Marzo en llamas: hasta cuándo puede extenderse la ola de calor que afecta a la ciudad desde hace 12 días

Una niña se refresca en una fuente para soportar la temperatura elevada que hoy trepó hasta los 38,8°C, récord para marzo
Una niña se refresca en una fuente para soportar la temperatura elevada que hoy trepó hasta los 38,8°C, récord para marzo - Créditos: @Gonzalo Colini

Las temperaturas de marzo agobian, aplastan, tiene a todos desconcertados y mientras alimentan la ola de calor que no se detiene, siguen rompiendo récords. Con parte del país bajo alerta roja o amarilla, la pregunta es hasta cuándo seguirán estas condiciones que ya convirtieron al verano en el más cálido desde que se tiene registro.

Mientras se espera el alivio, ayer en la Ciudad de Buenos Aires se registró la temperatura más alta para marzo desde 1906, cuando comenzaron a medirse los datos en el Observatorio Central Buenos Aires del Servicio Meteorológico Nacional (OCBA), ubicado dentro del predio de la Facultad de Agronomía de la UBA donde se toman registros todos los días del año y durante las 24 horas. A las 15, la máxima fue de 38,8°C que superó a los 38°C del 2 pasado. Este último día ya había roto el récord del 7 de marzo de 1952 cuando la temperatura llegó a los 37,9°C.

La seguidilla de días de calor ya se convirtió en la serie más prolongada de la historia con temperaturas máximas de 32,3°C o más (condición que debe regir para considerarse una ola de calor, con mínimas de 22°C, durante al menos tres jornadas seguidas). Hasta el momento se acumulan 12 días seguidos con estas condiciones y se espera que se prolongue por, al menos, dos jornadas más.

El récord anterior fue entre el 20 de febrero y el 2 de marzo de 2017, por 11 días, que culminó con una temperatura máxima promedio de 33,9°C. Hubo otras dos, de nueve días: entre el 20 de diciembre y el 28 de diciembre de 2010 (con un promedio de 34,9°C) y entre el 22 de diciembre y el 30 de diciembre de 2013 (con una media de 36,1°C).

El panorama no es alentador. Se espera que la temperatura sea elevada durante los próximos dos días en la ciudad y el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y hasta el fin de semana serían superiores a los 30°C cuando la posible llegada de un frente frío podría hacer cambiar el escenario. Hasta ese momento, el alivio no sería muy significativo ya que la temperatura solo bajaría algunos grados.

A partir del martes, en toda la zona centro-este del país, permanecerá la masa de aire cálido aunque con un ingreso de humedad al ecosistema climático. Este efecto podría generar algunas lluvias, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), y leves descensos de temperatura. A partir de la segunda mitad de la semana la presencia de precipitaciones aumentaría hasta llegar al fin de semana cuando se espera una baja de los registros más pronunciado.

La situación tiene desconcertados a los expertos que analizan las variables climáticas, pero las causas del fenómeno están bien establecidas. “Con el anticiclón proveniente del océano Atlántico sur muy intensificado en superficie, que aporta viento norte y humedad al centro del país y condiciones de bloqueo atmosférico en niveles medios y altos de la atmósfera sobre la franja central del país, se impide el ingreso de aire más frío a la región y hace que las temperaturas sean persistentemente muy altas para la época del año”, explican desde el SMN.

Estas condiciones no solo elevan la temperatura máxima hasta los niveles históricos, sino que también aumentan la mínima que, aunque aún no rompió el récord vigente, se está monitoreando porque está muy cerca y podría superarlo este domingo o el lunes. A las 7 el OCBA registró ayer una temperatura de 26,2°C, considerada la mínima del día, que no está lejos de los 27,7°C del 21 de marzo de 1980 cuando se registró la mínima más alta de la historia.

El verano, que para la ciencia que estudia los fenómenos climáticos terminó el 1° de marzo, fue, además del más cálido, uno de los menos lluviosos desde que se tiene registro. Los últimos tres meses se constituyeron como el tercer período más seco desde 1961 y a nivel país, con un 29,1% menos de precipitaciones de lo normal. En primer lugar se encuentra el verano 1961/1962 y en segundo, el de 1988/1989.

Según el SMN, las temperaturas de este verano fueron más altas de lo que ocurrió en esa temporada, la 88/89, en la Ciudad de Buenos Aires con una ola de calor que se inició a principios de marzo y provocó suspensión de clases, jornadas de descansos para los trabajadores y modificaciones en los horarios de los eventos deportivos. En ese momento la temperatura media, que se calcula con un promedio de las temperaturas de todo el día, fue de 25,3°, mientras que la del ciclo 2022/2023 fue de 25,6°C.

A nivel país ocurrió algo similar y en las mismas temporadas. Al evaluar toda la Argentina las temperaturas medias no se consideran porque no son representativas ya que abarcan registros muy amplios, pero los meteorólogos trabajan en base a anomalías, es decir, en cuánto se diferenció la temperatura a lo normal de cada zona.

No solo en la Capital se batieron récords para marzo, ya que al menos otras 20 ciudades establecieron las marcas más altas de su historia. Por ejemplo, Santa Rosa (40,7°C), Nueve de Julio (40°C), El Palomar (39,5°C), Mariano Moreno (39,2°C), Pehuajó (39,1°C), Ezeiza (39,1°C), Morón (38,9°C) y Tres Arroyos (38,7°C), entre las más elevadas.

El calor también genera una fuerte demanda de energía eléctrica que este sábado alcanzó un pico histórico al llegar a los 27.203 MW, el nuevo récord para un día sábado de acuerdo a los datos de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa). El pico de consumo fue a las 14,35 y superó al anterior registro de 26.746 MW del 11 de febrero.