"Maté a esos policías", afirma mexicano en California
SACRAMENTO, California, EE.UU. (AP) — Un mexicano acusado de matar a dos agentes policiales del norte de California asombró el miércoles a la corte al afirmar que había cometido los crímenes y que está listo para ser ejecutado.
"Yo maté a esos policías. Me pueden ejecutar cuando estén listos", dijo un agitado Luis Enrique Monroy Bracamontes al final de su audiencia antes de salir encadenado de la corte del Condado de Sacramento.
Previamente, durante un descanso, Bracamontes les dijo repetidas veces a sus abogados que quería declararse culpable.
"No tienes derecho a declararte culpable sin nuestro consentimiento", le dijo el defensor público asistente Jeffrey Barbour mientras el juez esperaba. Luego argumentaron que sus afirmaciones se debían a la ansiedad.
Norm Dawson, otro de sus abogados, le dijo al juez Steve White de la Corte Superior de Sacramento: "En este momento no estamos preparados para emitir una declaración formal".
Los fiscales buscan la pena de muerte para el residente de Utah, quien está acusado de asesinar a dos oficiales durante un tiroteo de una hora en octubre, en el que también un automovilista y otro policía quedaron gravemente heridos.
Su esposa, Janelle Márquez Monroy, también está acusada pero no enfrenta la pena de muerte. Se sentó en silencio durante el procedimiento de 20 minutos, por momentos descansando su barbilla en un puño.
"Creo que lo que escucharon fue una gran dosis de ansiedad", dijo Dawson afuera del juzgado cuando se le preguntó sobre la reacción de su cliente.
Pero Bracamontes fue firme, volteando su cabeza para dirigirse a los espectadores mientras era esposado para dejar el juzgado.
"Maté, lo hice, lo hice. Sólo quiero declararme culpable y ser ejecutado", afirmó mientras sus abogados permanecían cerca en medio de fuertes medidas de seguridad. "Lo hice, todo".
Shelly Orio, una vocera de la Fiscalía de Distrito del Condado de Sacramento, dijo que tenía prohibido comentar al respecto debido a que violaría la ética legal.
Bracamontes y su esposa están acusados de homicidio, además de varios cargos más, en las muertes del agente policial Danny Oliver del Condado de Sacramento y del detective Michael Davis Jr. del Condado de Placer.
Bracamontes tiene un largo prontuario criminal, ha sido deportado varias veces y se encontraba en Estados Unidos sin permiso para ello al momento de los asesinatos.
La mayoría del procedimiento en la corte se centró en la petición de los abogados de ambos acusados a expulsar a la prensa del juzgado para evitar que los reportes de prensa influenciaran a los posibles jurados.
White rechazó la petición. Pero no permitió acceso a fotógrafos y camarógrafos, y prohibió que las grabaciones de audio fueran publicadas o puestas al aire. Sí autorizó que un retratista hiciera su trabajo.
Los sospechosos volverán a la corte el 27 de marzo para una conferencia sobre el estado de sus casos.