‘Es malo y aún no hemos visto lo peor’. Primeros reportes de daños por Beryl

El huracán Beryl, un monstruo con vientos de 150 mph, arrancó techos, partió árboles y cortó el suministro eléctrico al arrasar el lunes las Granadinas en el sureste del Caribe.

Era demasiado pronto para evaluar plenamente los efectos del huracán de categoría 4, pero los primeros reportes apuntaban a daños generalizados e inundaciones por las mareas de tempestad.

“Es malo y aún no hemos visto lo peor. Las próximas horas van a ser peores”, declaró el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, al Miami Herald en una entrevista realizada el lunes al mediodía, cuando se acercaba la tormenta. “A medida que se acerque a nosotros, estaremos recibiendo el efecto completo del huracán”.

Gonsalves dijo que el paso del ojo sobre el sur de las Granadinas “ha causado graves daños en Granada y estamos recibiendo las otras bandas del viento”.

“Estamos recibiendo muchas lluvias, una enorme acción de las olas. Muchas casas han perdido sus techos y lo peor aún no nos ha golpeado”, dijo Gonsalves. “En Carriacou han perdido muchos techos, y en Union Islands”.

Se registraron rachas de viento de 175 mph en Carriacou y Petite Martinique, en el sur de las Granadinas. Beryl ha sido el huracán más potente registrado a principios de la temporada en el sur de las islas de Barlovento.

La población de la isla más grande de la cadena de las Granadinas, Carriacou, de unas 13 millas cuadradas, se estima en 10,000 habitantes. Petite Martinique, es mucho más pequeña, con menos de 600 acres y una población estimada de unos 900 habitantes. Está situada frente al extremo norte de Carriacou.

Las dos islas forman parte de una cadena de más de dos docenas de islas e islotes situados entre Granada y San Vicente, en las Antillas Menores. Los vientos alisios, las aguas cristalinas y la vida marina de la zona —la caza de ballenas es muy popular entre los habitantes de San Vicente— han hecho que las Granadinas sean muy populares entre los navegantes, sobre todo los que disfrutan con los yates. El domingo, cuando Beryl empezó a fortalecerse, hubo un gran éxodo de navegantes.

En preparación para el paso del huracán, varias islas en la trayectoria de la tormenta cerraron sus puertas a primera hora del domingo, lo que incluyó el cese de todos los viajes aéreos. Antes de la tormenta, Gonsalves declaró zona catastrófica para todo el país, mientras que el gobierno de Granada decretó el estado de emergencia.

“Es malo, no cabe duda al respecto, muchas casas están sin electricidad. Es malo, malo”, dijo Gonsalves.

Las ráfagas de Beryl también se dejaron sentir en Tobago, donde la costa se vio azotada por fuertes vientos y lluvias, que provocaron el desprendimiento de algunos techos y la caída de árboles. Tobago estaba bajo aviso de huracán.

Pero cuando el ojo del huracán llegó a Carriacou, el Servicio del Tiempo de Trinidad y Tobago anunció que Beryl pasaba a ser un aviso de tormenta tropical para Tobago porque la isla estaba fuera del peligroso campo de los vientos. También estaban en vigor avisos de tormenta tropical para Santa Lucía, Martinica y Trinidad, aunque el Servicio local lo suspendió.

Aunque Barbados se estaba preparando para el paso de Beryl, la isla-nación parece haberse librado de lo peor, aunque su costa sur sufrió mareas de tempestad.

Cuando Beryl entró en el Caribe oriental el lunes, también puso en la mira a Jamaica, donde se espera que sus fuertes vientos traigan a la costa condiciones similares a un tsunami con mareas de tempestad.

Con posibles condiciones de huracán en Jamaica dentro de las próximas 48 horas, una alerta de huracán entro en vigor al mediodía (11 a.m. hora de Jamaica).

“Según el pronóstico, se espera que el centro de Beryl continúe más allá de las islas de Barlovento y a través del sureste y centro del mar Caribe desde hoy hasta el miércoles”, dijo el Servicio del Tiempo de Jamaica.

Antes de que se emitiera la alerta de huracán, se instó a los pescadores comerciales a salir del agua y asegurar sus barcos.