La masacre de Texas no conmueve a Rubio, por eso debería perder su puesto en el Senado | Opinión

El senador de la Florida a favor de armas más protector de la NRA no retrocederá.

Encuestas ampliamente respetadas muestran que la mayoría de los estadounidenses apoyan algún tipo de control de armas y rechazan la idea pregonada por republicanos, como repite el senador Marco Rubio, de que ninguna regulación sobre las armas puede evitar los tiroteos en las escuelas.

“El problema no es el arma de fuego, es el lunático”, dijo Rubio al grupo de prensa del Capitolio después de que un joven en Texas que compró fácilmente dos rifles de asalto AR-15 pocos días después de cumplir 18 años, mató a tiros a 19 niños y dos maestros e hirió o lesionó al menos a 17 personas, incluyendo a su abuela.

“La verdad del asunto es que esta gente va a cometer estos crímenes horribles”, dijo el engreído senador, atacando al periodista que insistió que le diera una respuesta, pues la que ofreció fue obviamente inadecuada.

Rubo siguió reiterando su postura más adelante en la semana, incluso después que se conocieron los detalles de los asesinatos, que proporcionaron evidencia de que la teoría republicana del “buen hombre con un arma” no puede evitar que un asesino se ensañe contra personas inocentes usando armas creadas para la guerra.

El hombre de la NRA en Florida

En una serie de tuits, Rubio atacó al equipo de baloncesto Miami Heat y a la NBA por mostrar un anuncio conmovedor que pedía acción legislativa sobre el control de armas durante un partido.

Porque la organización que él realmente respalda es la NRA.

Lo que Rubio llamó “politizar” la masacre de la escuela en Uvalde, Texas, es en realidad una demostración que no le importa un bledo que este país sea el líder mundial, por un amplio margen, en cuanto al número de niños asesinados por la violencia armada.

Número uno.

Los tiroteos masivos no ocurren en países que reglamentan la posesión de armas. Y cuando lo hacen, se reducen en sociedades civilizadas como Nueva Zelanda, que inmediatamente prohibió las armas de asalto después de tiroteos masivos consecutivos, ataques terroristas contra dos mezquitas en 2019.

Pero, según Rubio, deberíamos rendirnos al destino en lugar de buscar soluciones como un país que puede lanzar misiones espaciales, pero es incapaz de impedir que jóvenes energúmenos maten a tiros a un gran número de personas en cuestión de minutos.

Para Rubio, la principal preocupación no es la seguridad de nuestros hijos, ni de nadie más, sino la capacidad de la industria armamentista para vender rifles más sofisticados y potentes. Después de todo, la Asociación Nacional del Rifle (NRA) ha contribuido con $3.3 millones a sus campañas políticas, financiando su carrera.

Incluso el líder de la minoría del Senado, el republicano Mitch McConnell, puede percibir el momento político y ha pedido a los senadores republicanos que trabajen con los demócratas para encontrar soluciones bipartidistas.

Pero nada parece influir en Rubio, quien votó junto con sus colegas republicanos, para bloquear una medida que ya estaba sobre la mesa, un proyecto de ley para abordar el terrorismo interno, mientras las historias devastadoras de las muertes en Texas eran contadas en los medios de comunicación. Y lo que pretendía el proyecto de ley era solo establecer oficinas en el Departamento de Justicia, el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional para enfocarse en el extremismo interno en EEUU.

Para un hombre que constantemente cita pasajes farisaicos de la Biblia, Rubio tiene una postura sorprendentemente contradictoria sobre el derecho de los posibles asesinos a comprar y portar armas fácilmente.

El mandamiento “No matarás” no es ambivalente en absoluto, y quienes interpretan las Escrituras creen que se refiere también a las personas que facilitan el asesinato. Su obstinada oposición a cualquier medida que pueda obstaculizar la violencia armada lo hace parecer un fiel protector de los posibles asesinos.

El senador tiene mucho qué reflexionar en los próximos días cuando se convoque al Senado para actuar sobre la nueva legislación de seguridad sobre las armas.

Historial de oponerse la regulación de las armas

Pero, si su historial tras los tiroteos masivos es un indicio, él está demasiado involucrado para evolucionar.

Después de la masacre de 20 niños y seis educadores en la Escuela Primaria Sandy Hook en Newtown, Connecticut, en 2012, Rubio, un padre de cuatro hijos, se regodeó públicamente diciendo que se opondría a toda legislación que restringiera las armas. Amenazó, junto con otros republicanos, con obstruir proyectos de ley para regular las armas.

Después del tiroteo en el club nocturno Pulse de 2016 en Orlando, Florida, donde murieron 49 personas, Rubio votó en contra de una medida para ampliar las verificaciones de antecedentes. Un año antes, había votado en contra de ampliar las verificaciones de antecedentes después del tiroteo en San Bernardino, California.

Nuevamente, su estribillo fue que el control sobre las armas no era la respuesta adecuada al tiroteo en California.

No pudo ignorar el tiroteo en la escuela de Parkland en el sur de la Florida tan fácilmente, gracias a los sobrevivientes que tienen como misión en su vida detener la locura de la violencia armada. El senador prometió apoyar algunas medidas, como la verificación de antecedentes y restricciones de edad en la compra de rifles.

Pero después de la masacre de Uvalde no acepta ninguno de esos argumentos y le dijo al periodista Manu Raju de CNN: “La verdad del asunto es que estas personas van a cometer estos crímenes horribles, ya sea que tengan que usar otra arma para hacerlo, van a idearse una manera de hacerlo”.

No ve la diferencia entre desarmar a una persona con un cuchillo o un machete o a una persona que lleva rifles de alta capacidad y cargadores de múltiples rondas de balas.

Las historias de dolor inconmensurable que han unido a la comunidad en Uvalde, Texas, son desgarradoras. También lo son los hechos, entre ellos la impotencia y la negligencia al estilo de Parkland de las fuerzas armadas del orden que se enfrentan a otro asesino armado con un arma de asalto estilo AR-15.

Pero ni el horror ni la realidad convencen a Rubio.

Cuando llegue noviembre, los votantes deberían hacerle ver la luz en las urnas a Rubio.

Su oponente, la congresista Val Demings, ofrece lo que se necesita: empatía inequívoca hacia las víctimas junto con un llamado a la acción.

“Es ridículo que Marco Rubio intente distraernos del tema en cuestión, que es mantener a salvo a nuestras comunidades”, dijo la exjefa de la policía de Orlando. “Apoyo a los ciudadanos estadounidenses que están hartos y cansados de que personas inocentes sean asesinadas a tiros en lugares inocentes”.

Muchos más floridanos de los que Rubio calcula piensan lo mismo, incluyendo propietarios de armas.

La multitud en el partido del Miami Heat contra los Boston Celtics que Rubio critica vitoreó cuando el locutor los instó a dirigirse a sus senadores para exigirles que apoyen las “leyes de sentido común para regular el porte de armas”.

Rubio debería pagar su desdén por nuestro dolor y nuestras pérdidas con su cargo.