En medio de la crisis por el misterio sobre Kate, la Casa Real busca un nuevo asistente de comunicación

LONDRES.- La tormenta mediática que desató la enigmática desaparición de Kate Middleton tras su operación de abdomen en enero pasado puso bajo la lupa la forma imprecisa de comunicar de la familia real británica, fuertemente criticada por su total hermetismo y por una serie de errores como, por ejemplo, la publicación de una fotografía por el Día de la Madre, supuestamente editada por la propia princesa de Gales.

La pobre adulteración de la imagen rápidamente activó las alarmas en las principales agencias de noticias, que tuvieron que salir a “matar la foto”, y obligó a la esposa del príncipe Guillermo a pedir disculpas.

Pero lo que llamó aún más la atención es el descuido del Palacio de Kensington, responsable de la comunicación del príncipe y la princesa de Gales, al difundir tan ampliamente una foto que no pasa los estándares mínimos de edición.

Pareciera, sin embargo, que los que tomaron nota de las críticas fueron el rey Carlos III y la reina Camilla, ya que el Palacio de Buckingham, en medio de todo el alboroto, decidió expandir su equipo de comunicación, según anunció el medio Fortune.

Concretamente, el Palacio de Buckingham, que respalda las actividades y responsabilidades diarias de la reina y el rey, así como las de su familia inmediata, salió a buscar un nuevo asistente de comunicación para colaborar en la producción de noticias.

El contrato contempla un salario anual de 32.740,60 dólares y “un generoso paquete de prestaciones diseñado para apoyar el bienestar y prioridades del empleado”, que incluye almuerzos gratuitos in situ. Según el palacio, el sueldo cumple con la recomendación de la Living Wage Foundation, una organización británica que tiene como objetivo persuadir a los empleadores para que paguen un salario digno.

Aunque la comunicación de los príncipes de Gales recae en el Palacio de Kensington, la movida habla de una necesidad de revisar en su conjunto la manera en la que la familia real británica maneja su propia imagen y se relaciona con la prensa.

“El equipo de comunicación de la Casa Real promueve el papel, la relevancia y el valor de la Familia Real ante una audiencia mundial. La reacción a nuestro trabajo es siempre de alto nivel, por lo que la reputación y el impacto estarán al frente de todo lo que haga”, se lee en la descripción del puesto de casi tiempo completo (37,5 horas por semana).

Su función abarcará desde los viajes de Estado hasta los actos reales, para garantizar que “las comunicaciones despierten interés de forma sistemática y lleguen a diversos públicos”, continúa.

El documento también informa que la persona seleccionada dependerá de una secretaría particular, aunque no especifica cuál.

Entre las responsabilidades del puesto se incluyen las sesiones informativas reactivas y proactivas, la supervisión del acceso de los medios de comunicación a los compromisos y residencias reales, la producción de contenidos en diversas plataformas, el intercambio con los medios de comunicación y el apoyo a la planificación de la agenda.

Además, el candidato adecuado deberá tener “ojo para el detalle, una gran capacidad de comunicación escrita, aptitudes interpersonales sobresalientes, trabajar bien con plazos ajustados y tendrá que establecer rápidamente la confianza con otros miembros de su equipo”.

La relación de monarquía británica con la prensa siempre ha sido turbulenta. Aunque el ejemplo más emblemático es la trágica muerte de Lady Di, que al momento del accidente automovilístico huía de los paparazzi, en años más recientes, la institución ha tenido que capear numerosos escándalos que acapararon los titulares de los principales medios de comunicación del mundo y encendieron acalorados debates en redes sociales, como la ruptura de los duques de Sussex con la familia real o las acusaciones de abuso sexual contra el príncipe Andrés, solo por mencionar algunos.