Maxwell Frost, primer congresista de la generación Z, se prepara para el Capitolio

El representante electo Maxwell Frost (demócrata de Florida) mira un posible departamento el 2 de diciembre de 2022. Piensa hacer couchsurfing durante sus primeras semanas en Washington. (Kenny Holston/The New York Times)
El representante electo Maxwell Frost (demócrata de Florida) mira un posible departamento el 2 de diciembre de 2022. Piensa hacer couchsurfing durante sus primeras semanas en Washington. (Kenny Holston/The New York Times)

WASHINGTON — Es fan del rock de principios de los 2000, que era popular cuando él estaba en preescolar. Aún no obtiene su licenciatura. Y hace couchsurfing para ahorrar dinero mientras empieza su nuevo trabajo, que consiste en representar al 10.º Distrito Congresional de Florida en la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

El representante electo Maxwell Frost, un activista progresista afrocubano de 25 años de Orlando, Florida, está a punto de convertirse en el miembro más joven del Congreso. Cambió el megáfono que una vez utilizó para liderar protestas por un escaño en una de las instituciones más poderosas del país, donde será el primer miembro de la generación Z en desempeñar un cargo.

En un órgano en el que la edad promedio es más del doble de la suya (58,4 años en el Congreso más reciente), Frost parte con un gran sentido de misión.

“Creo que todos tenemos este llamado a la acción, y sientes que tienes que hacer algo”, comentó una tarde reciente de miércoles, mientras iba hacia una habitación de hotel para alistarse antes de que le tomaran la fotografía oficial como representante.

Eso que motivó a Frost, contó, fue el tiroteo de la escuela primaria Sandy Hook en 2012 (en ese entonces él estaba en la preparatoria), donde murieron 26 personas, la mayoría niños pequeños, y que dio origen a un ritual sombrío y casi omnipresente de simulacros de tiradores activos para estudiantes de primaria y secundaria en todo el país.

Frost, de ascendencia libanesa, puertorriqueña y haitiana y adoptado al nacer en 1997, creció en Orlando con una madre, refugiada cubana y maestra de escuela y un padre músico nacido en Kansas.

Desde muy pequeño se aficionó a la música y a las artes, y llegó a organizar un festival de música con un amigo. Pero encontró otra pasión en el activismo político, trabajando como voluntario en 2012 en la campaña de reelección del presidente Barack Obama y luego en 2016 en las campañas presidenciales del senador Bernie Sanders, de Vermont, y de la ex secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton.

El representante electo Maxwell Frost (demócrata de Florida) fuera del Capitolio en Washington el 29 de noviembre de 2022. (Kenny Holston/The New York Times)
El representante electo Maxwell Frost (demócrata de Florida) fuera del Capitolio en Washington el 29 de noviembre de 2022. (Kenny Holston/The New York Times)

Después de matricularse en el Valencia College de Orlando en 2015, se tomó un descanso en 2019 para trabajar para la Unión Americana de Libertades Civiles, y más tarde se convirtió en organizador nacional del grupo de defensa liderado por jóvenes March for Our Lives, que se centra en la promulgación de medidas de control de armas más estrictas. Conducía un automóvil para el servicio Uber y así llegar a fin de mes.

En enero de 2021, personal que se dedica a hacer campañas políticas se acercó a él para animarlo a que se postulara por un cargo público, pero, según Frost, lo que acabó convenciéndolo fue contactar a su madre biológica varios meses después.

Durante esa conversación, Frost se enteró de que su madre biológica, que tenía otros siete hijos y le dio a luz en el momento más vulnerable de su vida, había renunciado a él porque no tenía recursos para cuidarlo.

“Tan solo escuchar las dificultades a las que se enfrentó como mujer de color realmente consolidaron mi creencias”, expresó Frost. “Colgué el teléfono y dije: ‘Voy a postularme para el Congreso’”.

Declaró su candidatura dos meses después. Frost dijo que se sintió impelido a postularse “por gente como mi madre biológica, por mi familia y por mi distrito”, y que quería estar en posición de “luchar para asegurar que esa condición no exista para nadie”.

La victoria de Frost en las elecciones de mitad de mandato fue algo positivo para los demócratas, que perdieron terreno en Florida y su mayoría en la Cámara de Representantes, aunque por poco. Frost se suma a un grupo diverso de nuevos congresistas de comunidades no tan representadas en el Congreso.

No todo el mundo ha quedado deslumbrado por el entusiasmo juvenil de Frost. Su contrincante republicano, Calvin Wimbish, sugirió que no estaba capacitado para servir en el Congreso.

“¿Qué es lo que ha logrado hacer?”, preguntó Wimbish en una entrevista con Spectrum News. “¿Ha gestionado personas, recursos, ha tenido tiempo? ¿Ha estado expuesto al aprendizaje de los demás?”

Frost sustituye como miembro más joven del Congreso al representante Madison Cawthorn, republicano de Carolina del Norte, que fue electo en 2020 a la edad de 25 años. Pero el demócrata de Florida no es el congresista más joven de la historia. Ese récord, que probablemente nunca se supere, le pertenece a William C.C. Claiborne, que quizá haya tenido 22 años cuando fue elegido miembro de la Cámara en 1797. ( Hay cierta controversia sobre su edad, pero no hay duda de que tenía menos de 25 años).

A pesar de que la Constitución exige que los miembros de la Cámara tengan al menos 25 años, la Cámara decidió investir a Claiborne de todas maneras.

Su juventud le presenta algunos retos únicos a Frost, que pasa sus primeras semanas en Washington alojándose con amigos mientras busca un lugar asequible donde vivir, ya que no recibirá un sueldo sino hasta dentro de unas semanas, pues el nuevo Congreso inicia el 3 de enero.

Cuando llegue el momento, dice que alquilará un departamento tipo estudio a poca distancia del Capitolio, para irse a pie o en patineta eléctrica.

La representante Val Demings, demócrata de Florida, a quien relevará, le ha ofrecido asesoramiento y lo describió en una entrevista como alguien que está “más allá de sus años”.

“Se toma el trabajo en serio, pero no creo que se tome a sí mismo demasiado en serio”, declaró Demings. “Si puede mantener ese tipo de espíritu, incluso en los días y noches difíciles de aquí, le irá bien”.

Su principal consejo para el joven: hablar con gente diferente y buscar aliados improbables en el otro bando.

El representante demócrata Mark Pocan, que visitó a Frost antes de las elecciones primarias para ayudarlo en su campaña, opinó que el joven encajaría perfectamente en el Congreso.

“Para tener 25 años, es una especie de alma vieja”, dijo Pocan, añadiendo que le había sorprendido la “sensatez de Frost sobre diversos temas y sus valores progresistas”.

Sanders fue uno de los primeros en ponerse en contacto con él para felicitarlo tras las elecciones, aseguró Frost, relatando cómo se dio cuenta de que su antiguo jefe le estaba llamando cuando vio el código de área de Vermont en la pantalla de su teléfono.

“Tiene potencial para ser un gran líder, dirigiéndose a los jóvenes de este país”, dijo Sanders sobre Frost en una entrevista.

Por ahora, Frost está centrado en algunas tareas inmediatas. Le queda aproximadamente un año de estudios universitarios en el Valencia College, y afirma que tiene la intención de reanudarlos en algún momento.

Durante los próximos dos años, Frost tiene como objetivo apoyarse en su amor por la organización de base mediante la construcción de una fuerte presencia local con una oficina distrital accesible. En el Capitolio, dijo que su objetivo era dar pasos progresivos para abordar las prioridades de los demócratas, como la mejora de la asistencia sanitaria, la promulgación de medidas de control de armas y la creación de programas de intervención contra la violencia en las comunidades.

© 2022 The New York Times Company