"MasterChef" le enseñó a Capetillo a no rendirse

CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 7 (EL UNIVERSAL).- Quemaduras, trabajo bajo presión, mucho estrés y frustración fue parte de lo que vivió Eduardo Capetillo Gaytán durante la tercera temporada de "MasterChef Celebrity", cuya final se transmitirá el próximo domingo por Azteca Uno.

"Entré con la cocina que yo hacía en mi casa para no matarme de hambre y la que nos enseñaron aquí fue otra cosa, ya estamos hablando de ligas mayores, me llevo mucho aprendizaje de vida, el hecho de nunca frenar ni rendirme".

El joven comenta que su abuela y su mamá son su ejemplo a seguir respecto a la realización de platillos y son con quienes ha tenido su mayor convivencia en la cocina.

Cocinar a contra reloj fue un aspecto en el que estuvo a punto de rendirse, pero dice que el apoyo de su familia hizo que siempre saliera adelante.

"Hubo muchos momentos muy difíciles (en el programa) donde ya no podía más, era un cansancio acumulado. Sí llegué a pensar en tirar la toalla, en decir, 'ya no puedo más', pero es ahí donde está la enseñanza de vida: me quedó muy claro no rendirme, algo que sucede en la vida real", cuenta en entrevista.

El hijo de Biby Gaytán, quien actuará en una película y trabaja en el lanzamiento de su disco, descarta que tuviera un romance con Fabiola Campomanes, como se llegó a especular: "A Faby la quiero mucho, es una gran amiga, nunca hubo más de una amistad, sacaron eso de contexto, pero no, Faby es una linda".

La reina de belleza Irma Miranda y el exfutbolista Paco Palencia son las otras dos celebridades que aspiran a llevarse el premio de un millón de pesos y un trofeo. De llevarse el triunfo, Eduardo asegura que utilizará el dinero para impulsar su carrera como cantante y otra parte de este para apoyar a una asociación.

"Va a ser inversión para mi disco y una parte estoy convencido de que será para alguna fundación de niños, para los que están en situación de calle, con enfermedades, con cáncer... yo quisiera aportar un granito de arena".

Capetillo asegura que ese sentido altruista lo aprendió de su abuelo y su padre, Eduardo Capetillo, quienes cuenta, siempre ayudaban a la gente del rancho en donde creció.

"Me acuerdo de que mi abuelo mandaba camionetas a recoger gente y les hacía sus comidas, y en esta vida se trata de dejar un legado trabajando por los demás".