Mantén tu nuevo automóvil (usado) en marcha

Las ventas de vehículos de segunda mano están en auge, pero es posible que muchos nuevos propietarios no sepan lo que les espera en términos de mantenimiento. (Rose Wong/The New York Times)
Las ventas de vehículos de segunda mano están en auge, pero es posible que muchos nuevos propietarios no sepan lo que les espera en términos de mantenimiento. (Rose Wong/The New York Times)

La pandemia ha hecho que mucha gente evite el transporte público y decida mejor caminar, montar en bicicleta o conducir un vehículo motorizado. Si las dos primeras opciones no son convenientes, un auto puede ser la mejor elección.

En los últimos meses, las ventas de autos usados, en particular, se han disparado. Si estás entre esos compradores, antes de la adquisición, debes haber obtenido el informe Carfax en el que se documenta el historial del vehículo, y hacer que un mecánico independiente lo revise. Pero a partir de ese momento, el cuidado del coche depende de ti. Esto es lo que necesitas saber.

Comienza con una tarea de lectura

Muchas personas no leen las instrucciones de los electrodomésticos hasta que han cometido un error y se ven, entonces, obligadas a buscar el manual del propietario. Cuando adquieres un auto, que podría ser el aparato más costoso que comprarás jamás, no esperes a cometer un error: lee todas las instrucciones desde el primer día. Para vehículos viejos, posiblemente sea un libro encuadernado en papel. En el caso de carros más nuevos, lo más probable es que lo consigas en formato digital. Si un manual no viene con tu auto, es casi seguro que podrás obtenerlo en línea, sin importar la edad del vehículo.

El manual del propietario te indicará cuándo se deben llevar a servicio los distintos sistemas. También te mostrará cómo encontrar cosas como la varilla del nivel de aceite, así como los depósitos del refrigerante y del líquido de la dirección hidráulica. Algunos manuales contienen instrucciones para trabajos de mantenimiento que puedes realizar tú mismo.

Los neumáticos están entre tú y el camino

Las neumáticos son esenciales. Comprueba la presión del aire cada semana con un manómetro confiable. Simplemente desenrosca la tapa de la válvula de la llanta, coloca el manómetro sobre la válvula y presiona hacia abajo. Hazlo antes de conducir porque la presión subirá con la temperatura del neumático.

Infla las llantas según las especificaciones establecidas por el fabricante del auto. Las encontrarás en el manual del propietario y, en muchos casos, en la parte interior de las puertas del vehículo. Verifica la llanta de repuesto también. Algún día podrías necesitarla.

Verifica el aceite; cambia el aceite

Para los propietarios de vehículos con motor de combustión interna, los lubricantes mantienen las cosas en marcha. Todos los autos usan algo de aceite durante la conducción regular, un carro usado puede requerir un litro o un poco más entre cambios de aceite. Si permites que el nivel de lubricante baje más de lo recomendado, podría dañar el motor y anular cualquier garantía.

Para verificar el aceite, sencillamente saca la varilla. Seguramente tiene una manilla colorida para ayudar a encontrarla. Límpiala, colócala de nuevo y retírala otra vez. El nivel correcto será indicado en la varilla. No coloques lubricante hasta que tenga al menos un litro menos. Usa el tipo de aceite indicado por el fabricante del vehículo. Esta recomendación estará reflejada en un número de viscosidad, como 5W-30.

Los lubricantes contaminan con el tiempo, así que deben cambiarse regularmente. Para autos que se conducen en recorridos largos, un intervalo de 10.000 kilómetros es suficiente. Si cada vez que usas tu vehículo, conduces 2 o 3 kilómetros, un intervalo de 6000 kilómetros es mejor, ya que la contaminación por humedad es un problema cuando los motores alcanzan la temperatura de funcionamiento con poca frecuencia.

Los autos más nuevos tienen un sistema que monitorea la condición del aceite y avisa cuándo es tiempo de realizar el servicio. Asegúrate de que el mecánico reinicie el sistema de monitoreo cuando se cambie el aceite.

También verifica los niveles de otros fluidos como los que se usan en el sistema refrigerante, los frenos, la dirección hidráulica y la transmisión.

Ojos sobre la carretera.

Si tu parabrisas se raya cuando enciendes los limpiaparabrisas, es momento de remplazarlos. Encontrarás las instrucciones en tu manual de propietario. Asegúrate de usar las láminas correctas para tu vehículo. Si prefieres no intentarlo, en la mayoría de las estaciones de servicio pueden hacerlo mientras esperas.

Deja que tus luces brillen.

Antes de comprar un auto usado, asegúrate de que las luces funcionan: los faros de luz alta y baja, las traseras, las direccionales y las de frenado. Después de eso, verifícalas una vez al mes. Algunas bombillas se cambian fácilmente. Otras, como los complejos sistemas de ledes y los faros, pueden requerir, quizás, más trabajo de desmontaje del que te gustaría. Pero no conduzcas sin una dotación completa de luces. Eso podría provocar un accidente o que te multen.

No te dejes atrapar ‘muerto’.

Un juego de cables puede ayudarte a encender tu auto si la batería se agota y el motor no arranca. Pero si la avería es causada por un problema en el sistema de carga o un defecto de la batería, los cables no servirán.

Si vas a encender tu auto usando la batería de otro vehículo, asegúrate de que la caja de cambios de ambos carros estén en la posición de aparcado, y apaga el otro vehículo. Sujeta un extremo del cable rojo a la terminal positiva de tu batería. Conecta el otro extremo del cable rojo a la terminal positiva del auto donador. Conecta un extremo del cable negro a la terminal negativa del otro vehículo antes de conectar el otro a una parte metálica (sin pintura) en tu carro (conectarlo directamente a la batería no es recomendado porque podría generar chispas que podrían causar que la batería explote). Enciende el otro auto y espera cinco minutos a que tu batería se recargue antes de encender tu vehículo.

Por supuesto, no siempre encontrarás un alma caritativa que te ayude a encender tu auto. Ese problema se puede resolver si compras un arrancador de emergencia. Muchos de estos paquetes de energía portátiles se venden por menos de 100 dólares.

Aunque los híbridos de gasolina y eléctricos tienen un circuito de alto voltaje para alimentar al motor eléctrico, también tienen un circuito de 12 voltios que maneja otras funciones. En muchos casos, encender el motor de combustión es una de ellas. Una batería híbrida de 12 voltios puede arrancarse, pero sé cuidadoso al hacer las conexiones correctas. Revisa tu manual.

Mantenlo limpio.

Lavar tu auto lo mantendrá en buen estado y lo protegerá. Insectos, savia de árbol y otras sustancias nefastas pueden dañar la pintura y acelerar la corrosión. Así que es aconsejable lavarlo regularmente. Hacerlo tú mismo con una cubeta, una esponja y una manguera podría resultar atractivo para tus instintos de autosuficiencia, pero no es la manera más ecológica de hacerlo. Si lavas tu automóvil en la entrada de tu cochera desperdiciarás más agua y harás más daño al ambiente que llevándolo a un autolavado de buena reputación que recicla el agua y elimina responsablemente los desechos.

This article originally appeared in The New York Times.

© 2020 The New York Times Company