Masters 1000 de Roma: Daniil Medvedev, el inesperado campeón que odiaba el polvo de ladrillo
Es cosa seria lo de Daniil Medvedev. Más allá de esos arranques histriónicos que tiene a veces, de festejos pícaros, de rabietas y desplantes, el ruso tiene muy bien ganada su posición entre los mejores del circuito. A los 27 años, se dio un gusto grande: conquistar un Masters 1000 sobre polvo de ladrillo. No es poco para un jugador que, históricamente, no había tenido grandes resultados en canchas lentas. De hecho, el que obtuvo en el Foro Itálico es el 20º título de su carrera, pero apenas el primero sobre la tierra roja.
Ha progresado Medvedev en polvo de ladrillo, claro. En Roma se despedía siempre temprano: derrotas en el debut en 2018, 2019 y 2021. Impaciente, durante cuatro años también le dijo adiós a Roland Garros en primera rueda. Hace dos años dio un gran salto y llegó hasta los cuartos de final en París; en 2022 alcanzó los octavos. Nada mal para un jugador que es especialista en pistas veloces. Por eso tiene valor para el ruso el título que consiguió en la Ciudad Eterna, al ganarle al joven danés Holger Rune por 7-5 y 7-5.
Así, hace dos semanas era difícil tener a Medvedev como candidato en el Foro Itálico. Pero lo consiguió con autoridad. Y desde este lunes volverá a ser el número 2 del mundo, por delante de Novak Djokovic, mientras que el número 1 quedará en manos del español Carlos Alcaraz. Es una modificación sustancial de cara a la preclasificación de Roland Garros, ya que el serbio no estará necesariamente del otro lado de la llave del murciano, y habrá que esperar al sorteo para ver cómo quedará ubicado.
Para Medvedev, era apenas la segunda final de su carrera sobre polvo de ladrillo, cuatro temporadas después de perder con Dominic Thiem en Barcelona. Esta vez, no dudó y capturó la final con quiebres en los momentos decisivos. El sábado por la noche, había vencido por el mismo resultado a Stefanos Tsitsipas, con un bailecito un tanto hilarante después de la victoria. Más de uno lo interpretó como una “devolución coreográfica” de los pasos danzantes que había desplegado Tsitsipas cuando lo venció el año pasado en otro Masters 1000, el de Cincinnati.
“Odiaba el polvo de ladrillo, sí. Pero ahora me gusta un poco más”, bromeó Medvedev. “Siempre creí en mí, y siempre busqué ganar en los grandes torneos. Pero, al mismo tiempo, nunca pensé que podría ganar un Masters 1000 en polvo, porque odiaba jugar en esta superficie, no me sentía cómodo, sentía que nada funcionaba”, reconoció. Y amplió: “En Madrid y en Montecarlo, no me sentí tan mal. Y después, en los entrenamientos, le dije a mi entrenador (Gilles Cervara): no sé qué está pasando, pero me siento bárbaro, así que veamos qué pasa. Obviamente, después tenés que jugar contra los mejores del mundo, pero estoy contento por cómo rendí y pude demostrarme que soy capaz de ganar aquí”.
La final comenzó con 1 hora y 40 minutos de demora por la lluvia, que hizo de las suyas como a lo largo de las dos semanas del torneo. Rune, en pleno ascenso y con pasos muy firmes en la ruta hacia los primeros puestos, comenzó muy bien el segundo set al quebrar en cero al ruso. Se complicó por un momento Medvedev y el danés se adelantó 5-3. Allí fue cuando el ruso reapareció en gran forma para dar vuelta la cuenta, ganar cuatro games seguidos y quedarse con el campeonato. Rune se quedó con las ganas de sumar su segundo Masters 1000, tras ganar en París el año pasado y caer hace algunas semanas en Montecarlo.
Entre las mujeres, Elena Rybakina tomó el cetro que, décadas atrás, Gaby Sabatini conquistó en cuatro ocasiones. La kazaja venció a la ucraniana Anhelina Kalinina por 6-4, 1-0 y retiro por lesión en el muslo izquierdo. La final terminó en la trasnoche del sábado, tras varias postergaciones, con el público hastiado por las demoras y el inesperado desenlace. Y un papelón: en la ceremonia, nadie le entregaba el trofeo a la campeona. Rybakina tuvo que pedirle la copa a una promotora...
El camino al título de Medvedev
Primera ronda - Libre
Segunda ronda: venció a Emil Ruusuvuori (Finlanda) 6-4 y 6-2
Tercera ronda: a Bernabé Zapata Miralles (España) 3-6, 6-1 y 6-3
Octavos de final: a Alexander Zverev (Alemania) 6-2 y 7-6 (7-3)
Cuartos de final: a Yannick Hanfmann (Alemania) 6-2 y 6-2
Semifinales: a Stefanos Tsitsipas (Grecia) 7-5 y 7-5
Final: a Holger Rune (Dinamarca) 7-5 y 7-5