La menopausia no es un ‘mal de mujeres’


Hace algunas décadas la menopausia era considerado un asunto tabú y raramente se discutía abiertamente, opina la doctora Esther Mahuina Campos Castolo al preguntarle sobre la evolución del pensamiento de las mujeres con respecto a este tema. Era un “mal de mujeres” y por eso difícilmente querían hablarlo o asistir a una consulta médica para informarse, pero ello ha cambiado, indica.

En los primeros años de práctica de la Dra. Campos, una paciente relativamente joven (45 años) llegó a su consultorio. La mujer estaba preocupada por los sofocos y la irritabilidad que presentaba por esos días. La paciente creía que eran síntomas de alguna enfermedad grave.

Al explicarle que podría tratarse de la perimenopausia —lo que después se comprobó con estudios clínicos— y que esos síntomas eran completamente normales, el alivio fue evidente en su rostro. pero unos segundos después la paciente entristeció.

“Este encuentro me hizo entender la importancia de hablar sobre la menopausia no solo con mis pacientes mujeres, sino también con el público en general, ya que es una fase natural de la vida de toda mujer que requiere algunos cuidados particulares para mantener la salud y vitalidad habituales”. La doctora puntualiza que “hay pacientes, no enfermedades”.

LOS SÍNTOMAS QUE EXPERIMENTAN LAS MUJERES

Los síntomas de la menopausia son muy variados y pueden manifestarse de manera diferente en cada mujer. Los más comunes son los sofocos, sudoraciones nocturnas y sequedad vaginal, comenta la doctora. Sin embargo, también hay manifestaciones psicológicas como irritabilidad, ansiedad e incluso síntomas depresivos.

Además, tiene efectos adicionales como alteraciones cardiovasculares, metabólicas y óseas, que aunque no son tan evidentes, sí repercuten paulatinamente en el bienestar general de la paciente. Por ello es fundamental la consulta médica para un diagnóstico y manejo adecuados, recomienda la experta.

EN LA MENOPAUSIA LAS MUJERES DICEN ADIÓS A LA MENSTRUACIÓN

La definición clínica de la menopausia ocurre cuando la paciente ha dejado de menstruar permanentemente por un año completo, sin otra causa médica o fisiológica evidente. Esto ocurre porque la mujer experimenta disminuciones en los niveles de hormonas como el estrógeno.

“Usualmente la menopausia comienza entre los 45 y 55 años. Es un proceso que no sucede de la noche a la mañana. Empieza con la etapa conocida como perimenopausia, durante la cual los síntomas empiezan a aparecer y los ciclos menstruales se vuelven más irregulares.

“Todo el conjunto de síntomas se denomina síndrome climatérico. Esa palabra la considero encantadora porque deriva del griego ‘klimaktēr’, que significa ‘escalón’ o ‘punto crítico’, lo cual representa que la mujer ‘sube’ a una nueva etapa en su vida”, comenta la también académica en el Departamento de Informática Biomédica de la Facultad de Medicina de la UNAM.

En términos clínicos, la menopausia no “termina” en un sentido tradicional: es una transición a una fase de la vida en la que la mujer ya no es fértil. Lo que sí puede variar es la duración y la severidad del síndrome climatérico, que se manifiestan de manera más intensa durante la perimenopausia y suelen disminuir con el tiempo, añade la doctora con especialidad en ginecología y obstetricia por el Hospital Luis Castelazo Ayala del IMSS.

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Es importante hablar abierta y sinceramente sobre los síntomas y las experiencias menopáusicas con amigos, familiares o grupos de apoyo. Ello puede ayudar a desmitificar la menopausia. (Adobe Stock)

CAUSA, RIESGOS Y TRATAMIENTO

La menopausia natural se debe principalmente a que los ovarios terminaron su ciclo reproductivo y por ello ocurre una disminución en la producción de hormonas en las mujeres.

“Hay situaciones que representan factores de riesgo para una menopausia precoz. Esto último incluye enfermedades autoinmunitarias, ciertos procedimientos quirúrgicos que afectan los ovarios, e incluso el tabaquismo”.

El tratamiento se personaliza según los síntomas y las necesidades de cada mujer. “Cada mujer es distinta y debemos adaptar el tratamiento a sus necesidades. Sin embargo, hay un manejo central básico, que es la terapia hormonal suplementaria, que reemplaza las hormonas que los ovarios ya no producen.

“La terapia de reemplazo hormonal ha probado ser efectiva para aliviar síntomas como sofocos y sequedad vaginal, además de prevenir los otros riesgos cardiovasculares, metabólicos y óseos, pero debe ser evaluada cuidadosamente debido a posibles efectos secundarios”.

Existen distintos medicamentos que se eligen de acuerdo con las características de cada paciente, los factores de riesgo que se buscan prevenir e incluso las preferencias de vía de administración.

DÍA MUNDIAL DE LA MENOPAUSIA

Desde el año 2000, la Sociedad Internacional de la Menopausia y la Organización Mundial de la Salud (OMS) acordaron conmemorar el Día Mundial de la Menopausia cada 18 de octubre.

Sobre el tema, la OMS sostiene que es fundamental entender la menopausia como un punto más en el continuo de las etapas vitales de las mujeres. El estado de salud que presenten las mujeres al entrar en la etapa perimenopáusica estará muy condicionado por su historial sanitario y reproductivo previo, su estilo de vida y factores ambientales.

“Los síntomas perimenopáusicos y posmenopáusicos pueden perturbar la vida personal y profesional de las mujeres, y los cambios asociados con la menopausia afectarán a su salud durante su etapa de envejecimiento. Por tanto, la atención perimenopáusica desempeña una función importante en la promoción del envejecimiento saludable y la calidad de vida”, explica la OMS.

CONSEJOS PARA NO PADECER LA MENOPAUSIA COMO UNA ENFERMEDAD

“La menopausia es una etapa natural de la vida de una mujer, y no una enfermedad. Sin embargo, los síntomas pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida. También influye la percepción cultural, la cual debemos ir cambiando juntos, pacientes y profesionales de la salud”, indica la doctora Campos Castolo, quien aporta cinco consejos para vivir esta etapa de vida. 

Mantener un estilo de vida activo. El ejercicio regular puede ayudar a aliviar varios síntomas menopáusicos, como cambios de humor e insomnio. A su vez, es beneficioso para la salud cardiovascular y ósea. Se recomienda preferir las rutinas para desarrollar fuerza y flexibilidad y combinar con un poco de aeróbico, así como caminar.

Dieta equilibrada. Una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros “puede hacer maravillas para el bienestar general. Además, ciertos alimentos como la soya y el camote contienen fitoestrógenos, que complementan el déficit hormonal de manera natural”, recomienda la experta. 

MANEJO DE ESTRÉS Y ASESORÍA MÉDICA

Manejo de estrés. Este es un punto conflictivo, indica, “porque nuestra vida cotidiana está llena de factores estresantes, y la menopausia suele coexistir con momentos laborales y familiares complejos. Actividades como la meditación, la respiración profunda y la relajación muscular progresiva, pueden incluirse al comenzar y al finalizar la rutina de ejercicio. Estas pueden ser útiles para manejar los sofocos y el estrés asociado con la menopausia”.

Asesoramiento médico. Es crucial mantener una comunicación abierta con el médico de confianza para discutir síntomas, riesgos y opciones de tratamiento. “La medicina es una alianza. Consideremos a los expertos en salud como un equipo que tiene el mismo objetivo: el bienestar”.

Red de información y apoyo. Buscar información en sitios confiables como las universidades o estudios científicos permitirá conocer más acerca de la menopausia y su manejo. “También es importante hablar abierta y sinceramente sobre los síntomas y las experiencias menopáusicas con amigos, familiares o grupos de apoyo. Todo esto puede ayudar a desmitificar la menopausia. El resultado será poder vivirla con la mejor salud posible”, concluye la especialista. N

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