Mayorkas dice que pandillas haitianas ‘tenían como objetivo’ el personal de EEUU

Grupos armados en Haití tenían como objetivo a los estadounidenses en Puerto Príncipe antes de que el Departamento de Estado de Estados Unidos ordenara a las familias de los diplomáticos estadounidenses y al personal no esencial abandonar el país en julio, dijo el lunes el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.

Mayorkas describió la amenaza selectiva contra los estadounidenses ahí para justificar por qué el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) sigue deportando a ciudadanos haitianos de regreso a ese país, a pesar de la advertencia del Departamento de Estado contra los viajes a Haití.

“La amenaza contra los estadounidenses en Haití era bastante selectiva”, dijo Mayorkas cuando McClatchy le preguntó en una pequeña reunión de reporteros por qué era seguro para los ciudadanos haitianos regresar.

“La embajada... había un interés particular por parte de las pandillas de allí para controlar el transporte público, los medios de transporte, y eso es muy distinto de una incapacidad general de los individuos para ser devueltos a Haití”, añadió.

El 27 de julio, Estados Unidos emitió una advertencia de viaje a Haití en la que se planteaba la orden para el personal estadounidense y sus familias, y se indicaba que los funcionarios estadounidenses que permanecieran en el país no podían usar “ningún tipo de transporte público ni taxis”, salir del recinto de la embajada sin autorización previa, viajar entre la 1 a.m. y las 5 a.m. ni conducir de noche.

Luego, el 30 de agosto, cuando los barrios cercanos a los complejos de la embajada de Estados Unidos en el suburbio de Tabarre de la capital haitiana se vieron sometidos a un aumento de los tiroteos de pandillas, se instó a los ciudadanos estadounidenses, una vez más, a salir de Haití “lo antes posible”. Al día siguiente, un vuelo chárter del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas llegó a Puerto Príncipe con 66 ciudadanos haitianos que habían sido deportados al país.

La deportación suscitó de inmediato las críticas de grupos haitianos y de defensa de los derechos de los inmigrantes. En un comunicado, Guerline Jozef, cofundadora y directora ejecutiva de la Haitian Bridge Alliance en Estados Unidos, calificó la medida de “indignante”.

“Este acto pone vidas en peligro y es una clara violación de los derechos humanos y, si se permite que continúe, pasará a los libros de historia como un crimen contra la humanidad. Pedimos urgentemente al presidente Biden, a la vicepresidenta Harris, al secretario Mayorkas y a toda la administración que cesen todas las deportaciones a Haití”, declaró. “También pedimos al Congreso que dé un paso al frente y exija a la administración que detenga todos los vuelos de deportación a Haití porque es una parodia, socava el derecho internacional y pone vidas en peligro inmediato de forma desmedida”.