Matko Miljevic, el futbolista expulsado de la MLS por pelearse en un torneo amateur

El caso de Matko Miljevic puede servir como ejemplo de largo plazo. La Major League Soccer no se ha tentado el corazón con el ahora exjugador del Impact Montreal. El profesionalismo se toma muy en serio cuando se habla de esta liga y Miljevic lo ha comprobado de primera mano. A sus 22 años, el mediocampista argentino, que cuenta también con las nacionalidades croata y estadounidense, ha sido liberado de su contrato con el Montreal tras presentar una documentación falsa para participar en un torneo de Laval, ciudad canadiense, y posteriormente participar en una pelea.

El torneo en el que Miljevic participó es organizado por la Quebec Calcetto Soccer League, y se trata de futbol sala. Cuando fue descubierto usando una identidad falsa, según informó ESPN, la liga procedió a expulsarle de manera definitiva. Sin embargo, las imprudencias del jugador estaban lejos de terminar. Tras su expulsión, volvió a presentarse a un partido, como aficionado y acompañante de un amigo, y ahí participó en una trifulca en la que propinó un manotazo en el rostro a un rival.

Canterano de Argentinos Juniors, uno de los semilleros de talento más grandes del mundo (Maradona, Redondo, Cambiasso, Riquelme), Miljevic arribó al futbol de la MLS en el verano de 2021. En dos años jugó 35 partidos y anotó en dos ocasiones. Su nivel no fue el más óptimo, y no puede hablarse de un jugador consolidado, pero esas consideraciones pasan a segundo plano cuando se toma en cuenta el tono ejemplarizante que tiene esta sanción.

El jugador faltó a la confianza de la MLS, de su club y ahora se ha quedado sin ninguno de sus dos equipos. No es un tema menor hablar de documentos falsos. La conducta fue tomada como perjudicial para la MLS y, según argumentaron, violaba el Acuerdo Estándar de Jugador. Cabe recordar que aunque el Impact es un club canadiense, participa en la MLS, del mismo modo que lo hacen Toronto FC y Vancouver Whitecaps. Por lo tanto, los tres equipos quedan sujetos a los lineamientos de la competencia estadounidense.

Claro, no es nuevo y no será la última vez que un jugador atienda un partido más allá de sus compromisos profesionales. En Argentina, por ejemplo, era común, hasta hace unos años, que los futbolistas disputen torneos de barrios, de los cuales sus clubes no deben enterarse y por eso se cuidan al máximo. Aunque tarde o temprano todo salga a la luz. Por ejemplo, Juan Román Riquelme que, cuando ya era una figura de Boca Juniors, recibía el permiso de su entrenador Carlos Bianchi para participar en torneos barriales, en lo que era un pacto jugador-entrenador.

Pero los tiempos cambian y los clubes deben ser celosos de su talento —ellos son quienes pagan un sueldo al jugador y quienes pagarán las consecuencias por cualquier eventual lesión—. Y si el comportamiento encima es reprobable, como lo fue en este caso al participar en una pelea, todo adquiere mucho mayor sentido. Lo normal sería que los futbolistas la piensan muy bien antes de incurrir en algún comportamiento similar al de Matko Miljevic, que ahora deberá buscar acomodo en un nuevo club en un momento malo: las ventanas de fichajes se encuentran cerradas.

Y también se han cerrado las puertas del futbol amateur —quizá él buscó esa opción al tener pocos minutos como profesional, pero olvidando que violaba términos contractuales—. Con este caso, la MLS da un paso adelante y demuestra que estos comportamientos no son aceptables en sus estatutos: el reglamento no está de adorno, sino diseñado para hacerse respetar hasta las últimas consecuencias.

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