Manchester City vs. Premier League: una batalla que definirá al fútbol del futuro

Manchester City y su presidente, Khaldoon Al Mubarak, confrontan con dinero y poder a la Premier League en defensa de la
Manchester City y su presidente, Khaldoon Al Mubarak, confrontan con dinero y poder a la Premier League en defensa de la "libre competencia". - Créditos: @Sebastián Domenech

Este viernes empezará la Eurocopa en Alemania, y la semana que viene, la Copa América en Estados Unidos. Pero el fútbol comenzó un partido más pesado y silencioso en Londres. Un tribunal de tres abogados independientes inició el lunes el proceso de arbitraje por una demanda contra la Premier League, la liga más poderosa del fútbol mundial. La acusación fue presentada por Manchester City, ganador de seis de las últimas siete temporadas con su equipo dominante. El “club-estado”, propiedad de Abu Dhabi, acusa a la Premier de imponerle un reglamento que viola leyes británicas de libre competencia y de impedirle al emirato inyectarle al club el dinero que le plazca. Es una postura sin fundamentos para un tribunal deportivo, pero no tal vez para un juez comercial. Y su dictamen, advierten especialistas, podría sacudir los cimientos de la pelota global.

Esto sucede porque “una liga fundada en la avaricia”, escribió Barney Ronan en The Guardian, invitó a su mesa a un tigre. “Puede ser divertido. Pero sigue siendo un tigre. Y, al final”, dice Ronan, “el tigre te comerá a vos también”. El arbitraje durará dos semanas y su decisión puede ser conocida dentro de un mes. El “tigre” (Manchester City) contragolpeó porque la Premier lo había acusado de violar las normas financieras de la liga entre 2009 y 2018. Si lo encuentra culpable, la Premier puede despojar al City de varios de los títulos que ganó entre 2009 y 2018, y descenderlo inclusive a la segunda categoría. Nadie cree que eso sea posible, pero la guerra civil está abierta.

Manchester City alzó el trofeo de la Premier League por sexta vez en siete años, y a la vez entabló una demanda contra la organización del fútbol inglés.
Manchester City alzó el trofeo de la Premier League por sexta vez en siete años, y a la vez entabló una demanda contra la organización del fútbol inglés. - Créditos: @Dave Thompson

Desde 2008, cuando fue comprado por Abu Dhabi, Manchester City gastó cerca de 2500 millones de euros en jugadores. Fue gracias a un presupuesto inflado por patrocinadores propios, como Etihad, línea aérea del emirato. Asustada por el arribo de otro “club-estado” (Newcastle-Arabia Saudita), la Premier endureció sus normas y obligó a que esas “transacciones entre partes asociadas” (City-Etihad) respetaran el “valor del mercado”. El City afirma que esa regla fue creada específicamente en su contra. Y se presenta como víctima de las viejas élites del fútbol, celosas por el arribo del nuevo rico, que además tiene chequera ilimitada. El deporte del pueblo, de clubes de barrio jugando en viejos estadios, es hoy un negocio de clubes-SA vs. clubes-estado que juegan en estadios shopping y que corren una carrera inflacionaria y deficitaria porque la pelota les sirve como vidriera política, para lavar imagen o para inversión bursátil, juguete globalizado de magnates, jeques y fondos de inversión. La burbuja sin fin.

El fútbol siglo 21 agravó así las diferencias históricas entre poderosos y débiles. Hay campeones que se repiten año tras año. Alarmada, la patronal (desde la FIFA hasta las federaciones nacionales) impuso reglas para evitar despilfarros y cuidar el equilibrio de la competencia. Asustada, además, porque el gobierno británico amenaza con imponer un regulador independiente, la Premier sancionó esta temporada con quita de puntos los manejos oscuros de Everton y Nottingham Forest. Son peces chicos. El gran problema es si esa misma severidad se extiende al hoy todopoderoso Manchester City, que filtró al diario The Times su demanda de 165 páginas contra la Premier. Es un documento que no solo ataca una columna vertebral de igualdad en el deporte. El presidente Khaldoon Al Mubarak, cercano a la familia real de Emiratos Árabes Unidos, amenaza además con un juicio millonario a la Premier por resarcimiento de daños. Así como Pep Guardiola tiene a sus “galácticos”, él tiene a su dream team de abogados. Dinero es lo que sobra.

Khaldoon Al Mubarak, presidente de Manchester City, con Mauricio Macri, ex presidente argentino, durante un encuentro de Champions League.
Khaldoon Al Mubarak, presidente de Manchester City, con Mauricio Macri, ex presidente argentino, durante un encuentro de Champions League.

Paradoja del fútbol VIP: la Premier, que nació en 1992 para darles libertad financiera a sus clubes más poderosos, ahora, temerosa del “Tigre”, extrema controles. Y el “Tigre”, el club-estado que distorsionó el mercado, exige ahora que se respeten las reglas del libre mercado. Como si hablara John Stuart Mill, voz británica y acaso la más influyente del liberalismo clásico, el City acusa a la Premier de imponerle la “tiranía de la mayoría”, porque los reglamentos establecen que toda modificación debe ser aprobada por al menos 14 de sus 20 clubes miembros.

La mitad de los clubes de la Premier pertenece hoy a capitales de Estados Unidos. Algunos de ellos lideraron hace tres años un proyecto de una elitista Superliga europea, un campeonato cerrado exclusivo para los poderosos, del que se retiraron forzados por sus propios hinchas, que salieron a las calles para defender la tradición de la competencia. Ganar y perder contra quien sea, pero en la cancha, no en los escritorios.

El club que sí mantiene firme su reclamo judicial de Superliga para ricos es Real Madrid. El quince veces ganador de la Champions es una asociación civil, pero casi un club-estado dentro de España, históricamente protegido por políticos, jueces y periodismo amigo. El último lunes, en una extraña sucesión de hechos, Real Madrid debió salir a desmentir a su propio DT, el aclamado Carlo Ancelotti, que había asegurado que el equipo merengue no jugaría el nuevo Mundial de Clubes porque la FIFA repartirá “poco dinero” (50 millones de euros por participar, 100 millones en caso de victoria). ¿Cuánto tiempo quedará hasta que los dueños de la pelota jueguen su liga comercial controlada por ellos mismos? ¿Cederá esa liga futura a sus principales estrellas para que disputen la Copa América?