Max Azzarello publicaba teorías conspirativas. Se prendió fuego durante el juicio de Trump momentos después

Max Azzarello publicaba teorías conspirativas. Se prendió fuego durante el juicio de Trump momentos después

Alrededor de la 1:30 p. m, hora local, un hombre ingresó a un parque ubicado en las afueras del tribunal de Nueva York, donde se lleva a cabo el famoso juicio contra Donald Trump, y se prendió fuego.

El terrible incidente duró varios minutos antes de que los agentes de policía y miembros del personal del tribunal extinguieran las llamas.

Luego, el hombre fue identificado por el Departamento de Policía de Nueva York como Max Azzarello, de 37 años. Poco antes del suceso, había realizado una publicación en la red social Substack en el que advertía sobre un inminente “golpe militar fascista mundial y apocalíptico”.

A continuación, compartimos lo que sabemos sobre el caso:

¿Quién es el hombre?

En una extensa publicación, Azzarello se describió a sí mismo como “investigador”.

Según fuentes policiales, la licencia de conducir del hombre indicaba que había nacido en 1987 y era oriundo de San Agustín (Florida). Es afiliado al Partido Democráta y estudió en la Universidad de Carolina del Norte.

Se cree que llegó a Nueva York entre el 13 y el 19 de abril, aunque los familiares que dialogaron con la policía dijeron que no sabían que estaba en la ciudad.

Además, Azzarello no había estado involucrado en ninguna actividad criminal y tampoco tenía antecedentes penales en Nueva York, de acuerdo con lo que declararon los agentes.

Tras el incidente, se informó que el hombre se encontraba “muy grave”, pero vivo, y que estaba siendo atendido en la Unidad de Quemados del Centro Médico Weill Cornell, en Nueva York.

Sus creencias

Azzarello solía publicar teorías conspirativas y despotricar contra los ricos y poderosos, según lo informado por los agentes de la policía de Nueva York, quienes habían comenzado a investigar sus perfiles en las redes sociales.

En su publicación de Substack dijo que la autoinmolación era “un acto de protesta extremo” debido a que desde el poder se estaba planeando una “régimen totalitario” y advirtió sobre un inminente “golpe militar fascista mundial y apocalíptico”.

“A mis amigos y familiares, testigos y a quienes vengan a socorrerme, les pido mis más sinceras disculpas por causarles este dolor. Pero les aseguro que no es nada comparado a lo que quiere hacer con nosotros el gobierno”, escribió el hombre.

En otras partes del escrito, Azzarello también hizo referencia al fallecido pedófilo Jeffrey Epstein, a las criptomonedas y a algunos episodios de Los Simpson.

En un punto llegó a compararse con el descubrimiento que hizo Lisa Simpson en el episodio Lisa la iconoclasta, y describió que “[había estado intentando] desesperadamente que amigos, familiares y el público [viera y creyera] la evidencia [que tenía] sobre la instauración de un régimen totalitario”.

“Se han lavado las manos y han actuado con hostilidad, apatía, incredulidad y fanatismo”, expresó Azzarello.

El incidente

La policía declaró que Azzarello no había infringido ningún protocolo de seguridad antes del suceso, ya que el parque Collect Pond Park estaba abierto al público en ese momento.

Los testigos describieron cómo había ingresado solo al parque, se había quitado la chaqueta y se había echado gasolina en la cabeza antes de prenderse fuego.

Segundos antes, lanzó al aire un montón de panfletos de colores, que probablemente remitían a su publicación en Substack.

Un hombre llamado Dave, quien presenció el impactante momento producido minutos después de que seleccionaran a los últimos miembros del jurado en la audiencia por la causa del expresidente, estaba visiblemente conmocionado.

“El ruido de los papeles que cayeron al suelo nos llamó la atención, al menos a mí, y me pregunté qué estaba pasando. Pero después sacó un recipiente con gasolina y se lo echó encima”, explicó Dave a Alex Woodward, de The Independent.

Asimismo, Dave declaró que la gente que pasaba por el lugar estaba “horrorizada” y se puso a gritar. Todo ocurrió tan rápido que nadie pudo hacer nada para detener la situación.

“Fue horrible ver eso”, finalizó el testigo.

Traducción de María Luz Avila