penales, Jolicoeur y sus dos hijas abandonaron el país.

"No quería que mis hijas vivieran una doble vida, que fingieran estar de acuerdo con el gobierno o apoyar la guerra", dijo a Elena Jolicoeur a AI.

En septiembre de 2022, la policía de Ulan-Ude, en Siberia, detuvo a la activista opositora Natalia Filonova en una protesta. Tras varios meses bajo arresto domiciliario fue puesta en detención, a la espera de juicio, mientras Vladimir Alalikin, entonces de 16 años de edad, discapacitado y acogido bajo su techo, fue enviado a un orfanato.

En agosto de 2023, Filonova fue condenada a dos años y diez meses de cárcel. Alalikin permaneció en el orfanato, donde dice que fue víctima de abusos por parte de otros menores, según Amnistía Internacional.

En ninguno de los casos conocidos por la oenegé intervino el comisionado para los derechos de los niños con el fin de defenderlos, asevera el informe.

Tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania, las autoridades introdujeron clases de patriotismo en las escuelas de primaria y secundaria.

Amnistía dijo que durante unas clases dirigidas a niños de seis y siete años en marzo de 2024, los profesores estaban obligados a "apoyar los sentimientos de alegría y celebración asociados" al décimo aniversario de la anexión de la península ucraniana de Crimea.

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