MasterChef Celebrity: Analía Franchín, en riesgo de irse por culpa de Sofía Pachano

Dos tríos, seis platos, y una única calificación. En su emisión del martes, MasterChef Celebrity apeló al trabajo en equipo y la cocina internacional como eje de competencia. Y sucedió lo inesperado.

Sofía Pachano, una de las mejores se convirtió en capitana de un grupo que decidió completar con su "amiga" Leti Siciliani y su "enemiga" Analía Franchín. La decisión fue lógica, porque independientemente de que las dos mujeres son el agua y el aceite, la panelista demostró llevarse más que bien con la gastronomía. La estrategia por sobre las diferencias.

Del otro lado, Boy Olmi se rearmó con las dos compañeras que le quedaron: Iliana Calabró y Rocío Marengo. De arranque nomás, el capitán no pudo dirimir en la obstinación de Marengo por hacer un risotto, frente a "la tana Calabró" que trataba de explicarle que era un plato muy ligado a sus raíces, y que lo cocinaba por lo menos una vez por semana. Ante la impasible Boy, Iliana tuvo que resignarse a intentar llevar a buen puerto una receta de arepas, algo que no solo no había comido en su vida sino que ni siquiera conocía.

El resultado quedó a la vista: ni el risotto era risotto, ni las arepas eran arepas. Olmi se enteró de todo bastante más tarde, justo después de terminar su causa limeña, que fue cuando empezó a prestarle más atención al resto. Los tres platos aprobaron con lo justo.

En la vereda de enfrente, el terceto femenino estuvo mucho más unido y solidario entre sí, pero también fue el que tuvo más problemas. La paella de Analía fue celebrada por el jurado como "el mejor plato de la noche", el menú de Siciliani ni fu ni fa, y la Torta Tatin de Pachano falló por todas lados, convirtiéndose en la "peor" de la jornada.

Qué dilema. Mientras un equipo mantuvo un nivel pobre pero parejo, el otro pasó del cielo al infierno en dos bocados. "Una vez me merezco venir un miércoles", suplicó la eterna sentenciada Analía Franchín en referencia al día en el que se reúnen los mejores.

Pero no. Sofi Pachano, su compañera y enemiga íntima se la llevó con ella hasta el fondo del mar o, lo que es lo mismo, a la zona de peligro en una decisión salomónica, dividida e incomprensible del jurado. La mirada de desprecio que le dedicó Analía una vez que se supo el resultado lo dijo todo. Si antes había chispazos entre las dos, a partir de ahora se volvieron una guerra declarada.