Malasia apresa a 15 fugados tras la evasión masiva en un centro de inmigración
Bangkok, 3 feb (EFE).- Las autoridades malasias confirmaron el arresto de al menos 15 de los 131 fugados de un centro de inmigración en el oeste del país, mientras amplía este sábado el operativo para localizar y detener al resto de evadidos.
En una rueda de prensa, el director del Departamento de Inmigración, Ruslin Jusoh, señaló que la búsqueda se centra en plantaciones cercanas al centro de detención de inmigrantes en la ciudad de Bidor, donde la noche del jueves se produjo la fuga masiva, así como mezquitas y asentamientos informales de la región.
La decena de apresados el viernes fueron localizados en una finca para el cultivo de palma, a unos pocos kilómetros al sur desde donde iniciaron su huida en jueves a las 21:50 horas (13:50 GMT), recoge el portal de noticias The Star.
Al menos uno de los fugados perdió la vida a raíz de un accidente de tráfico durante su huida, confirmó Inmigración en un comunicado.
Durante la jornada de hoy, unos 100 oficiales de diversas agencias gubernamentales se unieran a los 375 miembros ya desplegados en operativos para localizar y detener a los huidos, apuntó Jusoh.
Aunque el Departamento de Inmigración no precisó la nacionalidad de los emigrantes indocumentados, la Policía local, citada por la agencia Bernama, señaló que 115 son rohinyás y 16 de nacionalidad birmana.
Para evitar nuevas fugas, los 435 inmigrantes que permanecían en el centro de Bidor fueron reubicados en otros seis recintos a lo largo de la región, mientras se investigan las causas y posibles fallos de seguridad que derivaron en la fuga masiva, que no descartan fuera planeada, remarcó Jusoh.
Este incidente es el segundo de este tipo ocurrido en los últimos años en un centro de detención de inmigrantes de Malasia.
En abril de 2022, 528 rohinyás se fugaron de un centro del estado noroccidental de Kedah, una decena de los cuales murieron atropellados durante la huida, aunque la gran mayoría fueron apresados de nuevo.
La relativamente próspera Malasia -que no es firmante de la Convención de la ONU sobre refugiados- es, desde hace años, uno de los destinos preferentes de los rohinyás, una minoría étnica apátrida procedente de Birmania, cuyas autoridades no los reconocen y les someten a todo tipo de discriminaciones.
En agosto de 2017, el Ejército birmano lanzó una campaña militar contra la población rohinyá en el norte de Rakáin, este de Birmania, por la que el Gobierno birmano se enfrenta a una acusación de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya.
Este operativo castrense conllevó a la huida a la vecina Bangladés de más de 725.000 rohinyás, que se suman a otros miles huidos los años anteriores, y que viven en condiciones precarias en la red de campamento de refugiados más grande del mundo, desde donde algunos huyen en una peligrosa travesía en barco a Indonesia y Malasia.
En 2015 se vivió una crisis de refugiados en la región, cuando miles de rohinyás quedaron a la deriva en barcos durante semanas después de que las autoridades de Tailandia y Malasia desmantelaran las redes de tráfico de personas que los transportaban a dichos países desde Birmania.
(c) Agencia EFE