Mar Martel revive a Freddie Mercury por una noche en el Auditorio

CIUDAD DE MÉXICO, marzo 16 (EL UNIVERSAL).- Con un teclado clásico de "The Who", y luces de distintos colores iluminando el escenario, el Auditorio Nacional preparó la salida de Marc Martel quien desde sus primeras notas de un cover de "We will rock you", llenó de energía al público.

Con pasos y movimientos que emulaban a Freddie Mercury, Marc aprovechó todo el escenario para animar a su público, y con la típica frase "¡Singing!", la gente comenzó cada vez más a envolverse, recordando los grandes clásicos de Queen.

"Hola amigos, dónde están los fans de Queen esta noche" saludó Marc, con un buen español, antes de continuar con el repertorio, que emocionó a los fans de Queen, cuando el teclado anunció "Your my best friend".

Desde el principio quedó claro que no había un orden establecido en las canciones, Martel fue brincando de una época a otra, repasando los clásicos de la banda inglesa, con esa voz sudafricana inolvidable que Marc ha estudiado, y lleva a la práctica buscando ser lo más parecida a la de Mercury.

Y el tema donde comenzó a dejar en claro sus capacidades para alcanzar las mismas notas que el ídolo del rock fue con "Under pressure", cuyos agudos Marc Martel no tuvo problema en alcanzar, y además con sus pasos y movimientos seguir aderezando al punto de por momentos sentir que se escuchaba a Freddie en la tarima.

Cuando sonó "I want to break free" y "Radio Gaga" fue uno de los momentos más álgidos de la noche; Marc se sentó en su piano de cola que estuvo desde el principio colocado al centro del escenario, para interpretar la ópera "Ave María".

Y cuando nadie se lo esperaba esa ópera se transformó en la canción más icónica de Queen y probablemente de la historia del rock, "Bohemian Rhapsody", que el público conocía y cantó a todo pulmón.

Para cerrar y despedir, Marc abandonó su chaqueta de cuero y mostró un estampado en su playera de la canción Radio Gaga, jugó con el público haciendo el mítico "¡Eeeeeeeo!", que Freddie haría en su último concierto en vivo ante un estadio Wembley repleto.

"Another one bites the dust", con ese bajo agresivo, y memorable, puso a bailar a todo el público para finalizar una noche de emociones.