Más menores para la guerra en Colombia: "Se los llevan con engaño"

Eduin Capaz, líder del Cauca: "Están reclutando a nuestros niños y niñas para la guerra".<span class="copyright">Mirra Banchón/DW</span>
Eduin Capaz, líder del Cauca: "Están reclutando a nuestros niños y niñas para la guerra".Mirra Banchón/DW

"A una comunera indígena del departamento del Cauca, que se transportaba en lancha para hacer sus compras, le preguntamos por qué llevaba siempre a su niño bajo una manta", cuenta a DW, en Bruselas, Anyi Zapata, lideresa del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC)."Su respuesta fue: si lo ven los grupos armados, me lo llevan", añade.

Según la Defensoría del Pueblo de Colombia, en el año 2024, se reclutó el 73,4 por ciento de los menores en Colombia. En total, son 409 los casos registrados. En esta situación, desde el Cauca, representantes del pueblo indígena Nasa y del CRIC han traído esta semana a Europa un pedido de auxilio.

"Están reclutando a nuestros niños y niñas para la guerra. Los niveles de violencia están aumentando y los grupos armados están radicalizando sus guerras territoriales", dice a DW Eduin Capaz, dirigente del CRIC. Desde los territorios, las zonas más apartadas de las grandes urbes colombianas, los líderes caucanos detectan más bien quietud desde la Unión Europea -garante y socia del Acuerdo de Paz de Colombia. Y eso aporta a la angustia.

Más reclutamiento de menores

Según el informe de la Defensoría del Pueblo, en 2024 fue el Estado Mayor Central (EMC) el principal grupo armado responsable de reclutamientos de menores (135); no obstante, a disidencias sin especificar se les atribuyen 162. La edad de los menores que se reclutan para los grupos armados oscila entre 3 y 17 años, consta en un informe de Naciones Unidas de febrero 2024.

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"Tanto el asesinato de guardias indígenas, de sabedores ancestrales y de líderes comunitarios, como el reclutamiento de menores tienen como objetivo debilitar y exterminar a la comunidad para quedarse como poder local en los territorios", añade Capaz.

Oportunismo y engaño

¿Cómo los reclutan? "Siempre hay oportunismo y engaño", responde a DW Anyi Zapata, dirigente del CRIC. "Oportunismo, porque aprovechan necesidades: ausencia de madres jóvenes que han tenido que dejarlos para ir a trabajar a la ciudad; falta de alimentación y educación. Incluso se llevan a los que sufren alguna enfermedad como epilepsia y se sienten excluidos de la comunidad", ilustra.

Anyi Zapata, lideresa del Cauca, pide apoyo en Bruselas para las estructuras comunales de prevención del reclutamiento forzado de menores.<span class="copyright">Mirra Banchón/DW</span>
Anyi Zapata, lideresa del Cauca, pide apoyo en Bruselas para las estructuras comunales de prevención del reclutamiento forzado de menores.Mirra Banchón/DW

¿Y el engaño? "Promesas de empleo y de envío de dinero a su madre para que no trabaje más. A las niñas, entre los once y los diecisiete años, las enamoran. Y ellas se van, supuestamente, con un chico", agrega Zapata. La realidad se impone rápido: en general, los menores son enviados sin preparación al combate y no son más que carne de cañón y las menores cumplen diversos servicios sexuales. "Niños y niñas cumplen también la función de anzuelos para reclutar a otros menores", lamenta la lideresa. "Las promesas de operaciones estéticas tampoco faltan", informa.

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En esta situación, cabe recordar que, incluso en los casos donde no hay secuestro y en apariencia los menores se van voluntariamente, según Naciones Unidas, cuando se trata de menores de edad, no se puede hablar de un consentimiento libre.

"De lo más grave que sucede es que hay un subregistro", sigue Anyi Zapata. "Nosotros en el Cauca estamos organizados y sabemos decir cuántos menores han sido reclutados. Hay otros pueblos, como los Embera, que no lo saben. Además, nosotros sabemos cuántos se han ido, pero no sabemos cuántos han muerto en combate", añade la líderesa del CRIC.

En la compleja institucionalidad del proceso de paz de Colombia -apoyado por la UE y algunos de sus Estados miembro-, la medicina legal y la línea de investigación registra un cuerpo como asesinado no como caído en combate, independientemente de la zona de origen, aunque ésta sea de conflicto. Los líderes del CRIC no detectan desidia en la respuesta del actual Gobierno colombiano. Más bien procedimientos lentos que no corresponden a las necesidades de un día a día violento, además de extorsión por parte de los grupos armados.

Respuesta europea

"Con un proyecto de la UE de tres años de duración y con un presupuesto de 1,3 millones de euros, estamos en doce puntos de los territorios colombianos. Trabajamos en prevención con enfoque etnocultural", cuenta a DW José Luis Campo, fundador de la organización Bemposta. Con 50 años de experiencia en Colombia, desde esta organización de origen español, se califica de histórico el proyecto "Entornos seguros", de la cooperación europea.

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"En el Catatumbo, Guaviare, Arauca, Cauca: trabajamos con las autoridades territoriales en la prevención. El menor en riesgo recibe un subsidio mientras asista a su colegio. Esto reduce en un 80 por ciento la deserción", explica a DW José Luis Campo.

A pesar de reconocer los esfuerzos del Gobierno actual, "Colombia tiene un serio problema de abandono de territorios, donde los derechos de los niños a salud, a educación, a proyectos vitales, son nulos. Así entendemos la angustia de estos menores por engancharse a las atractivas ofertas de los grupos armados", afirma el cooperante español, que llegó a Colombia hace medio siglo.

Estos nuevos proyectos, firmados con el Ministerio de Bienestar Social de Colombia, con apoyo de la Unión Europea, según José Luis Campos, son históricos por su inclusión del enfoque etnocultural en la prevención. Su organización, no obstante, sigue recibiendo a menores que buscan refugio después de haber dejado, por razones múltiples, los grupos armados.

¿Creer en las capacidades locales?

Como fuere, desde el campo donde se libran estas batallas, Anyi Zapata llama la atención de la comunidad internacional para que preste mayor credibilidad a las propuestas de las comunidades afectadas. "Tenemos la capacidad de restablecer derechos, de orientar, de reinsertar a los menores en las comunidades. Pero nos siguen respondiendo que tiene que ser el Ministerio de Bienestar Social", agrega subrayando su lentitud.

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Así las cosas, mientras Eduin Capaz conversaba con DW, aumentaba el número de líderes indígenas asesinados: entretanto 44 . "Antes eran dos los grupos armados, ahora son más de quince. Para las comunidades, que resisten organizada y pacíficamente, da igual cómo se llamen, no son más que grupos delincuenciales", puntualiza Capaz, solicitando a las instancias europeas que no dejen de revisar, entre otras, la situación de los menores de Colombia.

(rml)